CANDENTE PLACER

Excitante

sus brazos comenzaron a temblar, por la ejerción que hacía.
7 minutos habían transcurrido,
7 minutos de perverción.

Decidí bajarme de su cuerpo, él me ayudo puesto que no dejo que me alejará demaciado, entre ese beso placentero me fue bajando muy despacio sin interrupir el delicioso movimiento con su lengua.

Un pequeño gemido salio de mi voz.
–te deseo– le dijé.

Su respiración se aceleró ante tal declaración y sin más se quito la camisa que traía puesta.

Su piel al descubierto provocó que mojará mis bragas.

Estando tan pegaditos ambos de pie, él comenzó a bajar muy despacio, su mirada me observaba lujuriosamente hasta que sus rodillas se detuvieron en el piso.

Lentamente me bajaba mi falda colegiala, y prosiguió por apartar un poco mi panty, la rodo tan solo un poco, dejando mi labio izquierdo fuera de ella, lamio y absorbió suavemente el jugo de mi placer.

La deslizó entre mis piernas hasta caer, su boca inmediatamente se pego a mí como el imán a un metal.
[desde mi altura lograba captar la imagen más ardiente que pudiera haber visto antes]

Su rica lengua se posaba entre mis labios, masajeando con total delicadeza – sus ojos cerrados le daban un toque de ternura–

Sentía como mis vellos se erizaban totalmente y un constante hormigueo palpitaba en mi pelvis.

Mi clitoris se endureció y flujos de placer alcanzaban a mojar su boca.

Mi abdomen se contrajo, me quebranté ante él, y deje caer mi cabeza  hacia atrás dejandome llevar por completo.