Capítulo 4: El otro lado de la puerta y la dríada

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Desperté con un sueño de los demonios. No quería separarme de mi cama, pero era una batalla perdida contra mi madre.

Después de un largo día, por fin llegó la hora. Me preparé para volver a aquel cuarto tan misterioso. Cogí una mochila y la llené con cualquier utensilio que tal vez seria útil para romper la puerta. Luego fui a recoger a Mark y a Sally a sus casas y nos marchamos. Llegamos al sótano, trajimos cualquier herramienta que nos pudiera servir para abrir la puerta.

Estuvimos un cuarto de hora tratando de abrir o romper la puerta pero nada servia. Es mas, los utensilios estaban mas dañados que la puerta. Estábamos a punto de darnos por vencido. Pero entonces pensé '' ¿por casualidad aquel sueño diría la verdad? Bueno, por probar no pierdo nada''.

Entonces retrocedí volviendo al sótano nuevamente. Me dirigí hacia aquel mueble y, para mi sorpresa, allí estaba el libro con el mismo dibujo y el mismo nombre ''Luønum Id Udøyu". Me quedé en shock por un momento con los ojos como platos. Abrí el libro y evidentemente la llave estaba allí, pero esta vez me fije en otra cosa, el nombre del autor, Ottøt Queirgüi. Me guardé el libro y volví al salón.

-Oye, ¿a donde te fuiste?-Preguntó Sally cuando regresé a la pieza.

-Oh, nada.- Me quedé callado por un momento.- Bueno, emm...mirad lo que encontré.

-¿Es la llave de esta puerta?- Preguntó Mark atónito.

-No lo sé. Yo solo la encontré.

-¿Cuando?

-Hace un rato.

-¿En donde?-Siguió con el interrogatorio.

-Bueno da igual.- No me apetecía que me preguntaran por el libro.- Veamos si es la llave de la puerta.

-Es verdad.-Me apoyó Sally.- Muévete, inténtalo.

Entonces agarre la llave firmemente. Miré determinadamente la puerta. La tensión invadía mi cuerpo, mi corazón palpitaba rápidamente. ¿Será la llave que abra la puerta? Y si lo es, ¿qué habrá del otro lado? Me temblaba la mano. Tragué saliva e introducí la llave en la cerradura y la giré. Entonces una luz blanca salió de los filos de la puerta. Era una luz muy potente. Saqué la llave y quité mi mano y la puerta se abrió sola.

Poco a poco el brillo iba minorando y pude visualizar lo que se encontraba allí. Quedé sorprendido. Había un bosque. Literalmente estaba allí, un bosque, podía ver unos anchos troncos frente a mi. Pasé, junto con mis amigos, al otro lado de la puerta para comprobar que no era una simple ilusión, y no, no lo fue. Era una gran arboleda. Miles de árboles enormes sobre un pasto rojizo rodeaban toda la zona. Un hermoso e infinito cielo azul inundaba en todo el firmamento. Aquellos arboles eran de una altura inusual al igual que el largo de sus ramas.

De repente, mientras observávamos aquel hermoso, curioso y extraño paisaje, la puerta se cerró de golpe a nuestras espaldas.

-Ay no.- Murmuró Sally. Acto seguido corrimos hacia aquella puerta que literalmente estaba parada en la nada.

-Rápido Kent, usa la llave.- Dijo Sally alterada.

-Ya, ya va.- Dije mientras sacaba la llave de mi bolsillo, pero, para nuestra desgracia la puerta se empezó volverse translucido hasta que simplemente desapareció.

-No, no, no, no.-Dije ante tal hecho.

-¿Qué pasó?.-Pregunto Mark.

-No lo se.- Respondí. Hubo un silencia lleno de tensión. No sabíamos que hacer. El único método que conocíamos para volver era aquella puerta, y ya no estaba.

Tras La Pequeña Puerta (Pausado :v)Where stories live. Discover now