Y apareciste tú

-Capítulo 16-

Habían pasado dos meses desde el día que laté. Andrew desde aquello no a vuelto a clase por alguna extraña razón, ¿sería por mí?, bueno, el caso es que me he centrado en Alex y no voy a decir que no he echado de menos a Andrew en algún momento porque sería mentir, intento vivir sin él y lo estoy consiguiendo, así que dejemos de lado ese tema.

Me desperté debido a la luz que salía de los ventanales de mi habitación y por el ruido que causaba Sara. Abrí mis párpados y me encontré a mi desastrosa mejor amiga revolviéndome la habitación.

-Son las 6 de la mañana, ¿qué narices haces?- Me froto mis cargados de cansancio y la observo.

-Estoy buscando fotos tuyas de pequeña.

-¿Para qué?

-¿Estás tonta? ¡Feliz cumpleaños!

No me puedo creer que sea ese asco de día, odio mi cumpleaños más que a nada en el mundo, no tengo ninguna razón, no tengo una mala pasada, simplemente me parece una tontería celebrar que tienes un año menos de vida.
Me levanto de la cama y bajo con Sara a desayunar.
En la mesa se encontraban dos tazas con chocolate caliente dentro, todos los Viernes mi madre hace chocolate caliente para desayunar, sobre todo si viene Sara a dormir. Mi madre nos recibe con una amplia sonrisa un "felicidades" y un cálido abrazo mañanero.

-No me apetece desayunar-Remuevo la cucharilla en el chocolate formando círculos.
Sara había terminado así que nos dirigimos a mi cuarto, a prepararnos para el instituto.

-Es por él, ¿Verdad?- Alza las cejas y se sienta en la esquina de la cama, esperando a ver que me voy a poner.

-No te imaginas cuanto le echo de menos.

-Tienes a Alex, piensa eso. En estos dos meses habéis estado muy bien y has podido vivir sin Andrew, poco a poco iras olvidándole, no te preocupes.

-¿Y cuándo terminará ese poco a poco? Cada día pienso en él. -Tiro la ropa al suelo y prosigo- Estoy bien con Alex, pero Andrew, no sé.

-Hagamos una cosa, a partir de ahora nada de hablar de el, así no pensarás tanto en el, y si piensas en el recuerda tus buenos momentos con Alex ¿Vale? ¡Disfruta de tu cumple!

-Vale.

Me abrazo a Sara, cojo mi ropa y me visto. No tardó mucho en vestirse ella también, así que cogimos las mochilas.
En el portal estaban Scott y Alex, el resto iban por caminos diferentes desde hacía unas semanas.
Alex me da un beso, una bonita felicitación y un abrazo, era agradable, pero como los besos de Andrew...

-Tienes mala cara, ¿Estás bien?-Me agarra la barbilla para que le mire a los ojos, me dedico a buscar una excusa.

-Sí, simplemente no quiero que sea mi cumpleaños.

-Ya verás, va a ser perfecto, te lo prometo. Bueno, ¿vamos?

Asentimos y nos dirigimos hacia el instituto. Todo sigue igual por allí, la idiota de Carla sigue tonteando con Alex, Laura sigue mirándome mal, Sara y Scott siguen juntos etc. Nunca pasa nada interesante la verdad. Entramos a la aburrida clase de matemáticas con la idiota de la profesora, yo me senté con Alex, naturalmente

-¿Hoy quedamos no? -Alex me coge la mano y sigue hablando-Es tu cumpleaños, quiero estar contigo.

-Sí, pero nada de fiestas por dios.

-Vaaale.

Se que me iba a hacer una fiesta igual pero bueno, por intentarlo, que no falte.

-Ahora en serio, a ¿quien quieres invitar a tu fiesta?

-Supongo que a los de siempre, si quieres invita amigos tuyos o algo, quiero que también tengas parte de tu compañía ya que es en tu casa.

-Gracias mi vida.

Proseguí con mis ejercicios de matemáticas sin darle importancia a mi estúpido cumpleaños. La mañana se dedicó a abrazos, felicitaciones y besos, una mañana aburrida, pasó lenta, pero al fin llegue a casa con Sara, solo quería tirarme en la cama y dormir, el cansancio me podía. Y eso es lo que hice, llegue a casa y me tiré en la cama sin pensar en nada ni nadie, hasta que noto como alguien me tira una almohada a la cara.

-¿No piensas ir arreglándote para tu fiesta? -Se cruza de brazos y alza las cejas.

-Quiero dormir.

-De eso nada, a la ducha ya.

Me negué, pero Sara no se iba a rendir, me llevó hasta la ducha, con ropa y todo y puso el agua totalmente fría.

-¡Sara me cago en ti! -Tirito del frío y Sara se ríe de mi.

-Sácate la ropa y dúchate, por favor.

No tuve más remedio así que cedí a su propuesta. Me desnudé y me duche, al salir ya me estaba esperando con el secador y unas planchas de pelo, dos peines y dos cajas llenas de gomas y pinzas.
Me senté en una banqueta que no se cuando, Sara llevo allí. Me peinó poco a poco cada mechón, y fue secando el pelo por zonas, me recogió un poco de pelo con las pinzas y lo que quedaba suelto lo planchaba, así sucesivamente.
Luego me arrastró hasta el armario, al menos hay iba a hacer lo que me diera la gana, cogí los pantalones vaqueros cortos de tiro alto, un crop-top y unas Adidas, simplemente eso.

-Supongo que ya estás lista, ¿nos vamos?

-Sí...

Salimos de mi casa, y nos dirigimos a la casa de Alex, estaba a un par de manzanas del instituto.