La Princesa de Blanco

Epilogo

Desperté en el hospital, mi cuerpo se sentía completamente débil, a tal grado que no lo podía mover. El sonido del monitor de ECG se escuchaba de forma continua y pausada, el televisor estaba encendido, parecía que alguien había estado allí y se marchó hace poco

-...Desde el extraño acontecimiento hace tres meses, el alcalde Roder Stanford ha gestionado más de 9.000000 de dólares en las reparaciones de la ciudad, en especial a la Secundaria Thomas Thomson, quien fue completamente destruida con la aparición de la mujer radiante como el sol... Actualmente la heroína de nuestra ciudad se encuentra aún en coma en el hospital privado de la ciudad... Se dice que la chica quien la acompañaba junto a un hombre lobo desapareció al llegar la policía al lugar una hora después de que los demás seres mágicos regresaran a su mundo por el portal... La señora Amelia Barthon, abuela de la adolescente heroína Eliana Thomson ha sido transferida a la Prisión Estatal de San Quentin, ya que ha sido nombrada culpable ante la corte por complicidad e intento de asesinato en la situación anterior...- Estuve escuchando las noticias en el televisor como por una hora

No podía creer que había estado en coma por tres meses y mucho menos que a mi abuela la llevaron a unas de las mayores prisiones por haber sido una de las que provocó esta extraña guerra de dos mundos. Me sentía muy mal por ella, puesto que tenía demasiados recuerdos hermosos con ella, nunca hizo algo en mi contra excepto esa estúpida guerra y su ambición por el poder.

Después de hora y media observé a mi mejor amiga Milexy entrar por la puerta, ella venía cabizbaja, respiró profundo y aun no levantaba la mirada, supuse que ya había venido demasiadas veces y odiaba verme en este estado

-Hasta que al fin te apareces- dije en medio de un susurro y con mucha dificultad

Ella levantó la cabeza de golpe y se notaba muy sorprendida de haberme escuchado hablar. Una sonrisa enorme con la boca abierta se formó en ella automáticamente, gritó colocándose las manos en la boca, sus lágrimas empezaron a salir y luego corrió hacia afuera conmocionada.

-¡DESPERTÓ!- la escuché gritar de felicidad en la parte de afuera

En menos de un minuto tenía a una gran cantidad de médicos en la habitación atendiéndome y realizándome toda clase de diagnóstico junto a miles de preguntas sobre cómo me sentía.

Solo deseaba ver a mis padres y saber que estaban bien, que no les había ocurrido nada. Después que los médicos se fueron, Milexy se quedó conmigo, ella no pronunciaba palabra alguna, solo sonreía sin parar

-Y ¿mis padres?- pregunté a lo que ella disminuyó su sonrisa pero sin dejar de hacerlo

-Ellos están bien, se encuentran en las habitaciones de al lado, pero pronto vendrán a verte, así que no te preocupes y recupérate- me dijo un poco cabizbaja

-¿Qué sucedió?- pregunté preocupada, por lo que ella suspiró

-El profesor de ciencias fue por ellos antes de que todo colapsara y los dejó con varios huesos fracturados. Parece que él te estaba buscando y ellos te defendieron. Pero han estado recibiendo atención médica desde entonces y no han estado inconscientes ni la primera vez, claro que se desesperaron al saber lo tuyo y se complicaron pero luego se volvieron a recuperar y dentro de dos días se irán del hospital- me dijo suavemente

En ese mes Max me fue a visitar diariamente, al parecer ya lo había hecho costumbre mientras estaba en coma, eso según Milexy. Él cada día se esforzaba por animarme y darme fuerzas para salir pronto. Mis padres no se fueron del hospital ni siquiera un momento, siempre estuvieron conmigo, mi madre dormía conmigo en la habitación después de su recuperación y mi padre cada semana me traía algún regalo. Además había algunos que otros reporteros que entraban a mi habitación para hacerme preguntas sobre aquel día, a pesar de que les habían prohibido entrar y realizarme entrevistas