Secreto☔ {Namjin}

Capítulo seis. ☔

-¿Qué tanto anotas en tu libreta? -inquirió antes de beber un sorbo de café de su vaso plástico con el estampado de Starbucks.

-Todo lo que él dice -le extiende su pequeña libreta de bolsillo al de baja estatura pero este niega con la cabeza y vuelve a beber del contenido de su vaso.

-Si sólo es eso, no necesito leerlo, tengo cada una de sus palabras grabadas en mi cabeza -se estremeció al recordar aquella sutil y posible amenaza.

-Bien -volvió a lo suyo escribiendo y haciendo borrones, hasta que unos nudillos chocando contra la puerta de su oficina lo desconcentró.

-Adelante -invitó Park luego de saborear una vez más su café. Por la puerta ingresó una de las enfermeras, portando una bandeja con un conjunto de pastillas encima, un trozo de pan y una taza con leche de vapor casi inexistente debido a un posible constante movimiento y las pocas ganas de beberlo.

-Seokjin-ssi ha dicho que vaya usted a darle todo esto, no ha querido recibir nada de mi parte a pesar de que soy yo quien va todos los días -suspiró afligida debido al rechazo de uno de sus pacientes.

-Entonces iremos enseguida, levántate Park -Jisoo se puso de pie, caminando hasta su compañero y le palmeó la espalda para alentarlo a ponerse de pie.

-Sólo lo ha nombrado a usted, Jisoo-ssi -interrumpió la joven enfermera alzando su mano como diciendo 'alto'. El par de hombres intercambiaron miradas indecisas y muecas de preocupación antes de que el más alto soltase un suspiro y sujetase la bandeja entre sus manos.

Entró en la habitación cerrando la puerta detrás de sí y dejando la bandeja sobre el escritorio. Por primera vez Jisoo tuvo que acercarse al paciente, debía lograr que Seokjin tomase su medicina, pero resultaba una misión imposible si este mantenía la cabeza gacha y no prestaba atención a las peticiones de Jisoo.

-Mi familia era muy buena conmigo, casi tan buena como lo era él. Todo el mundo parecía ser tan dulce y yo sólo quería devolverles esa dulzura -Jisoo retrocedió dos pasos recordando que Seokjin ya había dicho algo similar antes.

-¿Dónde está tu familia, Seokjin-ssi? -el paciente levantó la cabeza y fue entonces cuando Jisoo supo porqué no lo había hecho antes, aquellos cortes no eran dignos de admiración.

-¿Mi familia? ¿Por qué nombra a mi familia?

-¿Qué te sucedió en el rostro? -Seokjin sonrió mientras pasaba una mano por aquellos cortes en su mejilla, se sentía áspero y viscoso, le encantaba esa sensación.

-Es bonito, anoche me ha ayudado a hacerlo. -siguió sonriendo y apartó la mano observando el rojo vivo que la adornaba ahora, olisqueó sus dedos antes de volver a acariciar los cortes- Se siente bien, ¿quieres probar?

-¿Quién te ha ayudado? -Jisoo frunció el ceño y negó ante la invitación de su paciente.

-No deberíamos hablar de él sin su permiso... O por lo menos... -inclinó su cuerpo hacia adelante, miró hacia ambos lados sintiendo de forma sutil la dilatación de su propia pupila- No tan fuerte -susurró y se arrastró por el suelo hasta estar justo al lado de Jisoo, recibiendo la medicina para tomarla en silencio.