-No. no lo hagas- dijo Elena para escucharse algo de movimientos bruscos en la habitación y luego la reina salió cerrando la puerta con llave y algo de magia, asegurándose de que nadie la sacara
-¡No me puedes dejar aquí!- se escuchó a Elena gritar mientras golpeaba la puerta con brusquedad
Una vez la reina ida, traté de moverme para salir, pero al parecer Damián pensaba lo mismo que yo, ya que nos movimos al mismo tiempo y sin querer nos rozamos los labios
Lo admitía, este chico era demasiado hermoso y obviamente me sonrojé demasiado mientras mi corazón latía a mil de la vergüenza. Rápidamente salí de allí
-Lo... lo siento, fue sin querer- me disculpé rápidamente con una risita nerviosa. Estaba segurísima de que mi rostro estaba enteramente rojo
-No, yo lo lamento, fue mi descuido- dijo amablemente mientras hacia una reverencia
-¡Sáquenme de aquí!- los gritos desesperados de Elena nos sacaron de trance regresándonos a la realidad
-Usa tus poderes, e aseguro que lograrás salir- dijo Damián mientras sacaba su espada y la trataba de introducir en la cerradura
-¿Damián? Oye ya lo intenté y solo absorbió mis poderes-
En ese momento uno de los soldados de la guardia real llegó corriendo en desespero buscando a Damián, lo necesitaban para la guerra que se estaba formando
-No me iré. La princesa Elena está atrapada aquí dentro y hasta que no esté libre no abandonaré mi puesto- dijo Damián con decisión
-Pero señor, lo necesitamos. Nuestras tropas están muriendo y la guardia real está en medio sin nadie que los guíe-
-Yo no iré- respondió
-General Damián. Le ordeno ahora que se retire o todos moriremos por un simple capricho suyo. No se preocupe por la princesa que yo me encargo- dije ya molesta, el tiempo se estaba agotando y necesitábamos la mayor ayuda posible
-Pero ¿Quién te crees que eres para...?- dijo a la defensiva sin terminar ya que fue interrumpido
-Damián solo vete. Ella tiene razón y descuida que encontraremos la forma de sacarme de aquí- dijo Elena del otro lado de la puerta con autoridad
-Si su alteza. ¡En marcha!- dijo para ordenarle al soldado a ir en son de guerra
Yo intenté usar mis poderes para sacarla de allí pera nada funcionaba, incluso tratamos de usarlos al mismo tiempo sin que ella se enterara de que yo los tenía, pero la estúpida puerta estaba hechizada. Perdimos mucho tiempo intentando sacarla, tanto que ni cuenta me había dado cuando Cleindes me había dejado sola.
De repente escuché unos ruidos bastante fuertes, como si un animal enorme corriera desbocado por el pasillo. Un pelaje blanco y ojos azules se hicieron presentes. El lobo blanco venía corriendo con desespero hacia la puerta, así que rápidamente me arrojé hacia un lado y dejé que se abalanzara contra la puerta mientras la atravesaba sin ni siquiera derribarla y en menos de un minuto Elena estaba encima del lobo blanco para luego salir de la misma manera en que llegó.
-Perfecto ¿Ahora qué?- dije irónicamente
-La diosa de blanco estaba en el lobo. No durará mucho así que andando, antes de que el lobo en sí regrese a su cuerpo y decida sacar a Elena de esto- dijo Cleindes rápidamente.
Me apresuré y corrí con todo lo que tenía en dirección al bosque, las cosas habían empeorado. Había una gran mortandad y Sol había convocado un ejército de soldados con su luz amarilla que estaban ganando. Sol ya estaba terminado de crear su gran portal donde podía una silueta amarilla que emanaba luz del otro lado. En ese momento me di de cuenta que ya estaba invadiendo mi mundo. Corrí tan rápido como pude en dirección a Sol, pero por el comino me encontré con un chico bastante galán de hecho que se dirigía al mismo lugar que yo a caballo. Él se detuvo al verme
ESTÁS LEYENDO
La Princesa de Blanco
FantasíaUna chica sufre constantes ataques en la secundaria, debido a una anomalía en ella, su cabello es completamente blanco y sus ojos de un color fucsia. Cansada de su vida cotidiana, ella regresa a su casa y se adentra en el sótano, donde encuentra un...