Dime otra vez, ¿cómo nos conocimos?

Capítulo 13

Agarré una mochila pequeña y metí todo lo necesario: suéter, teléfono, cargador, dinero, etc.

Salimos de la habitación y fuimos al loby. Al salir del hotel, vimos la camioneta negra, lista para llevarnos. Subimos todos y los lugares eran así: yo en medio de Martin y Abruey, Louis, Watse y José atrás de nosotros y Michael en el asiento del copiloto.
-Ya niño, deja de grabarme-dijo un Aubrey fuera de quicio.
-Perdón, perdón-dijo Martin rodando los ojos.
Después de 15 minutos de viaje, llegamos al club. Era pequño y sencillo. O eso aparentaba por afuera, porque cuando entramos todos nos quedamos sorprendidos. Yo, que nunca iba de viaje, me sorprendí más que nadie... ¡Ese lugar era hermoso! Era muy moderno y futurista. Era increíble.

Fuimos al camerino y dejamos nuestras cosas allí. De pronto apareció una pareja, y empezaron a saludar a todos, al parecer ellos eran los dueños del lugar. Y no paraban de halagar a Martin, en especial la chica... Si, me puse celosa, porque allí estaba ella: alta, delgada, cabello rubio, ojos azules... En fin era perfecta. ¿Y yo? Yo no, mediana, un poco gorda, cabello negro y dañado y unos horribles ojos cafés. Pero al parecer... Martin se dio cuenta de que estaba celosa y llegó a sentarse a mi lado, me pasó un brazo por la cintura y me dio un beso en la frente. La chica nos vio con cara de asco y luego se fue. Pobresita.

Después de hacer la prueba de sonido, toda la gente empezó a llegar. Martin empezó el concierto con: "Don't look down", termino su set y la verdad, fue muy bueno.

Nos despedimos de la pareja, les dimos las gracias y nos fuimos al hotel. Cuando llegamos, yo casi me caigo en las escaleras, porque me estaba quedando dormida. Entoces Martin me cargó hasta llegar a nuestra habitación, allí me dejó en la cama y el se fue a dar una ducha. Yo me puse mi pijama y me metí a la cama...
-¿Ash?-escuché una voz lejana-¿sigues despierta?
-¿Mmm?-logré responder-Si... Si.
-Oh nena, lo lamento, ¿te desperté?-me dijo acariciandome el cabello.
-Mmm... No, no... ¿Necesitas algo?-me volteé hacia él.
-No, tranquila... Descansa princesa-me dio un dulce beso en los labios y me abrazó.