Capítulo ocho. ☔

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-Os digo que ella era una interesada, bastó que le ofreciese un par de dólares y desapareció como si él no importase en lo más mínimo... Y llegó mi oportunidad. -como Seokjin hizo caso omiso a cualquier intento de formular preguntas que ambos hombres con bata tenían, a Jisoo y Park no les quedó otra alternativa que rendirse y retirarse.

-Si fuese un asesino no describiría con tanta admiración a su víctima, ni hablaría del amor... No sería apasionado y se rendiría ante el llanto como ha hecho millones de veces -hizo un morro con sus labios, cruzó sus brazos sobre su pecho.

-Park, estamos hablando de alguien que está internado en un hospital psiquiátrico -puso los ojos en blanco aclamando en su cabeza a algún Dios existente para que ayudase a Park a comprender la situación.

-Hasta los más dementes son capaces de amar y proteger -atacó echándose sobre el sofá nada más entrar en su oficina.

-Bien, poniendo el caso de que Seokjin estuviese tan enamorado de ese hombre... ¿Qué sucedió con la familia? No hay rastro ni de la madre, ni del padre... Ni del hermano menor

-¿Qué estás insinuando? ¡Acabo de decirte que los dementes aman! ¿Crees que ese pobre chico sería capaz de matar a su familia entera y al hombre que le robó el corazón?

-Dios, Park. Esto no es una telenovela romántica, es un hospital psiquiátrico, con un paciente que tiene inicios de esquizofrenia, que tiene cargos judiciales, que tiene a su familia desaparecida y padece de agresividad severa. No vengas a darme charlas motivacionales.

Secreto☔ {Namjin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora