Dime otra vez, ¿cómo nos conocimos?

Capítulo 2

Cuando se acercó a nosotras pensé que me iba a desmayar... ¡Qué nervios!

NARRA MARTIN:

¡Wow! De cerca es más  hermosa, me encantaba su forma de emocionarse, era adorable. Su amiga también estaba feliz pero no tanto como ella.

-¡Hola!-les dije amigablemente-¿cómo están?-sus sonrisas se volvieron más amplias.

-¡Hola!-respondieron las dos al unisóno-estamos muy bien-dijo la de tez blanca-¿y, tú?-me preguntó.

-Estoy feliz de conocer nuevas fans-les dije sonriendo-¿cómo se llaman?-otra vez les di una sonrisa.

-Yo soy Ashley-respondió la morena, era tan linda...

-Y yo soy Diana-dijo la otra chica, ella también era linda pero no tanto como Ashley.

-Y yo creo que no me tengo que presentar-las dos estallaron en carcajadas y yo me reí con ellas-¿nos tomamos una foto?-les pregunté.

-¡SI!-dijeron con emoción, ambas.

Watse, que nos miró durante toda la conversación, se retiró para llamar a Louis.

NARRA ASHLEY:

Cuando nos terminamos de tomar las fotos, Diana dijo que iba a comprar una bebida... Eso quería decir que me quedaría sola con Martin.

-Oye, Ashley...-me dijo un poco nervioso-tal vez esto sea raro pero...¿Me darías tu número de teléfono?-me quedé de piedra-y... ¿Tus usuarios de tus redes sociales?-dijo bajando la voz.

-Claro-mi voz salió como un hilo.

-Ten- me dio su celular para que le diera mis datos, mis manos temblaban demasiado.

-Aquí tienes-se lo devolví y cuando lo tomó nuestras manos se tocaron... Sentí un cosquilleo en la espalda.

-Gracias, en serio, muchas gracias-le sonreí y él me devolvió el gesto.

En eso llego Diana con dos vasos, uno ya estaba por la mitad y el otro estaba intacto. Me lo tendió y yo lo agarré. Le dije un gracias casi inaudible y ella me guiñó un ojo. Cuando quería, podía ser amable y otras veces podía ser alocada. 

Llegó el momento de irnos, nos despedimos de él, a cada una nos dio un abrazo creo que el mío fue más largo o solo era mi imaginación.

-Te escribiré-me dijo muy bajo para que Diana no nos oyera-cuídate-me dio un dulce beso en la mejilla y se fue.

DOS HORAS DESPUÉS:

Cuando llegamos al apartamento todo estaba en silencio. ¡Qué bueno que los vecinos no hicieron una fiesta hoy!, pensé. Diana me dijo que estaba muy cansada entonces se fue a su habitación. Yo me senté en el sofá pensando lo que había pasado después del concierto. Sin darme cuenta caí dormida en un profundo sueño.