La Cueva

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(AVISO: He cambiado otra vez a pasado la narrativa de la novela ya que para mi es mas complicado escribir en presente, tranquilos los fans de novelas en presente, estoy trabajando en una guardada en borrador que se narrará desde el punto de vista de los protagonistas. Gracias por seguir leyendo la novela y disfrutad  de lo que vendrá)
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La Cueva

Por mi maldita curiosidad nata, acabé en una fría, oscura y solitaria cueva subterránea, no podía ver mucho por la falta de luz que había, ya que la que se me proporcionaba venia del tragaluz del techo (y no era mucha que se diga) , también había un lago subterráneo pero creo que esa agua no era potable por el color que manifestaba. Empezé a ponerme nerviosa y a dar vueltas a ver si de esta manera podia intentar relajarme y poder pensar como salir de allí, cuando hice como la quinta vuelta me fijé en que la cueva no era solo una zona rocosa, sino que estaba aguantada por ......cuatro columnas....
Me acerqué para inspeccionar una por una, cada columna era de una época diferente, había una columna egipcia, una mesopotamica, una romana y una maya. Eran todas diferentes pero por lo que leí en cada una, todas decían exactamente lo mismo: Que no se olvide a nuestra suma diosa, descendida de los cielos, creadora del todo y de la humanidad, señora de los dioses y de la magia......
Cuando acabé con las columnas fui a inspeccionar las paredes, estaban repletas de pinturas rupestres donde salían hombres postrados ante un cuerpo femenino y escenas de caza donde esa figura también participaba en la actividad.
Avancé un poco más y vi algo que me puso los pelos de punta.... por el suelo y en agujeros de las paredes habían cráneos humanos, de animales y lo que parecía ser cráneos gigantescos de dinosaurios, a más había partes de armaduras y espadas vikingas, de la edad media en Europa, japonesas, etc.....
Observé unas estructuras extrañas, que llegaban desde el suelo a las paredes, con unas formas puntiagudas, de un color azulado y de un material que no había visto nunca, como si no fuera de este mundo.
En esos instantes no sabia en que pensar.... era como un templo subterráneo, donde varias de las religiones antiguas y algunas de ellas aún actuales convivían en paz formando como un vínculo que las volvía fuertes y prósperas, era..... era...... un descubrimiento mundial, una prueba de que muchas religiones en realidad convivían armoniosamente compartiendo creencias y aceptando las de los otros sin tener que librar batallas para demostrar cual era la mejor.

Al instante me di cuenta que después de eso no podia quedarme en esa cueva, tenia que salir y hablar sobre lo ocurrido durante mi estancia en esa caverna ya que era un descubrimiento demasiado importante como para que se perdiera en el olvido.

Empezé por intentar escalar la pared, cogiéndome de los agujeros que había en ella, por donde estaban situados los cráneos. No funcionó. Lo intenté como 4 o 5 veces más hasta que me rendí y me puse a gritar, gracias a dios un turista lo escucho y se asomó por el tragaluz.
-Socorro! Pida ayuda por favor!-
No creo que entendiera una palabra de lo que le dije pero creo que captó el mensaje por la cara que hacia al verme allí dentro. Se fue a pedir ayuda y yo me alegré de que por fin la pesadilla se acabaría y me sacarían de allí cuando.....
-Juuuuune- oí que algo decía mi nombre, parecía una voz de mujer, seguí la voz hasta el lago.

Esa voz seguía repitiendo mi nombre, cuando de entre esas aguas apareció lentamente una mujer, su piel era sucia y con virutas de oro recorriéndola, no parecia ser mas mayor que yo, su pelo era negro y le llegaba a los pies, su cara era llena de puntos negros como los que se ponen las tribus africanas como estética, estaba ornamentada con cadenas y piezas artesanales (como una tobillera, unas mangas, anillos sujetados en los accesorios de los brazos, etc...) de madera y otros materiales usados en muchas religiones como el oro, el turquesa, el lapislázuli, entre otros. En la cabeza tenia una luna con oro desgastado por los lados, sus senos estaban tapados por una capa de oro parecido a un sujetador, igual que su pelvis que estaba oculta por una falda larga cortada por el frente, de un color azulado verdoso, sujetado por un mantel de oro enganchado a su piel, ella era repleta de tatuajes que por lo que pude observar eran los símbolos de muchas de las religiones que han habido en el mundo (el ojo de Ra, Triqueta, etc....) y lo que mas me sorprendió.... sus ojos brillaban en la oscuridad con un color rojo amarillento intenso con el que parecía que podia ver tu alma.
Impactada, empezé a retroceder hacia el centro donde estaba situado el tragaluz, ella me siguió, pero no andando sino apareciendo y desapareciendo en una nube de humo, siempre mirándome a mi, silenciosa e intimidante.
Cuando ya se situó donde yo estaba se me acercó, me miró como si estuviera inspeccionandome, avanzó un poco mas y me dijo:
-Cuando veas a Amonep dile que sigo aquí.-
Ella me abrió la mano y me puso en ella un amuleto de un color azulado y cuando volví a subir la cabeza, le pregunté:
-Quien eres? ....... Que eres?.....-
A lo que ella respondió
-Búscame cuando llegues al nuevo sol, necesitarás de mi protección-
Me sopló un polvo negro en la cara, caí al suelo, y mientras cerraba los ojos vi como ella se desvanecía en esa nube de humo y como la luz solar me deslumbrava por el tragaluz haciéndome pensar "este es el fin........"

La Viajera de las AguasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora