LA CONVERSACIÓN

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Mi primer impulso fue esconderla . Pensé que podría reclamármela. No, ahora es mía. Su rostro calmado me tranquilizó y comprendí la estúpida actitud que estaba teniendo.
Mi curiosidad iba ganando espacio a la desconfianza. ¿ Que había querido decir con sus palabras?.
- No le entiendo. Esta foto es mía. Mentí.
- Claro que si. Me contesto. - Ahora si, pero antes que de usted, ha estado conmigo muchos años.

Mi cara de desconcierto le hizo sonreir.

- ¿Me permite que le invite a una copa? . Si tiene tiempo me encantaria contar mi historia a alguien. ¿ Que toma usted?

Era un buen comienzo. Entendí que no me iba a pedir la foto y que mi curiosidad podría por fin ser resuelta. Todo en el mismo pack.
Sus ganas de hablar encontraron en mi el mejor oyente. Con un ademán de su mano llamo al camarero y pidió mi copa. Cuando la sirvieron me interrogó con su mirada. Intuía​ su deseo de confirmarle el que iba a prestar toda mi atención . Y claro, le anime a iniciar su relato.
Me atreví a preguntarle sobre la foto y como la había perdido.Sonrio, con un gesto triste y volvio ha hablar.
-Nunca la perdí. Mas bien me quise deshacer de ella. Por eso le insisto que ahora es suya.
Le anime ha hablar en espera de saber si podría hablarle de la relación que me unía a su fotografia. Sabia que debía tener cuidado a la hora de referirle mi historia.

Su narración comenzó explicando el origen de la foto.

Cuando comenzó a hablar su mirada se iluminaba con el recuerdo de aquello que contaba. No me costo seguir su narración. No necesitaba interrumpirte. El precisaba hablar, yo quería escuchar para entender.
Un viaje de novios a una preciosa isla. Santorini. Un comienzo de una nueva vida. Todo por hacer, todo por conocer. Todo era diferente. Las mismas rutinas de antes eran distintas al ser realizadas por los dos. Algo hacia que aquello que pareciera normal se cubriera de una capa de ilusión por vivir junto a alguien a quien se ama.
La fotografia era de ella. Hecha nada mas desembarcar. Nunca había sido bueno en ese arte pero la propia camara parecía llenarse de esa magia que tuvo como resultado la fotografia. Nada mas revelarla quedo atrapado por ella. No hay palabras para describir lo que sintió en aquel momento. Tal vez era lo mismo que se produjo dentro de mi hacia unas horas.
Tras esto la vida siguió su camino y su historia transcurría por situaciones escuchadas por mi infinidad de veces a otras parejas. Una vida en común con sus altos y bajos. Una vida que prometía tanto y que solo consigue momentos fácilmente olvidables. No era algo que esperaba oir. Siempre me he tenido por un magnífico escuchador. Y ahora lo era, pero en sus palabras no encontraba ningún rastro de ella. ¿Como podía ser posible vivir a su lado y caer en ese pozo de desidia y aburrimiento? . No le interrumpí en ningún momento, sus frases, rebotaban en mis oidos. No querían oir ya mas. Otra vez el destino me jugaba una mala pasada.
El fin del relato era el obvio para una historia así. Tras años de vida en común sin sentido, pararon y llegaron a la conclusión de que había que hacer algo, y que mejor idea que volver allí donde todo comenzó en busca de algo que habían perdido por el camino.
Al terminar su mirada reflejaba agradecimiento por ser escuchado. Podría haberle deseado suerte en el intento y marcharme pero mi curiosidad por saber por que se desprendió de la fotografia, de ese símbolo de su amor, me venció.
- Hay algo que no entiendo. ¿Porque ahora? ¿Porque se desprendió de la fotografia?
Con calma aparto sus ojos de mi y los dirigió a su bebida. Y dirigiéndose a ella oi su respuesta.
-Porque se que ya esta todo perdido. Nada hay que buscar, y menos allí. Me he dado cuenta nada mas embarcar. No quiero engañarme. Son quince años desde ese primer viaje y nada encontramos ya que nos una. Por eso me desprendí de ella tirandola al mar. No puedo soportar ver el pasado ahora. Sabe, me pregunto si alguna vez fue real lo que viví.
Asentí con la cabeza y con mi mano apreté su brazo durante unos segundos en un gesto que valia mas que mil palabras de consuelo y comprensión. Un impulso de compartir mi historia con el surgía ahora de manera mas fuerte. La tranquilidad de poder hablar con un desconocido desato mi lengua. Como un torrente le hable de ella, de nuestra pequeña historia en común. De los muchos años de amor y necesidad que mantuve dentro de mi y que solo el tiempo había hecho crecer día a día, minuto a minuto.
Era la antítesis a su historia. Eran dos historias de amor diferentes. Eran dos necesidades de dos personas unidas en un lugar y un momento.
Cuando termine pude mirarle a los ojos. Su mirada mostraba un atisbo de duda en querer hablar. Le costaba decir algo, pero al rato comenzó a hacerlo.
-Es curioso. Y callo.
-¿El que es curioso?
Silencio.
..... - Disculpe. Nada, es curiosa su historia.
Su posterior silencio me hizo entender que ese momento que nos había unido hacia un rato tocaba a su fin.
- ¿Que piensa hacer con la fotografia?. Le aseguro que no la quiero.
Se sonrió, supongo, al ver mi cara de preocupación por si me la pedía.
-Creo que me voy a deshacer de ella. Si. Voy a terminar lo que comenzó usted. Espero que esta vez el mar acepte nuestro regalo.
- Suerte.
- Gracias. ¿Sabe?. Le deseo suerte tambien. A veces las historias no tienen por que ser felices. Gracias por la invitación y por su confianza hacia un desconocido.
Se sonrió.
- Si. Eso creo yo tambien. Gracias por escucharme.
Me gire y avance por el salon hacia la puerta de salida. Apretaba la fotografia con mi mano mientras empezaba a intentar convencerme que debía deshacerme de ella.
Toque con mi mano la puerta para salir cuando una voz conocida dijo mi nombre.
- Usted no es un desconocido para mi.
Me gire y mis ojos confirmaron que la persona que había hablado era la misma con la que había estado compartiendo confidencias toda la noche.

LA FOTOGRAFIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora