Hablemos de Luca©

LittleBig London

07/09/2014

El frío nocturno de la ciudad era algo que me hacía abrazarme a mis brazos mientras esperábamos para entrar al club reciente inaugurado hacia apenas unos días atrás. Odié no llevar un abrigo que me cubriera, incluso podía sentir el frío traspasar mis vaqueros a la espera de que el conocido de mi mejor amiga apareciera para hacernos entrar a LittleBig London sin hacer la extensa fila de personas que se alargaba hasta la siguiente cuadra.

Para empezar, ni siquiera sabía cómo pasaríamos porque seguíamos siendo mejor de edad. Mi cumpleaños dieciocho no era sino hasta un mes y medio, en realidad, esta noche veníamos porque mi mejor amigo cumplía su mayoría de edad e iba a celebrarlo en el club nocturno de moda en la ciudad, aun cuando entrar podría resultar imposible.

—¡Mike! —Amy exclamó justo cuando un pelirrojo teñido de un rojo fuerte salió del club. Él la miró con una sonrisa de labios cerrada. Tenía una camisa blanca de mangas que llevaba enrollada a la altura de los codos y pude ver un par de tatuajes cubriendo su antebrazo, evité hacer una mueca cuando ella tomó mi brazo acercándome al teñido—, ella es Nina, mi mejor amiga. Mis amigos deben llegar en cualquier momento ¿pasamos o...?

Me percaté de la sonrisa coqueta que abarcó los labios de Amelia cuando el pelirrojo asintió con la cabeza, apenas su mirada duró un segundo en mi antes de volverla a mi mejor amiga. En ese momento miré el piercing que llevaba en la ceja izquierda y evité hacer una mueca.

Me parecía horrible aquel accesorio.

—Hola, Nina. Me llamo Michael, Michael Carver —se presentó amable y extendió una de sus manos en mi dirección—, no se preocupen chicas. Ustedes pasen a disfrutar de la noche. Mi buen amigo aquí, Colby, los dejara entrar en cuanto les avise.

Observé la manera la manera en la que colocó su mano sobre el hombre de seguridad en la entrada que parecía más bien un matón por su tamaño y lo corpulento que era. El tal Colby le dedicó una mirada fugaz al pelirrojo y volvió a mirar al frente casi como un robot automático, después de eso, nos hizo entrar.

—No las puedo llevar y a VIP esta noche, Lia. Está reservada la zona, lo siento. El amargado del dueño quiere el espacio solo para él —escuché como le decía a mi rubia amiga mientras entrabamos al local con la música electrónica sonando.

Poner un pie adentro fue permitir que la música en los altavoces causara una punzada en mi cabeza. Yo no era de salir mucho, en realidad, esta era mi tercera vez en un club nocturno a mis diecisiete años. Dejé salir un suspiro mirando a mi alrededor, el lugar no estaba tan lleno como para tener la gigante fila de espera afuera, había una sección de sofás y otras de mesas alrededor de lo que era la pista de baile. Observé cómo la mesa del dj estaba elevada en lo que parecía ser una superficie de cristal y la barra de bebidas junto a las escaleras para subir a la zona VIP tenía azulejos que brillaban cuando las luces led apuntaban a la zona.

—No te preocupes, Mike. Gracias por esto, eres un amor de persona —Amy prácticamente gritó para poderse escuchar.

Dejé de mirar a mi alrededor al percatarme de que el teñido nos había traído al espacio de los sofás. Él se despidió de Amy con un pequeño abrazo y me dio una pequeña sonrisa antes de alejarse. Cuando estuvo lo suficientemente lejos y mi rubia amiga se permitió sentarse en el sofá rojo de tres plazas, me cruce de brazos para encararla.

—¿Te gusta ese pelirrojo? —pregunté cuando ella me miró, pero fue más una afirmación.

—¡¿Qué...?! Pffff, por favor, Nina. Claro que no, que locura dices.

—Es raro. Parece emo, punk. No lo se. Es... es raro. No digo que no sea lindo, pero repito, es raro.

—Mike es un amor de persona, Nina.