El día ha llegado

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El día ha llegado. Las amapolas de Minsk se enfrentarían con el cartel de Chernóbil no solo para ver quién sería el nuevo líder no solo del parque, sino además, de una pequeña parte de Brest. Cuando las oscuras sombras de la noche pusieran a penumbras a toda Bielorrusia, donde los vientos más fríos invadieran toda la zona este de Europa, poniendo a todo aquel torpe confiado y temerario a un riesgo de hipotermia, hasta la zona más iluminada de Brest se encontraría en una oscuridad total, ninguna luz era suficiente para alumbrar las duras noches que abrazaban al lugar. Todos se encontrarían en plena helada mortuoria, excepto Iván Gustav Vichkovna y Astana Brida Zarévich. Ese día empezaría a ocurrir como si del día del juicio final se tratase, todos estarían asombrados de lo rápido que pasaría el tiempo, como si de un solo mes se tratara, todos quedaron tiesos en aquel día, la oscuridad de la noche empezaba a hacerse más y más escalofriante, hasta el punto en que cada ruido y sonido que sonara en las calles más peligrosas se tratara de los lamentos de un alma en pena, todo se empezó a poner tenebroso aquel día, 12 de noviembre de 1992. Ese era el día acordado, en donde se destacaba no solo el cumpleaños de Astana, sino también su muerte. Las amapolas de Minsk y el cartel de Chernóbil habían tomado una decisión firme. Ya no había vuelta atrás. La policía se encontraría confundida por lo que le había pasado a Bostich Nestravsky. En "el kanato de Nóvgorod" se encontrarían festejando el décimo cumpleaños de Astana Brida Zarévich, Iván empezaría a contarle aquellas epopeyas épicas que solo su abuelo podía contar bien. Todo el frio que rondaba por Brest se habría de pasar desapercibido en las ruinas. Cuando Iván le dijo:

—"tengo una sorpresa para ti". —

Es ahí donde le pide que cierre los ojos para darle una gran sorpresa:

—"como estas apunto de dejar de ser una niña quiero darte esto". —

Es ahí en donde le da un dije que encontraría en el cofre que se convertiría en la tumba de Akken Pekka, el mismo dije decía "kena ponu", niña amada en su dialecto samoyedo. Pero en medio de toda la magia, unos relámpagos empezarían a aparecer, los tremendos estruendos empezarían a aparecer espontáneamente, disfrazando una conversación entre Mijaíl Kosnietsky y Nicolau Protsniev:

—"el trato ya se hizo antes". — Dijo Nicolau—"el grupo que sobreviva al tiroteo será el que domine el negocio en este inmundo pueblo". —

Así que se pusieron en sus posiciones, al escuchar pisadas, Iván le diría a Astana que se esconda. Se apagaron todas las luces, ya la tormenta habría pasado, la calma apareció, ningún ruido, ninguna perturbación, cuando en un abrir y cerrar de ojos, varios disparos empezaron a sonar. Las balas empezarían a penetrar cada muro de las ruinas, el miedo corría por las venas de Astana, así que Iván tomó su cuchillo, salió a ver qué era lo que pasaba, no había nadie, cuando de repente, escuchó unos gritos muy fuertes, era Astana. Alguien había tomado a Astana, al escuchar los gritos corre tratando de evitar las balas, al llegar a Astana, vio que se encontraba muy golpeada, se empezó a aterrar, entonces volteó, ahí estaba Mijaíl Kosnietsky, apuntándolo con su pistola, cuando le dice:

—"quítate estorbo". —

—"me imagino que en las noches la gente se duerme ¿y si tú también lo haces para prepararte para el último día, para ya jamás verme?"—

Entonces intenta clavarle el cuchillo rápidamente en el vientre pero era inútil, viendo que era más poderoso, Mijaíl le da un disparo en la frente a Astana, Iván lo tira, le empieza a clavar el cuchillo en la muñeca derecha, luego le clava el cuchillo por la boca hasta que se clava en el suelo, para finalmente matarlo a pisotones. Entonces le quita la pistola de la mano, lanza disparos al aire mientras grita:

La pesadilla de BrestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora