Capítulo catorce. ☔

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-Seokjin-ssi, estamos listos para escuchar el final de tu historia -Anunció Jisoo echándole un vistazo a su compañero, este asintió con ansiedad. El paciente miraba con aparente admiración el techo recientemente pintado de blanco, pero sonrió al escuchar a los hombres de bata.

-¿Estais seguros? -consultó sin apartar sus ojos del techo, su voz era un susurro.

-Por supuesto que sí, queremos saber cómo lo afrontaste -habló Park, sonreía queriendo sentirse confiado como Jisoo, pero por dentro, ese hombre frente a él, con una camisa beige un par de tallas más grandes que su cuerpo, que miraba el techo como si del cielo se tratase, le provocaba dolor de estómago, fiebre, escalofríos.

-Queremos saber qué fue lo mínimo y lo máximo al mismo tiempo -alentó al recuerdo de las primeras palabras del paciente. Seokjin comenzó a balancearse de un lado al otro tarareando una melodía desconocida, sonreía y lloraba sin prestarle atención a los hombres de bata.
Entonces Jisoo y Park se rindieron nuevamente, se levantaron de sus asientos y caminaron hacia la puerta.

-Yo... Lo apuñalé mientras dormía -susurró dejándolos paralizados con la puerta abierta.

¿Falta de pruebas? Jisoo ahora tenía en sus manos la confesión del autor de un crimen. Aquel año en prisión para Seokjin había sido como Jugar con muñecos, había cometido el crimen perfecto. Había asesinado a un hombre sin dejar rastros.

Secreto☔ {Namjin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora