Lauren se quedó helada en ese momento, no se movía. Tomé una bocanada de aire y apreté su mano, intentando hacer que me sintiera, que supiera que estaba a su lado y no me iría a ningún lado. Puse mi mano en su pecho y le besé la mejilla.
- Está bien. Lauren, escúchame, por favor.
Lauren agachó la cabeza y me miró con confusión, intentando descifrar mi expresión. Con ambas manos, tomé su rostro y la acerqué a mí.
- No pasa nada. - sonreí. - Es tu padre, no tienes por qué ponerte así, mi amor.
- ¿Qué haces aquí? - exclamó Lauren aún pegada a mi rostro.
El papá de Lauren se acercó a nuestra posición y admiró la escena que estaba dándose justo frente a sus narices.
- Te pido que me mires y podamos hablar de una manera civilizada, Michelle. Ya no tienes 5 años, ¡por Dios! - refunfuñó lo último.
Lauren me soltó y me regaló una sonrisa gentil.
- Aquí me tienes, padre. - dijo mientras se ponía justo frente a mí y me daba la espalda para encarar a su papá.
- Hija, por favor, acepta mis disculpas y desayunemos en paz. - le pidió el hombre mientras señalaba la mesa ya llena de platillos con fruta, panqueques y muchas otras cosas más.
- Las acepto padre, pero tendremos que hablar después. - le dijo con una mirada amenazadora, de esas miradas que nadie puede pasar por alto.
Todos caminamos hacía la mesa para comenzar a tomar comida de las bandejas que se posicionaban al centro de la mesa en línea recta. Lauren aún estaba algo tensa, y cada vez que escuchaba a su padre hablar de su nueva vida, me tomaba de la mano y la apretaba fuertemente mientras su mano sobaba su mandíbula en un intento de no empezar a gritar.
- Y bueno, Lauren, ¿quién es esta bella dama? - preguntó Michael, el padre de Lauren, mientras me guiñaba el ojo.
Lauren irguió la espalda y me tomó de la mano aún más fuerte.
- Es mi novia, papá. - anunció Lauren mientras carraspeaba su garganta.
- No sé su nombre.
- Camila- intervine.
- Hm, lindo nombre... Camila. - dijo Michael asintiendo con la cabeza en modo de aprobación. - ¿Y desde cuándo están juntas?
- Cumpliremos 6 meses juntas en una semana. - anunció Lauren.
- Estoy feliz de que hayas encontrado a alguien que te ame, después de todo lo que pasó con...
- No hablemos de eso, ¿quieres?
Cuando el desayuno acabó, Michael nos ofreció que fuéramos al lago y fuéramos a dar un paseo en bote. Así lo hicimos. Al principio Lauren estaba dudosa de ir pero entre unos amigos la convencieron.
Cuando nos subimos al bote, Lauren me alzó en sus brazos y me sentó en la orilla que daba vista perfecta a todos los alrededores del lugar. Era perfecto.
Cerré los ojos e imploré estar haciendo lo correcto, que todo mi plan saliera como se suponía que estaba planeado y que éste bebé que llevaba dentro lo entendiera y no me juzgara por dejar a su madre. Mis poros absorbieron los rayos del sol llenándose de esa sensación cálida que emergía hasta mi última célula. Dejé que el sol se apoderara de mí y que el viento moviera mi cabello delicadamente. Me llevé las manos al vientre con cuidado y pronuncié un "te amo" mentalmente.
- ¿Qué haces? - dijo la voz chillona de Marian mientras se inclinaba sobre mi posición.
Me puse algo nerviosa y retiré mis manos del vientre tan rápido como pude.
- Meditando. - inventé para que no sospechara nada.
- ¿Para el mareo o algo así?
Asentí con la cabeza y le regalé una pequeña sonrisa.
Seguí viendo a mi al rededor y vi a Lauren recargada en la proa del bote junto con Lucy. Estaban riendo y Lucy se recargaba en su cuerpo intentando reponerse. Hice caso omiso a mis ojos y pensé en mi madre.
Un día ella me dijo: "no renuncies a lo que amas, no dejes que el miedo te detenga. Enfréntalo y recuerda que el amor te lleva a donde quieras. El miedo no". Y eso era justo lo que estaba haciendo. Renunciar a lo que más amo.
Me perdí en algún momento de mi vida hasta que Marian chilló regresando al aquí y al ahora.
- Me siento afortunada de conocerte, Camila. - exclamó mientras me abrazaba. -
- Gracias, Marian. Lo mismo digo.
Le sonreí y disimuladamente miré a Lauren que seguía con Lucy, pero ahora estaba rígida y se veía tensa. Sobé la espalda de Marian mientras la abrazaba para después regresar a nuestra posición original.
- Estoy contento que Lauren te haya encontrado y que sea completamente feliz contigo. Le hacía falta sonreír un poco. - dijo un amigo de Lauren con las manos dentro de sus bolsillos.
- ¡Ser viejo no significa que no me metan en sus pláticas! - exclamó Michael.
- No era lo que pretendíamos, señor Jauregui. - dijo el.
- Eso pensé. ¿Y bueno? ¿No van a meterse al agua?
- Sería buena idea si trajéramos bañadores.
- ¿Quién dijo que no traen? Clara se hizo cargo de traerle a cada uno sus bañadores. - dijo Michael mientras sonreía de esa manera tan agradable que él tenía.
- Bueno, entonces vamos a alistarnos para mojarnos un poco. - dijo el amigo mientras se frotaba las manos en signo de emoción.
Me di vuelta para encontrarme con Lauren de nuevo, pero ahora estaba tomando la mano de Lucy entre las suyas, mirándola directamente a los ojos. Separó sus manos y le apartó un mechón de cabello de la cara para posicionarlo detrás de su oreja y con su mano acariciarle la mejilla. Esa escena me recordó que después de todo, no estaba mal dejarla ser feliz de nuevo.
Cuando las quedé viendo por más de un minuto, Taylor carraspeó su garganta cerca de mi oreja sacándome de mi trance.
- Ella te ama. - me dijo tocándome el hombro.
- No lo sé, creo que Lucy es mejor para ella que yo lo soy. - dije sin pensarlo.
- ¿Qué dices? Estás loca, ¿no? Ella no es tú, Camila. He visto cómo te mira, y jamás miró a nadie como a ti.
Pero seguí viéndolas hasta que esos ojos verdes me voltearon a ver a mí, a ignorar a Lucy por ese cosquilleo en la nuca que le ocasionó mi mirada. Me miró y vio algo que nunca quise que viera, me vio mirándola con añoranza, como si la hubiese perdido desde ese momento. Y ella solo pudo intentar acercarse a mí pero quedarse helada y no poder nada y yo, yo solo me di la vuelta y fui a ponerme mi bañador.
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sex instructor; camren g!p.
Fanfiction"La primera clase es gratis." ⚠LAUREN G!P⚠ -28.12.16//19.02.17-