Entonces abrimos la puerta.
Parecía que no había nada. Era un pequeño y estrecho pasillo. Nos pusimos a gatas y empezamos a penetrar en su interior. No habíamos ido muy adentro cuando aparecieron una pequeñas escaleras hacia abajo. Esta vez tardamos unos cuantos minutos en llegar al final.
Llegamos a una habitación con una alfombra de terciopelo que estaba iluminada por unas antorchas en las paredes y un candelabro colgante sobre la mesa amplia rodeado de sillas vacías. Parecía una especie de comedor. Al otro lado del cuarto encontramos una puerta doble con pomos dorados en los cuales habían dibujos de lo que parecía un dragón.
-¿La abrimos?- Preguntó Mark.
-Mmhmm- Solo dije eso mientras movía mi cabeza de arriba a bajo para interpretar mi apoyo. Giramos el pomo pero estaba cerrada con seguro. Probamos a golpearla pero ni siquiera se movía.
-No hay manera - Protesté.- ¿Qué hacemos?
-Mmmm...¡Ya sé!- Exclamó Sally.-Volvamos al sótano y usemos el martillo de antes para romper la puerta.- Dijo alzando las cejas.
Me quedé un rato pensativo pero luego accedí porque me daba mucha curiosidad el saber que hay al otro lado. Fuimos lo mas rápido que pudimos, agarramos el martillo y regresamos. Mark cogió el martillo y le dio con toda su fuerza, mas no sirvió de nada. No tenía ni un rasguño. Siguió intentándolo pero no sucedió nada.
De repente sonó mi teléfono. Mi madre me estaba llamando.
-Hola mamá.
-Oye, ¿vas a venir o que?- Soltó de golpe.
-Si, si. Ya estoy yendo para allá.- Respondí.
-Pues date prisa.
-Esta bien.- Y entonces colgó.
-Bueno chicos ya me tengo que ir. Dejemos esto para otro día.
-Esta bien.-Dijo Sally.
-Vengamos mañana.- Propuse yo.
-Ok.-Dijo Mark.- Vengamos a las 5:00 PM.
Luego salimos de aquel lugar y nos fuimos a nuestras casas. Cuando llegué ya estaba la cena lista. Una deliciosa lasaña. Mientras comíamos mis padres nos preguntaban cualquier cosa.
Mamá es escritora de libros de fantasía. La verdad, siempre he creído que esa profesión le queda bien ya que tiene mucha imaginación. Ademas tiene mucho tiempo para estar con nosotros. En cambio papá es medico. A él gusta la idea de poder ayudar a que las personas estén sanas.
Después de cenar fui a mi habitación, me quité la ropa y me metí debajo del edredón. La oscuridad inundaba casi toda el cuarto. Me quedé mirando el techo y me puse a pensar en todo el día. Un montón de preguntas circulaban sin respuesta en mi mente. ¿Qué hay al otro lado de la puerta?¿Qué era esa cosa azul que perseguí?¿Alguien conoce esa puerta?
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Estoy solo en aquel oscuro sótano.
Miró a mis lados y solo veo los muebles destartalados. Me dirigí a la puerta de salida pero no pude abrirla, la intenté romper pero nada. Probé a escapar por las ventanas pero estas no se abrían ni se partían. Entonces me acerqué a la diminuta puerta que, por algún motivo, estaba otra vez cerrada con el candado y las cadenas.
En eso apareció un gato color negro con blanco. Tenía heterocromia central. Sus ojos eran de color gris rodeado de un anillo celeste. Se me quedó mirando fijamente a los ojos mientras giraba su cabeza. No le tomé importancia y agarré el martillo para romper el candado. Quité las cadenas y me propuse a entrar.
-Oye, ¿ya has encontrado la manera de pasar por la otra puerta?- Dijo alguien a mis espaldas.
Me giré rápidamente en busca de la persona que habló.
-¿O acaso necesitas ayuda?- En ese momento me quede perplejo. El gato me acababa de hablar.
-¿Quieres que te ayude?- Siguió preguntando.
-Pu-pues si necesi-sito ayuda.-Respondí.
El gato solo se limito a hacerme una señal de que mire en un armario. Busqué en todos los cajones y abrí las puertas del mueble pero no había nada.
-Aquí no hay nada.- Le dije al gato.
Este giro su cabeza de lado a lado con los ojos cerrados y entonces se puso a saltar de mueble a mueble hasta llegar a lo alto del ropero. Una vez arriba empujó un libro que había en lo alto y lo dejo caer. Entonces lo recogí del suelo. Le quité el polvo que la cubría. En la portada azul marino había un dibujo de lo que parecía un ave y un titulo dorado que decía "Luønum Id Udøyu". Abrí el libro para leer la introducción y cayó una llave que estaba en ella. Era un llave dorada antigua.
-Esa es la llave.-Dijo aquel gato con una sonrisa.
-Oh, muchas gracias.- Le dije con una sonrisa.
Me agaché para pasar por la puerta. Pero esta vez resulto que detrás de ella no había suelo. Por lo que me precipite al vacío. Habían antorchas por los lados. Caí y caí por aquel túnel que parecía no tener final. Entonces apareció un boca enorme con grandes y afilados dientes que se abrió de golpe para engullirme. Solo le haría falta un mordisco para comerme. Me rodeo con su extensa lengua y cuando estaba a punto de entrar en su hocico...¡PUUMM!
Me desperté de golpe al chocarme con el suelo. Me levanté y observé que todavía estaba oscuro. Agarré el reloj y me di cuenta que eran la 3:00 AM. Así que me volví a acostar en la cama. Me quedé un rato mirando nuevamente el techo y pensé en mi sueño. Es decir, se sintió muy real, demasiado.
¿Realmente abría un libro encima de ese armario? Mañana saldré de dudas. La verdad me llené de curiosidad, tanto que casi no pude dormir esa noche.

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Tras La Pequeña Puerta (Pausado :v)
FantasyKent, un chico de 15 años, se encuentra con una puerta escondida en un sótano y, junto con sus amigos Mark y Sally, la atraviesan despreocupados y se quedan encerrados al otro lado en el que se encuentra un mundo diferente. Ahora les tocará buscar l...