Luego de la noche que tuve, llegué a mi casa sintiendo el aroma a chocolate y el sabor de sus labios aún en mi, diferente al ambiente en el que había estado anteriormente ahora me encontraba solo...
La casa estaba en tinieblas y fría.
Yurio nunca estaba de humor, en ocasiones dormíamos en habitaciones separadas.
No recuerdo cuándo fue la última vez que tuvimos intimidad. Yo sabía que el amor que le había tenido en un principio y el cual me había hecho proponerle matrimonio ya no existía. Un año después de casarnos comenzó a viajar mucho.
Trataba de no sentirme culpable, pero ahí estaba en mi mano, mi argolla de matrimonio.
Sentí la culpabilidad apoderarse completamente de mi, me sentía sucio, ansioso, enojado.
Escuche unos pasos y lo miré pasar al cuarto, solo me miró y se detuvo.-Creí que no vendrías a dormir.-
-Es mi casa, no sé dónde pensabas que iría a dormir...- siguió su camino y cerró la puerta detrás de él.
Suspiré y me dirigí Al baño, me quite mi ropa y mi anillo...
Mientras cerraba los ojos y el agua caía en mi cara recordaba la sonrisa de Yurio diciendo el "Si, aceptó" con esa mirada tan encantadora que me enamoró, el día de nuestra boda, nuestro primer baile como esposos...
Nuestra noche de bodas, cada palabra de amor y cada promesa rota...
Sus llegadas tarde a casa, su humor voluble, cada discusión, las palabras no dichas en el viento; me sentía culpable, una lagrimá rodó por mi mejilla para unirse al agua de la regadera que caía en mi.
Me sentía vacío y solo...
Muy solo, ¿recuerdas Yurio?¿recuerdas cuando todo era mejor si estábamos juntos?...
¿Que nos pasó?
Seguí bajo la ducha y cansado salí para irme al cuarto de huéspedes a dormir.
Mi habitación se sentía helada, cerré los ojos para por fin dormir y así olvidar lo que sentía.
Caí en los brazos de Morfeo, esa noche fue la primera de las muchas que soñé con él, con Eros...
No recuerdo bien el sueño, a la mañana siguiente desperté con mi ropa interior completamente mojada.-¿Que te pasa Víctor?¿Eres un adolescente?- me lo repetía tantas veces y fui a bañarme para bajar a desayunar.
-Viktor, no esperaba verte en el desayuno, quería avisarte que me iré unos días a casa de mi abuelo, no me esperes.-Yurio no me miraba ya a los ojos.
-Yurio, buenos días, pero acabas de regresar y ¿de nuevo té irás?-pregunté al ver su cara de indiferencia deje de hacer preguntas y solo agarré mis planeaciones para la clase que debía dar.
-No sé por qué seguimos fingiendo un matrimonio que ya no existe Viktor.- me dijo Yurio con un tono despreocupado.
-Si, yo también me pregunto eso Yurio, hablaremos de eso a tu regreso.- no lo miré, solo tomé mis cosas y salí camino a dar mis clases.Llegando a la facultad entré al salón para acomodar todo, aún faltaban 20 minutos para que mi clase comenzará, por eso se me hizo extraño que ya hubiera un estudiante, se acomodaba el cabello que tenía enredado entre sus lentes.
No le puse mucha importancia, se levantó de su asiento y salió a tomar una llamada, un escalofrío recorrió mi cuerpo, un aroma familiar llegó a mis fosas nasales.
Sé que había sentido ese aroma antes...
comenzó la clase, los alumnos empezaron a llegar y ocupar sus asientos, el joven de lentes regresó agitado,corriendo y tocando la puerta.
-Profesor, disculpe el retraso ¿me permite pasar?-Dijo con un rostro asustado y rojo.
-Pase joven...?- tomé la lista y mi pluma esperando a que me dijera su nombre.
-Katsuki...Yuuri Katsuki- dijo mientras algo en su voz me parecía familiar, estaba tan agotado que no quise prestarle atención, acomodó sus lentes y yo le hice un ademán para que pasara.
-La puntualidad es muy importante para mí chicos, espero no tener que restar puntos a nadie este semestre.-
Al terminar la clase todos salieron con prisa, el chico de anteojos esperó a que todos se fueran y se me acercó.
-Siento mucho llegar tarde, yo ya me encontraba aquí, es solo que tuve que salir por... un asunto personal...- no miré su rostro y con la mirada en mis libros le respondí.
-Que no se vuelva a repetir joven...Katsuki.-
-Gracias Señor Nikiforov,- escucharlo decir eso me puso nervioso, no sabía por qué pero mi piel se había erizado.Suspiré y salí con dirección al sanitario.
Abrí la puerta y deje caer mis cosas....
Era él, estaba frente a mi... con su cabello hacia atrás, ahora sin sus lentes a causa del agua que había usado para lavarse y que aún goteaba por su rostro, el aroma familiar, su voz diciendo mi nombre y erizando mi piel...
¿Que está sucediendo?- ¿Eros?...
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секреты?
FanfictionViktor Nikiforov-Plisetsky es un profesor de idiomas que vive una vida amargada e infeliz al lado de su esposo Yurio Nikiforov-Plisetsky, siente que lo que alguna vez fue amor ahora es puro odio. Está cansado de su vida y piensa que ya no hay soluci...