Capítulo 4°: El interrogatorio

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El saqueador se despertó con una bolsa en la cabeza. Estaba maniatado y confuso. No sabía que había pasado ni donde estaba. Comenzó a revolverae con intención de liberarse de sus ataduras pero le fue inútil.

Bill: Ahh. ¿Así que ya estás despierto ehh? -dijo a la vez que le quitaba la bolsa de la cabeza-. Sabes, es tu día de suerte si nos dicen todo lo que queramos saber, te irás libre. Si no, pues te mataremos.

Bill salió de la habitación cerrando la puerta. El saqueador estaba algo mareado por la perdida de sangre. Observó su pie cercenado. Tenía varias bendas a modo de torniquete. Era evidente, que sus captores se habían tomado muchas molestias para que no muriera de momento. Miró a su alrededor. El lugar en el que estaba cautivo era un edificio de la calle en el que había tenido el enfeentamiento entre los que consideraba los suyos y los desconocidos que lo retenían. No sabía lo que le tenían preparado, pero una cosa era segura, no iba a ser agradable. La habitación estaba oscura debido a que el Sol caía derrocado por la presencia de la Luna. Era un sitio bastante castigado por el tiempo. Papeles podridos y tirados por el suelo, muebles rotos e incluso comenzaba a brotar del suelo algo de vegetación. Al saqueador le rugía la garganta como una bestia a la que no alimentan. Estaba hambriento. No había comido desde por la mañana. Supuestamente, lo iban a relevar por la tarde, pero eso no ocurrió. Tuvo que hacer turno doble y encima, toparse con los extraños con los que se habían encontrado una división  de su grupo que se dedicaba a dar vueltas por toda la ciudad, echando y matando a extraños. Cosa que no le parecía bien, pero que tenía que aceptar, pues si decía algo, su grupo lo echaría o lo matarían.
Pasó una hora de la desde que Bill entró a la habitación y él saqueador se encontraba aburrido. Se abrió la puerta causando nerviosismo al hombre al ver a Joel entrando en ella.
Joel se quedó unos segudos contemplado a su "invitado especial" en la oscuridad. Se acercó a él con una tranquilidad pasmosa.

Joel: ¿Cómo te llamas? -preguntó con frialdad.

Xx: Me llamo Christian pero todo el mundo me llama Chris.

Joel: Muy bien, ¿Qué hacéis vuestro grupo en esta ciudad?

Chris: Sobrevivir como haría cualquiera.

Joel: ¿Todo el mundo cuelga a la gente de las farolas sabes Christian? -dijo con sarcasmo.

Chris: Oye no todo el mundo es así en el grupo. Sólo acatamos normas del jefe -respondió.

Joel: ¿Ah sí? ¿Y quién es ese jefe?

Chris: No puedo decirtelo -contestó con miedo-. Si se entera que os he dicho algo, él me matará.

Joel molesto por la negativa de Christian a hablar le dio un una patada en el rostro, provocando que comenzara a sangrar.

Joel: ¡Yo te matare si no hablas! -gritó.

Christian se incorporó un poco como pudo.

Chris: Esta bien esta bien -dijo mientras jadeaba-. Se llama Gregory lo podrás distinguir porque es el único hombre rapado que hay en el grupo. Lleva un siempre una cazadora negra de cuero, pantalones de camuflage y botas militares. Es un pirado peligroso no os conviene acercaros a él -explicó.

Bill entró de repenteen la habitación para apoyar a Joel que en su opinión fue muy suave.

Bill: Escuchame cara mierda, me importa una puta mierda ese cabrón. ¿Dónde os asentais? -preguntó en un tono amenazador.

Chris: Escuchame estúpido si no mate a tu amigo antes fue porque me parecéis buena gente. Simplemente os estoy advirtiendo de con quién os metéis.

Joel: ¿Tenéis coches que funcionen?

Chris: No puedo deciros eso.

Lamentablemente para él la paciencia de Bill se agotó. Éste se fue a la ventana de la habitación y la rompio de un golpe con el fusil que tenía. Cogió varios de los cristalitos rotos guardándoselos en el bolsillo. Luego le dio varios puñetazos a Chris que tenía sangre seca en su rostro por la patada que le asestó antes Joel. El hombre metió los cristalitos en la boca del saqueador y le propino varios puñetazos en los labios. Chris tosió todos los cristales ensangrentados. La boca de Chris sangraba sin parar. Tenía un montón de cortes.

The Last Of Us: Una Nueva OdiseaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora