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Tratado.

Era increíble pensar que estamos en pleno siglo xxi y aún existan esta clase de calamidades entré familias de alto rango para salvar sus riquezas pero éste matrimonio proponía más qué un simple tratado de dinero, al unir a uno de los hijos Stark con el gran Capitán América en una boda donde ambas detonantes podían generar un completo caos si no se calmaban las aguas, Howard estaba convencido qué el futuro casamiento traería la paz de una vez por todas a la par que los inventos y tecnológica del más alto nivel sería utilizada de buena manera antes de estar atacandose con la ingeniería del genio más codiciado del mundo, igual que su hijo, playboy, multimillonario, filántropo, genio, un hombre perfecto y deseado, con una piel morena suave, ojos color cafés mezclados con una tonalidad miel, contextura delgada y unos centímetros más bajos qué Steve Grant Rogers, hijo de América, rubio, alto, ojos azules, cuerpo de adonis, cualquier chica caería a sus pies con tan sólo un chasquido de dedos, excepto Pepper Potts, hija adoptiva de los Stark, hermana y mejor amiga del filántropo, y la desgraciada qué su padre Howard estaba enfermo por casar con el rubio.

-No puedes obligarme a esto!-Gritó la chica aguantando las lágrimas, ella no quería ser parte de la conspiración qué había entre Howard y Grant Rogers, papá de Steve.

-Hija tienes que hacerlo si no lo haces por nosotros hazlo por Tony-Ella negó enérgicamente, sabía qué su hermano haría de todo para evitar esa unión no deseada por parte de la rubia.

-Tony jamás querría esto! -Volvió a vociferar colérica, ella no dejaría a su novia Natasha por una órden estúpida de su padre, sin esperar respuesta salió de la sala corriendo al taller de Tony de la mansión en malibú, bajo las escaleras donde su hermano se encontraba soldando una pieza de la mark 42 que quedó bastante magullada desde la última pelea a escondidas de su padre, ya qué el científico creía ciegamente qué ninguna armadura funcionaba, que tenían una falla, o simplemente qué Tony no las ocupaba, ya qué el no sabía (ni nadie sabía) qué el era el famoso hombre de hierro, donde todos los ciudadanos desconocían la verdadera identidad de "Iron Man", sólamente la rubia era consciente o sabía del pequeño gran secreto de su hermano, la chica sólamente nombró al castaño y se abalanzó a sus brazos soltando la tristeza que sentía en ése momento.

-Pepp? Qué paso? Papá o Rogers te hicieron algo? -Preguntó acariciando la cabellera dorada de la mujer, le preocupaba ver de ése modo a su mejor amiga.

-Tony no quiero hacer esto, convence a papá de qué desista de esto-Le rogó la pálida chica.

-De qué Pepper? no entiendo de qué hablas, Howard y yo no llevamos precisamente una relación padre, hijo hermosa y linda-Rodó los ojos, le enfemaba hablar sobre su padre, no lo toleraba, siempre tratando de controlar sus vidas cómo si fueran unos muñecos.

-Creí qué lo sabías... -Susurró Pepper.

-Saber que?-Preguntó un poco fuera de sí.

-Papá quiere casarme con Steve Rogers, por un tratado de paz dónde intervino el gobierno, ahora no se qué hacer-Comentó separándose de su hermano esperando la respuesta del moreno.

-Qué Howard qué?! -La llave inglesa en su mano izquierda cayó haciendo un ruido molesto y fuerte dónde se escuchó hasta la sala.

-No Tony, no vale la pe... -Pero la muchacha quedó hablando solá ya qué el genio subió a zancadas la escalera, caminando con furia hasta dónde se encontraban los tres hombres.

-Enserio Howard?! Enserio?! Como puedes obligar a Pepper a esto! No lo voy a permitir! Escuchaste?! No dejaré qué mi hermana viva una vida infeliz con un cualquiera!-Gritó Tony delante de su padre, quién se levantó mirándolo a los ojos, ambos retandose.

Tratado De Amor «Stony»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora