Capítulo 9° : El bosque

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Punto de vista de Bill:

Parecía que la noche iba a ser larga y tal como dijo Joel, Bill se dirigió a peinar la zona en busca de sus compañeras. La verdad es que hacía una noche tranquila. Una pequeña brisa provocaba una sensación de frescura muy reconfortante en la cara. Los árboles se mecían suavemente por la escasa acción del viento. Bill estaba inmerso en sus pensamientos a la vez que caminaba cuidadosamente y algo agachado. Pensaba todo lo que haría al llegar al campamento. Habría paredes firmes, podría sentirse seguro, dormir placidamente sin preocupaciones, no tener que comportarse de forma tan ruda con los demás, pues lejos de ser su verdadera personalidad aunque era cierto que Bill era algo maleducado y basto, también tenía un gran corazón. El tiempo pasaba y el hombre no encontraba rastro ni de sus amigos ni de las chicas. ¿Estaría en el camino correcto? La verdad es que no lo sabía, pero sólo había una forma de averiguarlo, tenía que seguir buscando. Ciertamente, Bill quería dar lo antes posible con Eve y Ellie, ya que así podrían continuar su camino hasta el campamento del hermano de Joel. De repente, vio algo a lo lejos que se movía lentamente. Estaba muy oscuro, apenas se veía nada. El hombre se echó cuerpo a tierra y comenzó a arrastrase cual culebra sigilosa sobre una rama antes de abalanzarse sobre su presa. Cuando estuvo a unos 20 metros de aquella figura, el superviviente se percató de que  estaba observando a un ciervo, posiblemente el que se escapó cuando cazaba con su compañero Chris. Esta era la ocasión perfecta para conseguir algo de cenar. Todos estaban bastante hambrientos y la comida se acabaría en poco tiempo. Bill no dudó ni un segundo y se puso de rodillas para disparar más cómodamente, apuntó al animal pero justo cuando iba a apretar el gatillo, el ciervolo miró y asustado, trotó hasta que quedó oculto en la maleza.

Bill: Maldición, si es que lo sabía. Puto ciervo -dijo hablando consigo mismo-.

Él no se rindió y se dirigió a perseguir al ciervo. Además, así aparte de buscar a sus compañeras también traería algo que llevarse a la boca. Dos pájaros de un tiro. Tras un rato deambulando por los lares por donde pasaba el animal al que perseguía, Bill oyó varios disparos. El superviviente quedó varios segundos quieto en su lugar sin mover ni un músculo, intentando adivinar que había pasado. ¿Eran sus amigos los que disparaban? Y si era así, ¿estarían en peligro? Su cabeza se lleno de dudas. No sabía que hacer. ¿Y si eran un grupo de extraños y perdía la oportunidad de cazar a ese magnífico ejemplar de ciervo?¿Y si volvía atrás sin encontrar a Eve y Ellie?

Después de un rato buceando en sus pensamientos Bill se dio cuenta de que era mejor proseguir su camino. A los diez minutos de seguir su camino, vio a lo lejos una cabaña de madera. Era de un tamaño mediano y de una sola planta, pero tenía pinta de ser acogedora. Una de las las ventanas, estaba iluminada por una luz que salía de su interior por lo que suponía que ese lugar no estaba abandonado. Un rato después de observar los alrededores, Bill continuó acercandose a ella, pero con precaución y sigilo. Al posicionarse más cerca, vio que había dos hombres cerca de la entrada arrastrando al ciervo muerto hacia adentro. Supuso que los disparos de antes se produjeron cuando esos hombres intentaban acertar al animal que ahora estaba muerto en el suelo.

El superviviente esperó pacientemente a que los dos individuos extraños metieran el cadáver dentro de la casa. Cuando se aseguró de que no había nadie por el lugar, se aproximó a la cabaña y se asomó por la ventana para ver de que hablaban los extraños. Parecía que en el interior había una persona más, pues se podían distinguir tres voces distintas.

Extraño 1: ¡Joder! Vaya pieza. Estoy bastante satisfecho. Parece que podremos darnos un gran festín esta noche por cortesía de éste bichejo -dijo señalando al cadáver del ciervo.

Extraño 2: Si. Soy un gran cazador ehh. Nadie escapa a mi puntería magistral. Todo lo que apunto acaba en el hoyo -respondió vacilante.

Extraño 3: Ohh claro. No seas exagerado rio. Si el ciervo pasó a tu lado. Podría haberlo hecho cualquiera.

Extraño 2: Callate ¿quién lo cazó?

Extraño 3: Si vale fuiste tu, pero el ciervo venía corriendo de a saber donde y se te puso básicamente en las narices -explicó a carcajadas.

Extraño 2: Pff envidia. Aún así fue un disparo limpio.

La conversación siguió su curso pero Bill no prestó interés. ¿Un disparo limpio? ¿Sólo uno? ¿Entonces que fueron los demás disparos que oyó? ¿De dónde procedían?¿Estarían sus amigos en peligro? Bill comenzó a ponerse nervioso y eso era mala señal. Cuanto más nervioso se ponía, más impulsivo se volvía y más fallos solía cometer. El manto de la noche ocultaba todas las cosas. Sería muy costoso volver sobre sus pasos. No sabía que podía hacer. Pero rápidamente recobró la calma. Sus compañeros sabían cuidarse sólos probablemente habrían matado a algún animal salvaje, o eso se dijo para sus adentros para sentirse más aliviado. Lo único que podía hacer ahora era seguir escuchando la conversación que se desarrollaba en el interior de la cabaña.

Extraño 1: Bueno, ¿que sabeis de la avanzadilla?

Extraño 3: No tardarán en volver.

Extraño 2: Si, dijeron que regresaría tras inspeccionar algunas zonas de este bosque. No quieren encontrarse sorpresas supongo.

Extraño 1: Pues no deberían preocuparse. No nos hemos topado con ninguna persona o animal infectado.

Un momento pensó Bill. ¿Había oido bien? ¿Animales infectados? ¿Cómo podía ser posible? Se suponía que uno de las pocas cosas buenas del cordyceps era que solo afectaba a humanos. ¿Desde cuando los animales podían infectarse? Una cosa estaba clara, el virus cada vez se volvía más letal.

Extraño 1: En realidad hacen bien. Prefiero que seamos cautos.

Extraño 2: Hombre precavido vale por dos. O eso dicen.

Extraño 3: Si eso es cierto pero eso no lo es todo.

Extraño 2: ¿Qué quieres decir?

Extraño 1: Quiere decir que si algo tiene que pasar, no importa lo que hagas, tarde o temprano pasará.

Extraño 3: Exactamente.

Extraño 2: Ahh ya te entiendo. ¿Lo dices por lo del campamento?

Extraño 3: Efectivamente. Gregory no dejaba pasar a nadie en el pueblo. Patrullas salían diariamente mañana y tarde para limpiar distintas partes de la ciudad. La seguridad era muy estricta y escrupulosa y aun así...

Extraño 1: Aún así se colaron  en el campamento y sin motivo alguno arrasaron con todo.

Extraño 2: Ya... Es cierto.

Extraño 3: Yo pienso que los que lo hicieron si podían tener motivos, pensadlo. Entran a un campamento lleno de utensilios, armas y más suministros y ¿sólo se llevan un coche? Yo pienso que Gregory nos oculta algo.

Extraño 1: Puede ser...

La conversación prosiguió un rato más. Bill se quedó algo sorprendido. Ese capullo de Gregory y su grupo iban tras ellos en busca de venganza. Y lo más inquietante de todo es que había logrado dar con ellos con una rapidez pasmosa, aún habiendolos dejado sin vehículos...
El superviviente pensó que quedarse ahí más tiempo era peligroso e innecesario por lo que dio la vuelta y comenzó a ir sobre sus pasos como buenamente pudo, pues todo era oscuridad y apenas se alcanzaba a ver a más de varios metros de distancia. Cuando llevaba un pequeño rato caminando, se paró en seco y se agachó. Había sonidos de pisadas y de varias voces que se acercaban. Entonces, el hombre se puso cuerpo a tierra confiando salvarse por la escasa visbilidad que ofrecía el lugar. Cuando pasó el tiempo suficiente, el superviviente siguió su camino agachado. Rato después volvió a escuchar pisadas, pero cuando iba a repetir el ritual anterior, se escucho una voz gritar.

Xx: ¡Ehh tú! ¡Chicos allí hay alguien!

Al escuchar ésto, Bill comenzó a correr hasta que sintió que el pulmón se le salía por la boca. Tras recuperarse siguió corriendo, pues sus perseguidores le pisaban los talones. Todo iba bien, parecía que poco a poco se alejaba de ellos pero... Un hombre salió de un árbol y le pegó con la culata de su arma en la cara. Ésto hizo que Bill cayera al suelo aturdido.

Gregory: A dormir grandullón -dijo con un tono feliz al tiempo que alzó su pie para pisotearle la cabeza.

Bill quedó inconsciente al instante. Los hombres de Gregory llegaron a su encuentro varios minutos después.

Gregory : Atad a este pedazo de mierda y procurad que no escape -ordenó a sus hombre.

The Last Of Us: Una Nueva OdiseaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora