Pérdidas

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- Nate, ¿Podemos ir al patio? - digo mirándolo

- Seguro - dice

No dije ni una sola palabra hasta que llegamos

- ¿Porque nuestros padres estan aquí?
¿Los invitaste?

- Probablemente fue mi madre. Además tú papa, es uno de los hombres más ricos del mundo, tiene todo el privilegio de estar aquí.

- Creo que puedo solucionar el problema de tu matrimonio. Si quieres.

- ¿De qué hablas?

- Hablaré con mi padre. El sabrá que hacer. Daré mi perdón a cambio de ti.

- No es tan sencillo, Astrid.

-Lo haré. Pero sin importar cuál sea el resultado no  sé si volveremos a estar juntos nuevamente.

- Astrid...

- Solo necesito espacio- guarde silencio y después dije- Las relaciones deben estar construida a base de confianza mutua. Lo teníamos. Eramos como uno solo. Pero ambos fallamos en algún punto. Tal vez estamos tan acostumbrados uno al otro.- volví a callarme, esperando alguna  reacción, pero no pasó nada -
Tu tenías tus secretos en vez de decirme y tratar de solucionarlo juntos, preferiste hacerlo por ti mismo. Y no quiero que te sientas mal, porque tampoco he sido del todo honesta.

-¿De qué hablas?

- En el verano pasado tú estabas en Inglaterra, mi viaje con Papá fue más corto de lo esperado, regrese el 4 de Julio por la mañana, resulta que Ryan también estaba aquí, así que lo invite a venir, yo estaba tan furiosa con mi padre ese día. Ryan y yo empezamos a tomar , bebí demasiado aquella vez, en lo que esperábamos los fuegos artificiales por el Día de la Independencia. Recuerdo que estaba tan ebria que empecé a quitarme la ropa y me metí a la piscina, él me siguió- sentía que solo le daba vueltas al asunto.

Me miró y me dijo - Astrid, sólo ve al grano.

Así que lo mire directamente a los ojos y dije - Ryan y yo nos besamos y tuvimos sexo.

Esa palabra significaba tanto. Podría jurar que el corazón de Nate se paró por un segundo.

El no había sido mi primero.

Lo engañe.

Y con su mejor amigo .

Simplemente no dijo nada y se fue.

Fui a buscar a mi padre.

No dejaría que Nate se casará, aunque ya no fuera mi novio. Sería arruinarle la vida tan pronto.

No sabía en qué habitación estaba, así que le pregunté a un guardia y me llevo directamente hasta su habitación.

Toqué la puerta, no quería encontrarme una escena comprometedora.

Estaba a punto de hacer tratos con mi el mismísimo diablo.

- Adelante - dice mi padre.

- Hola - digo

- Espero que no esperes que me ponga de rodillas

- No, no esperaria menos de ti, papá. Se que tu orgullo es tan grande como nuestra fortuna. Así que vengo por un trato.

- Interesante. -empieza a caminar hacia el carrito de licor y mientras se sirve un trago dice - Los Novacks somos grandes negociadores. De nuestras palabras dependen nuestra fortuna. Así qué espero que tú hayas heredado el don y no Sam, sino sería realmente una pérdida. Y no toleramos las pérdidas, Astrid.

El Privilegio de Ser Millonario💅👑✈🎉💸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora