Los chicos salieron corriendo sin importarles que fuera de día, ellos merecían ver el sol y sentir con ello que verdaderamente cuando se cree que todo está perdido rl sol vuelve a salir.
Sus habituales bromas se hicieron presentes.
Splinter se sentía pleno y feliz de poder ver nuevamente la alegría en su casa.
En su soledad rezó y reflexionó y tambien decidió salir.
Pronto tomó su sombrero y se dispuso a salir sin rumbo definido.
Durante su trayecto una voz levemente conocida le llamo.
-¿P...papá?.
-Mmm...¿K...Karai?
-Hola, papá.
-Hola, ¿Cómo estás? .
-Bien, mira yo quiero hablar en forma contigo sin trampas esta vez.
-Hija tus acciones del pasado conmigo están perdonadas no tienes que aclararme nada.
-Es que yo realmente lo siento mucho.
-La calle no es lugar para hablar, ven a casa a platicar.
-Pero tus muchachos ¿No se molestarán con mi presencia?
-El tiempo debe ayudar.
-No se que quieres decir pero aceptare tu oferta. Serán solo unos minutos.
Caminaron juntos hacia el lugar mencionado y en algun momento Karai tomó a su padre del brazo.
Entraron y lo primero en ver fue un pequeño altar, a lo que ella por respeto se reverenció unos segundos y continuó con su recorrido.
-¿Café ó té?
-El té estará bien. --Splinter desde la cocina elegía las hierbas que pondria en la tetera para después servir en las tazas ya previamente preparadas.
-Aquí tienes querida-- Splinter trajo desde la cocina una bandeja preparada con algunos dulces y dos tazas de té caliente, puso estos en la mesa y procedió a servirle a su invitada.
-Gracias por el té aunque los dulces no eran necesarios.
-Recordé que te gustaban.
-Pa... Maestro yo venía a.
-Yo no tengo problema en que me llames padre es un gusto para mi escucharlo.
-Creí que no tenía derecho a siquiera decir tu nombre.
-Hija eres lo mas importante jamas te daría la espalda. Vamos de que quieres hablar. Splinter serenamente tomó un gran sorbo de su taza esperando la respuesta de la mencionada.
-Mira...yo... solo venía a pedir tu perdón por todo el mal que les cause. Las palabras en su garganta formaban un nudo dificil de tragar. ¿Acaso es llanto lo que se asoma en sus mejillas?
-No pido que olviden y vivamos felices por siempre solo quiero mostrar mi arrepentimiento y que no volveré a molestarlos. Perdón. Lágrimas traicioneras se asomaban por sus mejillas e inevitablemente un leve sollozo se escucho por el lugar.
-Papá esta noche me voy a Japón y no voy a regresar, esto también cuenta como despedida, lastime de una manera muy vil y cobarde a tu familia ellos realmente te quieren yo solo soy escoria y....
-¡BASTA!,-Splinter azotó con gran fuerza la taza que sostenía en sus manos y eso provoco que esta se rompiera en pedazos algunos cayendo al suelo. El acontecimiento causó una leve herida en su mano izquierda - No quiero que hables así de ti, eres humana y los mejor de cometer errores es aprender de ellos y seguir.
-Es que y...yo.
-Hija entiendo que quieras que la tierra te trague pero eso no va a pasar yo te perdono que mas quieres.
-Papá, tu herida... déjame curarla.
Sin pensarlo dos veces Karai corrió al baño en busca de un botiquín para poder atender a Splinter, llego al lugar algo pensativa y cuando se dispuso a buscar vio su reflejo en el espejo e internamente reflexionaba lo que había dicho su padre.
Todo daba vueltas hasta que fue interrumpida.
-¿Esta todo bien?
-Ehh...yo...y
Las palabras ya comenzaban a sobrar y las lagrimas de ambas partes no se hicieron esperar.
El llanto era sonoro tanto que el grupo de jóvenes que entraban logro escucharlo desde que apenas pusieron un pie en el recinto.
-Oigan ese es Sensie llorando. Dijo Donatello algo confundido.
-¿Llorando?. Pregunto Leo desconcertado.
-No es momento de ponernos a averiguarlo, vamos. Con orden firme de Raphael todos fueron corriendo hasta donde los sollozos podían escucharse.
Al llegar se percataron de que el mencionado se encontraba acompañado de una mujer.
Extrañados decidieron acercarse un poco hasta la puerta del baño y observar detenidamente pero ya no fue del todo necesario al escuchar la voz de aquella fémina.
-Pad... padre *snif* ...en... ser...io perdonas *snif*todo el mal ... que cau...se a *snif* pesar de *snif* que hubo cosas que... *snif* hice por voluntad propia *snif*.
-Ahora eso ya no importa mi querida niña, seca tus lágrimas y vive bien de ahora en adelante.
Es todo lo que un padre puede pedir para sus hijos.
Splinter gentilmente tomo su manga y con delicadeza seco las lágrimas que aun corrían por el rostro de la joven.
Las lágrimas del maestro corrían incontrolables por sus mejillas y para evitar que su hija nuevamente llorara la abrazo.
Era un momento tan especial que ninguno noto la presencia de los tres chicos.
Leonardo aun con duda fue a comprobar su sospecha de quien era la acompañante cuando esta se confirmo estuvo a punto de retarla pero sus hermanos y una voz interna que le hizo frenarse en seco lo detuvieron.
Al igual que el sus dos hermanos estaban estupefactos, ninguno sabia si reaccionar mal o no.
-Padre que hace esta mujer aquí. Solto Leonardo con rabia en sus palabras.
-Hijo verás nos encontramos por casualidad en la calle y decidi que era momento de hablar.
Splinter secaba sus lágrimas mientras veía a sus hijos no queria que estos mal interpretarán la situación.
-Padre estas conciente de que...
-Mate a tu hermano -Con interrupción seca y aun con lágrimas miro fijamente a cada uno de los ahí presentes- Si eso es lo que vas a decir adelante no te culpo soy una asesina.
-Vaya que fuerza la tuya para ver la basura que eres.
Esta vez fue el turno de Donatello para recriminar .
-Yo no quiero pelear yo solo venía a pedir perdón. Una inclinación hasta el suelo mostro el verdadero arrepentimiento de Karai aunque para Leonardo y Donatello no era suficiente, sentian ese gesto como burla sin sentido muchas emociones se fueron juntando hasta el grado de que ellos estuvieran a punto de golpearla.
Splinter trato de detenerlos pero sus esfuerzos fueron en vano Karai ya estaba preparada para recibir los golpes. A pesar de que incluso pudieran matarla eso no calmaria el dolor ni el tiempo ellos ya estaban listos cuando Raphael se acerco lento y a paso firme para abrazarla fuertemente.
-Yo te perdono.
Palabras claras y precisas que hicieron eco.
-¡Raphael!. El coro de voces denotaba un tono de asombro por parte de todos los presentes. Incluso Karai no podía creer lo que pasaba.
-Te doy mi perdón por que alguien una vez me dijo que si no perdonaba mi alma morirá.
- ¿A que te refieres?. Karai no entendía nada de lo que estaba ocurriendo.
-Maiky solía decir eso. Respondió Raphael viendola a los ojos y tan calmado y sereno que dejo a todos sin palabras.
Leonardo y Donatello querían ponerse a llorar, la situación no era fácil, ambos muchachos se dejaron caer de rodillas y los sollozos comenzaron.
-Yo de verdad lo siento mucho.
-Gracias por ser sincera. Esa respuesta por parte del de banda morada fue solo audible para ella casi como un secreto.
Raphael aun teniendo abrazada a Karai la acerco hasta sus hermanos para unirse en un abrazo grupal.
Karai no sabia como reaccionar se sentía bien ese abrazo eea una sensación de paz.
Cuando los abrazos terminaron y ya todos estaban mas calmados decidieron que era buen momento para una cena.
-Karai ¿gustas quedarte a cenar?.
-Lo dices en serio Donatello.
-Esta noche es especial así que por que no.
-Karai puedes ayudar a Leo en la cocina si es que no te molesta. Dijo Raphael mientras acomodaba la mesa
-La verdad no creo que quieran que yo...
De la nada esta fue interrumpida por Leonardo quien la tomo del brazo para llevarse a la cocina.
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Adiós A Un Hermano
FanficDisclaimer. Los personajes no me pertenecen son de sus respectivos autores Kevin Eastman; Peter Laird. La muerte de uno de los hermanos Hamato marcara de una manera muy trágica la vida de el resto de su familia, haciendo que cada uno tome un rol dif...