Capítulo 11: Almuerzo y mareos.

1.5K 108 32
                                    

Pov's Alicia.

- Gracias por acompañarme amiga, de verdad eres mejor.- le dije a Caro cuando salíamos de terapia.

- Ni lo digas, no puedo creer que casi caminas por ti sola.- contestó emocionada.

- Ahora iremos a almorzar lo que tu quieras.- afirmé y ella sonrió.

Y caminamos rumbo a su restaurante favorito, para compensar a mi amiga y a su bebé por acompañarme.

- Alicia mejor vamos a la tienda, ya perdí toda la mañana y prefiero trabajar.- dijo ella nerviosa cuando entramos al restaurante.

- Pero si es tu almuerzo y siempre cierras a esta hora.- dije confusa.- Además no permitiré que no alimentes a ese bebé.

- Bueno, pero vamos a otro lado.- insistió haciendo puchero, y de repente abrió los ojos como platos.

- Hola.- escuché su voz masculina atrás de mi.

- Te lo dije.- me susurró Caro.

- Hola, Franco.- saludé como si nada.

- ¿Vinieron a almorzar? Me gustaría invitarlas.- dijo y me congele, no podía decirle que si porque no se como sentirme con él cerca, pero tampoco puedo decirle que no y salir corriendo como una cobarde.

- Caro ya tiene que volver al trabajo.- contesté y ella asintió.

- Ya no me mientan, ví que acaban de entrar, sólo será un almuerzo por los buenos tiempos.- insistió Franco así que asentimos.- Con Agustín ya aparcamos una mesa.

- ¿Están con alguién más?- preguntó Caro por lo bajo.

- No, sólo nosotros dos, así que no tienes porque preocuparte.- le contestó pasando un brazo por sobre sus hombros.- Olvidé felicitarte por tu bebé, te ves muy bonita.

- Gracias Franco.- contestó mi amiga y en unos pasos ya estábamos frente a la mesa con Agus.

- Mira lo que me encontré camino al baño.- dijo Franco, Agus levantó la mirada de la carta y nos sonrió.

- Caro voy al baño.- dije dando la vuelta.- ¿Me ayudas?

- Yo también iba hacia allá, puedo ayudarte si quieres.- se ofreció Franco.

- Bueno, gracias.- respondí, tomo mi brazo y caminamos hacia allá, juro la sentí una corriente trastasarme con su toque.

Pov's Agustín.

- Ven siéntate.- le dije a Caro dando palmadas a mi lado y así lo hizo.- Al parecer estamos destinados a encontrarnos.- dije riendo.

- Así parece.- contestó también con risas, la acaricie quitándole un mechón de cabello del rostro, pasándolo por detrás de su oreja.

- ¿Qué andas haciendo por aquí?- pregunté.

- Acompañé a Alicia a terapia, va cada miércoles y en recompensa me invitó a almorzar, sabes como es de terca.- respondió algo ruborizada por mi acto, pero no puedo contenerme, necesito acariciarla.- ¿Ustedes en qué están?

- Un descanso. Ya comenzamos a trabajar, vamos a restaurar el viejo hotel, la parte delantera está muy buena y quizás puedan comenzar a habitarse dentro de un mes o un poco más, pero el otro edificio vamos a demolerlo y comenzar de cero.- expliqué.

- Me alegro que tengan bien armado su proyecto, pero tendrán que trabajar mucho.- me contestó.- ¿Te quedarás más tiempo?

No puedo dejar de mirarla, está tan hermosa y estamos hablando cómo lo hacíamos cuando estábamos juntos, con completa sincronía y conexión de nuestros ojos.

Reencontrandos en invierno - AGUSLINA Where stories live. Discover now