El beso del adiós

Mi vida está llena de sorpresas. Hola me llamo Anne Silver. Yo no tengo un padre ni una madre, yo vivo en un orfanato. Aunque prefiero llamarlo ‘’casa’’. Soy una chica común, de tez clara, ojos marrón oscuro y cabellos marrones, nada fuera de lo común.  Soy delgada y no muy alta.

Amo pintar, en lienzos o en lo que pueda. Tengo botes de pintura, que sinceramente sirven mucho. Esa es mi pasión. Ya terminados, los observo y los aprecio, como algo muy valioso.

Conoci a Karla, una ayudante del orfanato. Cuando era recien una bebe, la primera vez que entre a este lugar, fue en brazos de ella. Era amable y generosa, una mamá para mi. Tambien tengo una mejor amiga con la que comparto mi habitacion, Sarah.  Ella es menor por un año, y aunque tengamos gustos diferentes la quiero como una hermana. Ademas de tener un gato, Salmón.  Donna, era la dueña del orfanato. Ella amaba a los niños, pero tenia poca paciencia y le gustaban las reglas. 

Por otro lado esta Sean. Él es un amigo del que tengo muy malos recuerdos. No sé si puedo decir que es mi amigo. Lo conozco bien o eso creo yo, pero él es malo. Una mala influencia para mí. La mayoria de veces que lo observe es insoportable y esta ebrio. Es una persona atractiva pero de malas influencias. Definitivamente no es mi gusto, soy más reservada. Nos conocemos desde que éramos unos niños, pero pareciera que hace un día que lo conozco. También me esconde cosas. No es un vampiro, ni un hombre lobo ni nada de esas cosas sobrenaturales, lo sé porque ya lo he averiguado antes y ha sido una pérdida de tiempo. Como entrar en la noche a su dormitorio y revisar si tenía colmillos o también tirar una pelota a ver si iba por ella, quede como una estúpida haciendo eso así que lo deje de hacer. Me refiero que algunos días se comporta de un ánimo de perros y al siguiente esta tan feliz que puede hacer lo que sea. Puedo contarles más, pero lo averiguaran después. Lo mejor está por venir, solo deben tener paciencia.