La piscina

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- Brrr.
- Brrrr.
- Brrrrrr.
- Si? Hola?- digo con los ojos aún cerrados.
- Hola cariño! Estábamos preocupados, llevamos llamándote desde las 10 de la mañana...- oh, es mamá. Me fijo en el móvil, y efectivamente tengo unas cuantas llamadas perdidas. Pero... si llevan llamando desde las 10, qué hora es ahora?
Miro asustada el reloj que tengo encima del escritorio, las 2 de la tarde.
"Si que es tarde!"- pienso.
- Solo quería saber si todo va bien... ya sabes, con Amy...
Lo pienso durante unos segundos, qué puedo decirle? No estoy segura de que aprobase que salgamos de fiesta juntas, y mucho menos mis sueños...
- Si mamá, todo normal. No hemos hecho muchas cosas juntas, suele quedarse en el salón leyendo. Pero todo va bien!
- Oh, me alegro cielo... puedes decirle de ir algún día al centro comercial o al lago. Ella tiene coche, así que te puede llevar.
- Vale mamá, se lo comentaré! Todo bien vosotros?
- Si, con mucho trabajo. Ahora te dejo cielo, papá y yo te mandamos muchos besos, y a Amy también!
- Adiós mamá, te quiero!
Así que ya son las 2 de la tarde... es bastante tarde, pero pensándolo bien, volvimos muy muy tarde a casa, alrededor de las 6 de la mañana.
Fue una noche estupenda. Cuando llegamos al primer bar, había unos cuantos amigos, todos muy buenorros y arreglados; y tomamos unas cuantas copas. El tiempo pasó volando y a las 4 decidimos ir a una discoteca, "The black", las dos solas y estuvimos bailando hasta que no podíamos más.
Baila tremendamente bien. Y luego, a dormir hasta las dos! Aún no me lo creo.
Me despierto un poco con agua fría en la cara y bajo a comer. Pero otra vez, Amy no está en ninguna parte y yo ya sé dónde encontrarla. Salgo al jardín y está con otro bañador increíblemente bonito (cuántos bañadores tendrá esta tía?). Yo llevo mi camiseta de tirantes blanca y unos shorts de florecitas, un poco infantil.
- Puedes dejarme los pendientes en la mesa?- interrumpe Amy mis pensamientos y acerca su mano para dármelos. Pero cuando estoy suficientemente cerca para que me los dé, con un movimiento rápido me tira al agua.
Caigo de cabeza muy cerca de ella. El frío del agua hace que se me endurezcan los pezones y la camiseta blanca y empapada se me pega totalmente al cuerpo. Amy se ríe con una dulce risa contagiosa.
Ah no, esto no va a quedar aquí! Nado con todas mis fuerzas y consigo coger a Amy por los hombros. Instantáneamente le hago una aguadilla, y otra y otra. Hasta que entrecortada grita "Me rindo, me rindo!". Me parece suficiente castigo, así que la dejo en paz, pero ella ahora viene hacia mí y me ahoga.
Empieza la guerra. Entre risas y aguadillas, estamos más juntas que nunca. Su piel es sumamente suave y, aunque el agua esté ligeramente fría, el contacto con su piel hace que se me caliente el cuerpo.
Acabamos agotadas como dos niñas pequeñas. Tiradas en el borde de la piscina realmente cerca.
Suena el ruido de mi tripa, al final ni siquiera hemos comido!
Así que nos metemos a comer algo. Debería de cambiarme de camiseta? Quizás, pero no lo hago. Terminamos comiendo unas patatas fritas y filetes que había en la nevera en frente de la chimenea. Oh, aquí fue mi sueño.
Le comentó la idea de mamá de ir al pantano y parece que le hace ilusión. Bien, hoy ya tenemos un plan nuevo!

Un mes de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora