Antes de ir a la fiesta, tuve la gran urgencia de ir al hotel y cambiarme de vestido.
Iba demasiado santa.
Opté por un vestido negro extremadamente corto y con un perfecto escote de corazón y unas zapatillas que me hacen tener unas piernas del demonio.
Claro, no es como si no las tuviera.
Jer y Ryan me esperarian en la fiesta, aunque claro, ellos esperan que no vaya y este en mi cuarto de hotel llorando por la pérdida de mi novio y mi mejor amiga.
A veces soy tan insensible.
Puedo llegar a ser una perra.
Pero la vida sigue, chicos.
Cualquiera se moriría por ser mi novio y mi mejor amiga.
El chófer se detiene en la entrada y me abre la puerta, me bajo y auto se va.
Me acerco al guardia, quien no ha de pasar de los 25.
Y me está dando un repaso.
-Hola - digo
- Apellido, Señorita?- trata de mantenerse lo más firme y serio posible
- Novack - le respondo con una sonrisa.
Mira su lista y luego hace una mueca, no me sorprendería que no esté.
- Lo lamento, no está en lista.
-Oh, y tú crees que me dejes pasar?, no creo que exista un problema, cariño - me le acerco, le tocó el hombro y digo lo más seductoramente posible las palabras.
- Si..noo creeo que haya pro..ble..ma - empieza a tartamudear y me deja pasar.
Mientras voy caminando me doy cuenta que la música resuena lo más que puede dentro de estas 4 paredes, hay mesas con comida, meseros con bandejas, y demasiada gente.
Salgo al patio que es más exuberante que adentro.
- Lindo vestido, cariño - dice una voz a unos pasos de mi que reconozco con mucha facilidad.
- También es un gusto verte Scott.
Scott básicamente es todo lo que una chica común soñaría.
Pero yo no.
Ardiente, atractivo y tiene un cuerpo imposible de ignorar. Además su cabello rubio oro y sus ojos azules le dan el toque perfecto de inocencia cuando sabemos perfectamente que es el escándalo de la familia Rockfeller.
Scott Rockfeller, les suena?, es hermano de la odiasa de Camille.
Scott a diferencia de su hermana, me idolatra.
Siempre ha estado enamorado de mí, pero jamás he estado disponible porque me la había vivido pegada a Pretzik de alguna manera.Hasta ahora.
Ya no soy virgen después de todo.
¿Qué más puedo perder?
Me acerco a Scott y mientras voy avanzando, él me estada dando un repaso lentamente.
- Te gusta lo que ves, cariño? - le digo al oído.
- Lo suficiente como para ir la cárcel.
- Solo me llevas 4 años, no seas un exagerado.
- Verte en eso y saber que no puedo hacerte lo que quiero y pienso, me mata de mil maneras diferentes, Astrid.
Me rio. - Tampoco es que este disponible, por si no lo sabías, soy una chica muy codiciada.
- Y no lo dudó ni un segundo. Pero en cuanto dejes a ese idiota de Pretzik, no dudes en llamarme, bebé. Aquí tienes un hombro de consolación. - dice lo más cercano a mí.
- Tienes 21 - le recuerdo.
- Puedo fingir que tengo 17 otra vez - dice alzando los hombros.
- Fue un placer verte Scott. - digo mientras doy un par de pasos atrás. - Y por si te interesa, mira Top NY. Seguramente tiene información valiosa para ti. Hasta Luego.
Sólo asiente y me extiende su copa champagne en señal de adiós.
Me dirigo hacia los chicos, se perfectamente donde están.
Y ahí están los dos juntos conversando y tomando enfrente de la mesa de bocadillos.
Arqueo una ceja, y ellos captan mi pregunta.
- Esto - señala la mesa - es un imán para las chicas - dice Ryan.
- Chicas Gordas, obviamente.
- Oh nonono, estoy bocadillos son dietéticos.
Niego con la cabeza.
Tomo su botella de la mano, y camino hacia una mesa y me siento.
Estos tacones matan.
- Si querias una botella, te la hubiera conseguido, As. No que arruinas mi diversión.
- Como si Astrid Novack fuera capaz de acabarse una botella completa por si misma- dice Jer..
-¿Estas insunando, que no puedo? - digo con tono molesto
La cosa que más odio en el mundo es que no me crean capaz.
No es que sea insegura, pero chicas como yo lo tenemos y podemos todo.
- Claro que no, As. Simplemente jamás te he visto terminar una botella. Usualmente le das a un par de tragos y la dejas abandonada y un par de horas después pides otra botella y así sucesivamente.
- Ya vale... - digo tomando un trago.
- Te hemos visto hablando con Scott - dice Ryan apoyándose sobre la mesa.
- Si, así es, existe un problema?
Se miran entre ellos.
- Es solo que... - y nuestros teléfonos vibran.
Eso solo significa una cosa.
Top NY.
" Al parecer nuestra Princesa no llora la pérdida de su leal y apuesto Príncipe Encantador sino va en busca de otro . "
Y aparece una foto mía con Scott cuando le estaba susurrando al oído y él me toma por la cintura, un poco más y toca mi trasero.
- Al principio ignoras a Scott y ahora son toda una pareja. Que zorra, As - dice Jer sin culpa.
- Patético, Jer. De todos eres el que menos debe insultarme. Esa misma palabra a ti te queda más corta. Si quiero ser una zorra, lo seré. Mi novio acaba de dejarme sin razón alguna , Nate prefirió creer en que yo divulgue eso que sobre mi palabra.
- Chicos, el fin de esa página es destruirnos, desde siempre, mantengan la cabeza fría - dice Ryan quien tiene toda la razón pero ninguno hace caso a su comentario.
- Tú no eres así, Astrid. - dice Jer, tratando de aminorar el hecho de que me dijo zorra hace unos segundos
- Haré lo que se me pegue la gana, Jeremy.
Tomé mi bolso y me fui de la mesa.
Estaba lo suficientemente cerca que aún escuché lo que dijeron.
- Idiota, la provocaste - dice Ryan en tono de regaño.
- Ella no es así, y lo sabes. Esta despechada por perder a su único novio y mejor amiga. - le responde Jer.
- Lo sé, lo sé pero Astrid es peor que un cerillo, tantito la provocas y no haces un fuego pequeño creas un incendio - le dice Ryan a Jer en tono de regaño.
Me aleje de ellos.
En toda la noche no les hable ni me les acerque, sin embargo mientras bailaba, ligaba o tomaba , ellos estaban rodando alrededor de mí como buitres , mantenían su lejanía pero sentía sus miradas protectoras.
Me lleve muy malas miradas de algunas chicas.
Y en unas de esas bailadas, me encontré a alguien.
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El Privilegio de Ser Millonario💅👑✈🎉💸
Novela JuvenilNew York la ciudad donde los chismes vuelan, donde todos se meten con todos y donde todo puede pasar. Nuestro privilegio es que somos millonarios y gracias a ello, tenemos cuanto deseamos con solo alzar un dedo, lo único que no compramos es el amor...