LA ÚLTIMA PIEZA

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Me gire y le mire con asombro. ¿ Como sabia mi nombre?. En todo este tiempo no había tenido ocasión de darlo a conocer.
Su mirada de complicidad me tranquilizó.
- Creo que antes de que se decida a hacer algo con lo que lleva en la mano, debería darme la oportunidad de que terminara mi historia, o mas bien de que le explicara su comienzo.Necesito otra copa. ¿Me invita esta vez usted?
- Si. Creo que el dinero que me gaste me va a resultar rentable. Respondí mientras con mi mano le invite a sentarse en una mesa vacía.
Nos sentamos, llame al camarero y le pedí dos copas. En cuanto termino de servirlas empezó de nuevo su relato.
Esta vez me hablo de como conocio a su mujer en una pista de baile. De como se fueron amoldando el uno al otro y de como el tiempo y la confianza les hacia sincerarse sobre su vida anterior.
- Dude en un principio al oir su historia en darle esta información, pero mi manera de actuar en la vida siempre ha seguido una linea. Y no quiero cambiarla con usted. Creo que la gente tiene que tener toda la información posible antes de tomar una decisión. Quiero que sepa que la persona que conocio hace tanto tiempo y la que aparece en la fotografia son la misma. Si. Hablamos de una "ella" común a nosotros dos. Entiendo su desconcierto actual al conocer esto. Es el mismo que he sentido yo cuando le oia hablar antes. En un principio no conocí a la persona con la que he vivido tantos años juntos en su manera de describirla. Entiendo que le habrá pasado lo mismo con mi relato.
Callo un momento mientras bebía su copa, entiendo que en busca de fuerza para seguir hablando.
- Quiero que sepa... Continuo.
-..... Quiero que sepa.... que me duele hablar con usted sobre mi mujer. Nunca he vivido una situación así. Pero si quiero que entienda que aunque no la amo como antes, aún la quiero. Y ese... "quiero", significa que deseo verla feliz. Al igual que ya me he decidido a no continuar con algo que ya esta finalizado, no seré yo el que termine con algo que parece iniciarse. No.
Me sentí tremendamente confundido. Hablaba de una situacion extraña. Yo casi la definiría como de una mala novela romántica. Y allí estaba yo. Había llegado a mi meta. A volver a encontrarla. Pero esa no me parecía la manera adecuada.
- Se de usted por ella. Si. Usted la marco en una época, no de la forma en que me cuenta, pero si formó parte de su vida. Cuando aun compartíamos confidencias y secretos usted representaba el primer amor. Hay algo en ello contra lo que es difícil luchar. La ilusión del camino andado por primera vez. El recuerdo de algo inacabado. No quería dejarle ir sin que supiera todo esto.
Dejo de hablar y fijo su mirada en mi mano. No me había dado cuenta, pero sostenía la fotografia apretándola en un deseo de no perderla.
- Lo siento. Le agradezco su gesto hacia mi y...
-No se equivoque. Ya le he dicho que la quiero. Y querer para mi es hacer que sea feliz..... al precio que sea. No se si esto es lo que llaman destino. No creo en ello. Usted tiene su propia historia. Creo que se merece el jugar con todas las piezas. Ahora si, debe jugar con ellas.
Su mano se acerco a la mía y en un gesto que me pareció durar una eternidad vi como de manera suave me cojia la fotografia sin que yo opusiera ninguna resistencia y con calma la apoyaba en la mesa. Metió la mano en su chaqueta y saco un bolígrafo con el cual garabeteo algo en el reves de la fotografia. Como si estuviera procediendo en una ceremonia guardo su bolígrafo, cojio su copa y apuro hasta la última gota.
- Le deseo suerte amigo. Y me devolvió la fotografía.
- Adiós. Le dije mientras se levantaba y se dirigía hacia la puerta moviéndose calmadamente entre los escasos pasajeros que aun quedaban.
Al leer lo que había escrito vi el nombre de ella seguido de unos números.
- Su teléfono. Supuse.

LA FOTOGRAFIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora