CANDENTE PLACER

Ardientes Ganas

Llegamos a casa y nuestras mochilas dejamos en un sofá amplio que se encontraba en la sala, iré por unos jugos hace mucha calor - Le dije- mientras caminaba a la cocina...

Si amor definitivamente hace calor pero no es precisamente del sol o el clima, somos tu y yo que ardemos de ganas; confirmó él, con una rísa burlona.

Respondí Ante tal picardía con una risilla sobresaltada que casi se me caen los jugos de las manos...

Caminé hacia él con un poco de torpesa y le entregué su vaso, él amablemente lo recibió sentandose comodo en el mismo sofá donde habiamos dejado nuestras mochilas.

Me ubiqué encima de sus piernas y con suma sensualida hice un sorbo en el pitillo de colores que traía mi jugo, él boquiabierto miró mis labios rosas que conjugaban con el color de la bebida.

Su exquisito sabor expandío mis pupilas, estó provocó que sacase mi lengua y lamiese delicadamente toda mi boca -Me detuve, y mordí considerablemente mi labio inferior- Él solo me observaba anonado y sonreía con magia, una sonrisa pura y especial que me hacia sonrrojar.

Sus manos hicieron tacto con mi mejilla, me acariciaba como si de un bebé se tratase, sus palmas tibias las recorrian mientras su ojos se desviaban a mis labios, despacio y sin prisa se acerco a mi boca. Me regaló un beso, un beso tierno y desenfrenado a la vez -nuestras lenguas se exploraban entre sí y descubrían juntas rincones de placer imposibles de olvidar-

Sin afan alguno desasimos nuestra únion, despegamos nuestros labios y chocaron nuestras frentes, su mirada se cruzo con la mía.
unas miradas que transmitian emociones dificiles de explicar, quizas... felicidad, deseo,poseción, entrega, pero sobre todo amor!

Terminamos de beber y fué entonses cuando le dije -¿estás listo?

Él quedo desconcertado ante mi pregunta, Así que se limitó a fruncir el ceño.

Noté de ínmediato que no entendió mi indirecta -amo su inosencia; pensé- Más le dediqué una Sonrisa traviesa y una mirada coqueta.

Recojí los vasos y me dispuse ir al fregadero -Caminé a la cocina con un movimiento tentativo en mis caderas, lo hacia adrede.

sabía que me observaba...