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06: CAPÍTULO SEIS.

El recorrido comenzó por la Caja, que estaba cerrada

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El recorrido comenzó por la Caja, que estaba cerrada. Alby apuntó señalando las puertas —. Esto es la Caja. Una vez por mes, recibimos Novatos como ustedes, nunca falla. Una vez por semana, nos llegan suministros, ropa, algo de comida. No necesitamos mucho, prácticamente nos abastecemos nosotros mismos. Cuando ustedes llegaron, había una caja con el nombre de Annie, por lo que te la daremos al final del recorrido —. Asentí y Thomas hizo una señal afirmativa. — Esta Caja es una sorpresa constante para nosotros, ¿me captan la idea? — continuó —. No sabemos de dónde vino, cómo llegó hasta aquí, ni quien está a cargo. Los larchos que nos mandaron aquí no nos dijeron nada. Tenemos toda la electricidad que necesitamos, cultivamos y criamos casi todo lo que comemos, nos hacemos ropa y todo lo demás. Una vez tratamos de enviar a un Novato de vuelta en la Caja. No se movió hasta que lo sacamos de ahí. — Alby continuaba hablando, sin necesidad de mirarnos a los ojos. Yo tenía unas tremendas ganas de hacer algún comentario divertido para aligerar el ambiente, pero estaba segura de que eso haría que Alby se enojara y no pretendía caerle mal. — El Área está dividida en cuatro sectores — levantó los dedos mientras enumeraba —: Jardines, Matadero, Finca, Lápidas. ¿Captaron? — Thomas y yo asentimos.

Alby señaló hacia la esquina del noreste, donde se encontraban los campos y los árboles frutales —. Los Jardines. Allí tenemos los cultivos. El agua vienes por cañerías que se encuentran en el suelo: siempre han estado, de lo contrario, habríamos muerto de hambre hace mucho tiempo. Nunca llueve aquí. Jamás — apuntó al rincón del sureste, la sección de los corrales y el granero. Él continuó hablando, solo que yo apenas prestaba atención. ¡Por las barbas de Snow! Era más aburrido que leer un libro de Historia del Arte. Habló sobre el Matadero, donde criaban y mataban animales. Si me preguntan, ni loca trabajaba ahí, no soy capaz de matar ni a una mosca, ¿cómo voy a matar animales? Luego nos mostró la Finca y por último, las Lápidas, una clase de cementerio. La verdad, habría preferido que Newt me haga la visita guiada, por el simple hecho de que me habría encantado escucharlo hablar y no sería tan aburrido porque me quedaría viendo su cara hermosa. No puedo drene que yo haya pensado eso, ¡por los dioses! Su belleza daña mi cerebro.

— Pasarán las próximas dos semanas trabajando un día con cada uno de los Encargados de los diferentes trabajos, hasta que sepamos para qué son buenos. Fregónes, Albañiles, Embolsadores, Aradores. Siempre surge algo. Vamos.

Caminó hacia la Puerta del Sur, ubicada entre lo que él había llamado Lápidas y el Matadero. Lo seguí junto a Thomas, quien arrugaba la nariz ante el súbito olor a suciedad y abono que venía de los corrales.

Cansada de tener que caminar, apoyé mi cabeza en el hombro de Thomas por unos segundos pero luego volví a enderezarme.

— Quiero dormir — susurré procurando que solo pueda oírme Thomas, quien rió ante mi comentario.

Desvíe mi mirada hacia los corrales del sector del Matadero. Había vacas comiendo y cerdos retozando en medio del lodo. Había un corral de ovejas, un gallinero y jaulas con pavos. ¿Por qué demonios recuerdo el nombre de los animales? ¿Será que en mi vida pasada yo era uno?

Alby señaló hacia el amplio establo situado en el rincón trasero —. Allí atrás trabajan los Carniceros. Una tarea desagradable y asquerosa. Si les gusta la sangre, ése es su lugar.

Todo se me hace muy familiar. Cuando me dicen algo, por un segundo siento que no necesitaba que me lo digan.

Cuando Alby paró de caminar, yo accidentalmente choqué mi cara con la espalda de Thomas, quien se encontraba adelante de mí —. Aunchis — me quejé sobándome la cabeza con la mano.

Estábamos en la Puerta del Sur (los dos muros y la salida). Alby estaba de espaldas —. Allá afuera está el Laberinto — dijo Alby y luego hizo una pausa.

Giré mi cabeza hacia la entrada a lo que Alby llamó 'laberinto'. Eran una especie de pasillos —. Leí por ahí que si pones una mano en una de las paredes y avanzas, sin soltarla, se te hace imposible perderte.

Alby me miró furioso. Ups, se supone que yo no debía hablar. Diablos, ¿qué no puedo controlar mi bocota? Obvio no, soy divergente, y no puedo ser controlada.

— Hace dos años que estoy aquí. Nadie estuvo más que eso. Los pocos anteriores a mí están muertos. Durante dos años tratamos de encontrar una salida a esto, sin suerte. Allí afuera hay unas malditas paredes que se mueven por la noche igual que estas Puertas de aquí. Hacer mapas de la zona tampoco es fácil, nada lo es — señaló a un edificio.

Al mismo tiempo que lo hacía Thomas, me adelante para ver el Laberinto de más cerca, pero Alby empujó a Thomas, haciéndolo retroceder y tropezarse y a mí simplemente me tomó del hombro, tirando hacia atrás. Que bueno que no me lanzó como a Thomas, porque si no, le arrancaría un ojo —. No se pasa hacia allá afuera, larchos.

— ¿Por qué no? —preguntó Thomas.

— ¿Crees que les mandé a Newt antes del despertar sólo por diversión? Esa es la Regla Número Uno, idiota, la única que no se te perdonará si no la respetas. A ambos de ustedes, de hecho. Nadie, nadie, tiene permiso para entrar en el Laberinto excepto los Corredores. Rompan esa regla y si no te matan antes los Penitentes, te matamos nosotros. ¿Me captan?

Me limité a asentir, conteniendo un fuerte impulso que tenía de decirle algo ofensivo y sarcástico, pero no lo hice, pues presiento que si lo hago, algo malo podría pasarme.

De repente, me invadieron unas tremendas ganas de correr hacia el Laberinto. Ganas de descubrir todas mis dudas. Agité levemente la cabeza para ahuyentar esos pensamientos que eran probablemente suicidas.

The Maze Fangirl→ Newt / The Maze Runner.Where stories live. Discover now