La pesadilla de Brest

Iván la pesadilla

En un parque a 2 calles de Brest, Bielorrusia, en una tarde fría de la víspera de año nuevo en diciembre 1991, se encontraría Iván Gustav, quien solicitaría empleo en el parque de diversiones "el kanato de Nóvgorod", tras ver que se solicitaba un guardia de seguridad, entonces una vez que vieron su currículo intachable, lo contrataron. Pero él no sabía que en ese lugar pasaría algo malo, algo que lo cambiaría por el resto de su vida. En el 3° día, Iván notó varias cosas que no estarían dentro de lo normal, empezaron a suceder cosas que se empezarían a poner fuera de control, la noche empezaba a abrazar el cielo que aún era de día, él no pensó que se encontraría con algo que lo empezaría a marcar de por vida. Los lamentos de varias almas torturadas empezaban a sonar en cada uno de los rincones del parque, Iván preocupado empezaría a sacar su pistola, herencia de su abuelo, cuando los lamentos empezaron a cesar algo muy raro empezó a pasar, algo malo, empezó a examinar toda la zona hasta poder encontrar algo raro, entró a un cuarto en donde todo estaba vacío, no había ni siquiera una pequeña mota de polvo, todo estaba tranquilo, las cortinas de terciopelo rojo de las ventanas oscurecían el cuarto, haciendo que este parezca más y más vacío, y a su vez, más y más oscuro, saca su linterna para poder intentar ver algo, pero al encender su linterna nada se veía, nada pasaba, todo estaba solitario, ningún viento rozaba el aire del lugar, solo el suspiro de Iván, cuando de repente, varios golpeteos se empiezan a escuchar, aparentemente alguien estaba golpeando la ventana, entonces decide quitar las cortinas de la ventana y empieza a mirar detalladamente, pero después de observar 5 minutos después, no pasaba nada, así que fijó su lámpara para una de las paredes del cuarto, y al alumbrar a esa parte del cuarto se encontró con un cadáver totalmente ensangrentado, con unas rayas pintarrajeadas en su cara de color blanco y negro, aparentemente su cráneo estaba fracturado, y sus dientes se encontraban rodeados de gusanos, y su lengua de moscas, giró a la ventana para no ver semejante horror, pero al voltear a la ventana varias personas desesperadas por salirse empezaron a aparecer en la ventana, torturando así a la cordura de Iván, asustado decidió salirse para no ver el terrorífico espectáculo, volviendo a las instalaciones.

Una vez ya de nuevo de las instalaciones se acercó a un lugar específico del parque, en donde se vendían los recuerdos del lugar, sería en un cuarto más oculto, separado del resto del parque, encontró a un grupo de personas encadenadas, muy débiles y aparentemente explotadas, estas mismas estarían bajo la amenaza de que si no trabajarían duro, se les quitaría más y más el sueldo, y que si reclamaban, serían despedidos, pero no mandados a sus hogares, se les llevaría a un cuarto similar a un calabozo. Entonces Iván se acercó a un trabajador llamado Vladimir, el cual le diría en voz baja pero alarmada:

—créeme que no tienes nada que hacer aquí más que agonizar en dolor perpetuo, sabiendo que tu vida y quizá la de otros está pendiendo de un hilo.—

Entonces después de una visita rápida a un sitio desconocido del kanato, se dirigió a su jefe Charles Salzkiv d Gorbatav, una persona ya bastante mayor y uniformado de manera elegante, quien le diría que se podría retirar a su casa, que él le llamaría cuando lo requeriría. Ya de noche llegando a su casa revisó un periódico el cual tenía una nota pegada que decía

—"estas en un enredo muy fuerte, ven conmigo y te desenredaras". —

No le tomó mucha importancia, así que lo tomó y empezó a revisar el catálogo de empleos, donde revisaría si se encontraba un trabajo apto para Vladimir y sus compañeros, cuando encuentra que en uno de los anuncios dice:

—"mira muchacho, te lo he estado diciendo y no me cansare de repetirlo, pero si no haces lo que mis palabras ordenen, o no me dejas continuar con mi trabajo tranquilamente, tendrás un castigo realmente horroroso". —