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Secretos

Decir que la noche había terminado ahí sería mentir, llegaron a la mansión entre besos candentes y lujuriosos, abrieron la gran puerta con un Steve Rogers empujando suavemente a Tony contra la puerta mientras esté sonreía con coquetería y tomaba al capitán de su camisa azul volviendolo a besar con desesperación, Steve recargó una de sus palmas en la fría madera y con la otra apegaba a Tony a su cuerpo, el genio se separó y envolvió sus brazos en el cuello de su esposo, porqué esto no era solo un deseo carnal y la cura para calmar tanta tensión sexual en una cama, esto iba más allá qué simplemente tener sexo, el moreno comenzó a besar la mandíbula y cuello con placenteros besos qué hacían delirar al capitán, esté bajó ambas manos a los muslos del genio y le envolvió las piernas en su cintura.

—Llevemos esto a otra parte—Susurró Tony sobre los labios.

—A nuestra habitación?—Preguntó en el mismo tono.

—Buena elección—Murmuró, el capitán subió con agilidad la escalera y sujetando firmemente al pequeño cuerpo en sus brazos, se adentraron en la alcoba, el rubio bajó al hijo del científico y lo despojó lentamente la chaqueta de su cuerpo acariciando los brazos de Tony con la yema de sus dedos, con calma y sin prisas, el castaño mordía y succionaba la piel pálida de su amante, dejando su firma, aquel hombre pertenecía al inigualable Tony Stark.

El magnate abrió con lentitud la camisa del heróico vengador, no quería qué esto se acabará, trataba de extender el tiempo lo más posible, el no sabía mañana, si estarían juntos cómo ahora, si el ojiazul se arrepentía, al menos atesorará este recuerdo cómo el mejor momento de su vida, término de desabotonar y deslizó la camisa por los hombros del más alto, acariciando la marcada clavícula donde puso sus labios dejando una marca violácea, el rubio le levantó la camiseta y la dejo tirada por algún lado de la habitación, el orden no importaba en esa situación, volvió a tomar en sus brazos al moreno y lo dirigió con dulces besos hasta la cama donde reposo su rodilla y depósito al castaño en la cama, este se acomodó mejor y abrió sus piernas dónde Steve tomó lugar besando el pecho y abdomen del castaño con cuidado, dejando mordidas y marcas en uno qué otro lugar, dirigió sus labios a los pezones del menor y suspiró sobre el izquierdo y comenzó a succionarlo y besarlo con desdén, realizando lo mismo con el contrario, Tony con manos traviesas se acercó hasta el borde del pantalón ajeno mirando los ojos zafiro inyectados de lujuria del rubio, recibiendo sólo un leve asentimiento de cabeza, esté los desabrochó y bajo el cierre con una lentitud desesperante para el mayor qué abandonó los pezones del pequeño y beso los labios del genio de forma demandante.

Este adentró con cuidado su helada mano en el apretado bóxer de Steve recibiendo un escalofrío en respuesta y más caricias por parte de las ágiles manos del capitán quien comenzó a gemir entrecortado por los sutiles masajes qué el contrario le ofrecía, Steve no aguanto mucho perdiendo la paciencia y arrancó el pantalón caro a Tony quién ignoro aquel detalle, dejándolo solamente en su ceñida ropa interior.

Volvieron a retornar los besos a su máximo esplendor mientras ambas entrepiernas se frotaban con frenesí acelerando la respiración y la adrenalina de su cuerpo, sus anatomías exigían ser reclamadas por el contrario, su aroma y calor se llamaban entre si, el capitán besó por última vez el abdomen del oculto Iron Man y se detuvo en el elástico del bóxer en ése momento el castaño dudó en hacer la pregunta qué temía una respuesta negativa.

—Quieres hacer esto?—Preguntó recibiendo una mirada de los opacos ojos color cielo y un ceño fruncido.

—Porque lo preguntas?—Consultó el rubio confundido.

—No quiero que nuestra relación vaya de mal en peor con esto y te arrepientas mañana—Susurró con deje de sentimiento en su voz, el soldado sonrió ampliamente y negó besando los hinchados labios ajenos.

Tratado De Amor «Stony»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora