"Un dulce despertar" - Amayakarenyuko

159 15 1
                                    


Despertar a tu lado siempre resulta placentero. Mirar tus párpados cerrados y sentir tu respiración chocar contra la mía es como estar en un cuento de hadas.

—Llegaré a temer dormir y que te hayas marchado —digo al viento de la forma más silenciosa, esperando no despertarte—. No podría sobrevivir sin ti —admito al hundir mi cabeza en la almohada.

Lo que tienes de imperfecta lo tienes de perfecta. Tus pequeños ojos negros y tu corto cabello, la curva preciosa de tu sonrisa... Cada aspecto que siempre amaré de ti.

¿Placer? Placer es mirarte mientras duermes. Tu suave respiración me hace sentir en paz, tus finos brazos que me rodean de forma protectora, tu lacio y corto cabello que se esparce en la almohada, las sábanas que se pegan a tu magnífico cuerpo... O tal vez esté exagerando.

Te amo, te amo como nunca he amado. Soñé incontables noches con este momento. Anhelé poder sentirte cada día y suspiré cada tarde por no tenerte.

Deseo que el tiempo se pare solo para mirarte un poco más. Pero tu nariz comienza a arrugarse y tus ojos empiezan a pestañear de forma suave, avisando que estás a punto de despertar y que este momento acabará. Abres poco a poco tus ojos y, de inmediato, tus pupilas me enfocan. No tardas en sonreír y soltar una pequeña risa.

—¿Llevas mucho tiempo despierta? —De igual forma que tú sonrío y cierro los ojos con culpabilidad—. No tienes remedio, pequeña.

Abro los ojos con sorpresa al sentir tus brazos atraerme a ti.

—Amo verte dormir —digo en un susurro antes de que nuestros labios se junten.

—La mejor forma de despertar... —Apartas con cuidado mis cabellos de mi rostro y vuelves a besarme—. Es a tu lado.

Puedo sentir a mi corazón de nuevo acelerarse, a mis manos temblar y a mi mente perderse en tu sonrisa. Ni el mejor poema de amor igualaría lo que siento por ti.

Eres perfecta y única a la vez: atrevida y dulce cuando estamos a solas, romántica a tu manera, y protectora y celosa cuando estamos afuera. En tus brazos yo estoy segura.

¿Cómo no amarte, si vivo para ti? ¿Cómo no adorarte, si tú me salvas de la horrible soledad?

—Te amo —dices al separarnos de nuestro beso, una muestra de amor puro entre nosotras. Te sonrío como una boba enamorada ante tus palabras.

No tardo en percatarme de tus lágrimas. Intentas limpiarlas con tus manos. Coloco mi mano izquierda en tu mejilla con la intención de detener tu llanto.

—No llores, por favor —te imploro con clara preocupación.

Ríes un poco y tomas mi mano plantando un dulce beso en esta.

—Gracias por aparecer, por estar conmigo, por amarme.

Siento cómo las lágrimas se acumulan en mis ojos. Aún estando acostadas me abrazo a ti, ocultando mi rostro en tu pecho, evitando así que me veas llorar.

—No, gracias a ti.

Lloro silenciosamente mientras siento cómo acaricias mis cabellos con dulzura y amor.

—Te amo, mi pequeña. Ojalá me alcanzaran las palabras. —Me aparto de tu pecho y beso tus labios deteniendo tus palabras.

—No digas nada, preciosa. Te amo y, con que digas esas simples palabra, yo seré feliz, porque sé que son reales y que nunca me lastimarás.

Una lágrima resbala por mi mejilla y tú de inmediato la limpias.

—Siempre te protegeré, mi pequeña —recalcas claramente la palabra ‹‹mi››. Amo que me proclames como tuya.

Me haces sentir especial, porque sé que es cierto; sé que siempre te perteneceré en cuerpo y alma, de eso no tengo duda; sé que siempre estaré segura contigo.

Sueltas unas risas avergonzadas y me abrazas de la forma que más amo, sobreprotectora. Besas con suavidad mi cabeza y yo cierro los ojos intentando dormir un poco más, ya que aún es temprano. Después podré volver a escuchar tu respiración tranquila porque sabré que estoy en casa.

¿Lo has podido sentir? Amar tanto a alguien que agradeces con cada centímetro de tu alma haberla conocido. Tú eres mi otra mitad, mi noche, mi luna y mis estrellas, mi mundo entero, MI todo. Encajas por completo en mi ser y yo en ti. Solo ruego al cielo porque no te quite de mi lado.

Ruego incontables noches porque nunca nos separemos y que la chispa de nuestro amor nunca se extinga, porque sigamos necesitando la una de la otra, y que nunca nos aburramos. para poder así cumplir cada uno de nuestros sueños que solo crearé junto a ti... Solo contigo puedo volar.

Puedo jurar que esa mañana vi cómo nuestras almas se fundían por el calor de nuestro infinito amor. Sin duda alguna cada despertar mío será perfecto; sobre todo porque te tengo a ti, porque cada vez que mis ojos se abren puedo ver tu dulce y hermoso rostro en frente de mí.

Sin duda cada mañana será un dulce despertar.

Antología Pinceladas de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora