Capítulo 1

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¿Vamos Rosie? —dice mi doctor con una sonrisa.

¡Claro que sí Alan! —le respondo saltando de la alegría.

Mientras mi querido doctor acomoda todo en su auto para ir rumbo al trabajo, les contaré un poco cómo son las cosas para que entiendan mejor.

Alan es un doctor excepcional, siempre me hace sentir mejor cuando estoy mal y sabe exactamente lo que necesito. Eso es lo bueno de vivir con un doctor casi toda tu vida.
Él en su trabajo cura a muchos pacientes, algunos son como yo, otros son diferentes. Pero él los trata a todos por igual, con un amor especial, aunque yo siempre seré su única mujer, ya me lo ha repetido muchas veces al principio cuando solía ponerme celosa.
Yo le ayudo la mayoría de las veces con sus pacientes, de vez en cuando sólo estoy con él para que no se sienta solo. Otras veces me hace salir de la sala, ya que tiene que realizar alguna cirugía y no quiere que me impresione.
Alan me da cariño siempre, dice que soy su vida entera y que no sabe qué sería de él si yo no estuviese aquí.

Lo entiendo, él ha tenido mucha mala suerte con el amor, o al menos eso me ha contado en aquellas frías noches que pasamos juntos, cuando se siente algo deprimido.
Yo siempre me quedo quieta cuando él habla, me gusta oír su varonil voz. Sus palabras me calman, pero también me dan felicidad... —Seguro él siente lo mismo, lo sé —pienso al recordar cómo se le ilumina la mirada cada vez que me ve.

La verdad es que yo amo a mi doctor, es apuesto sí, pero no lo amo sólo por eso. Lo amo porque nunca me ha faltado, y ha hecho innumerables cosas por mi bienestar desde el día en que me conoció. Lo recuerdo como si fuera ayer, el día en el que debió alejarse de su madre... a decir verdad me siento algo culpable por eso, pero así las cosas debieron ser...

—Madre, ella es Rosie, la conocí esta mañana y me enamoré al instante de ella... —Alan le hablaba a su madre con mucho entusiasmo, mientras yo sólo me limitaba a esconderme tras él.

—No me gusta, te dije que no trajeras perras a mi casa.

Su comentario me ofendió muchísimo, nadie nunca me había llamado así... ¿acaso se creía que por estar en la calle sería una perra? Ella no conoce mi historia, yo he sufrido muchísimo cuando mis padres me abandonaron apenas nací en un basural...ni siquiera sé como estoy de pie en este momento...

—Rosie se quedará aquí y no se discute más —gritó el hombre.

—Claro que no... ¡Mírala! Está sucia, su cabello hecho un desastre... hasta se nota que no tiene modales... —habló con infinito  desprecio hacia mí.

—¡No puedes juzgarla así!, es obvio que no ha tenido una vida de ensueños precisamente... —se detuvo un momento y continuó hablando— ¿Sabes qué?, me iré de la casa. Tengo dinero suficiente, compraré una casa sólo mía, lejos de ti.

Dicho esto me tomó de la cintura hasta subirnos a su auto, y nos largamos de allí para no volver nunca más.

*Fin del flashback*

Hemos llegado Rosie, andando —anuncia Alan quitándome de mis pensamientos.

Doctor: ¡Te amo! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora