Una herida + un accidente

130 10 17
                                    

Primera parte.

Un reconocido aroma comenzaba a inundar la sala. Aguarde en el sofá por mi amigo quien se encontraba en la cocina preparando café y una vez que acabo, camino a donde me encontraba. Tomo lugar en el pequeño sofá ubicado a un lado mientras empezaba a dar su primer sorbo.

Intente beber un poco pero no podía. Parecía que mi estomago se había cerrado por completo, me exigí al menos tomar un pequeñísimo sorbo y dejar el resto; la impaciencia poco a poco surgía y el verlo tan relajado solo provocaba que mi nerviosismo atacara.

- Bien – Detuvo el ensordecedor silencio. Dejo su café en la mesita frente a él y me observo directo a los ojos, sin intenciones de apartarlos. - ¿Qué quieres saber?

- ¿Qué que quiero saber? – Pregunte estupefacto. – Si esta es una broma, por favor no lo hagas

- Está bien, lo siento. Solo quería asegurarme de que... - Lo interrumpí antes que continuara con su parloteo.

- Jae Bum...

Se disculpo nuevamente y tomo en sus manos nuevamente la taza, asegurándose de acabar con su contenido. Un suspiro marchito escapo de él, si no lo conociera lo suficiente, diría que no deseaba hablar pero mi insistencia era prácticamente como una jaqueca que no sería fácil de quitar.

- HaNeul – Comenzó por decir. La rigidez decoro su rostro. – Ese es el nombre de la persona que te envió las notas. Fue la única a quien amaste pero también... a quien más daño le causaste

- ¿Qué? – Pregunte confundido. – Lastime a esa chica pero, ¿Cómo?

- Fue hace un año, de hecho, el mismo día de tu accidente – No necesite preguntar, él solo continuo y yo escuche atento, como un niño oyendo una historia. – HaNeul y tú eran compañeros de escuela. Te envió una nota confesándose, a esta le acompañaron otras y luego otras. Al comienzo no le diste importancia pero con el paso del tiempo empezaste a quererla aun sin conocerla, hiciste todo para descubrir a esta misteriosa chica hasta que al fin alcanzaste tu objetivo, el resto, bueno, creo que ya podrás imaginártelo

- ¿Le pedí ser mi novia? – Asintió sin dudarlo. Se estiro para alcanzar mi taza café y sin permiso bebió de esta hasta acabarla. - ¿Qué paso después?, ¿Por qué no está aquí? Dime que sucedió

- Luego de acabar la escuela, ella tuvo que marcharse a otra ciudad y comenzar allí sus estudios universitarios. Su carrera no duraría muchos años y decidieron continuar con la relación, convirtiéndose en un amor a distancia. Lo sé, eso es cursi – Comento.

Fruncí mi ceño no por su último comentario, más bien por todo lo anterior. No comprendía del todo, como pudimos mantener esa clase de relación por tanto tiempo, es decir, me gradué hace tres años. Al parecer Jae Bum imagino las miles de preguntas que rondaban mi mente, hablo nuevamente y solo permanecí callado.

- El primer año fue un poco duro pero de alguna forma hicieron que funcionara. Ella te visitaba en las vacaciones y no se despegaban en absoluto. A comienzos del segundo año todo iba muy bien, hasta ese día – Su rostro se endureció aun mas pero continuo. – Vino de visita pero parecía que lo habías olvidado. La encontré en la puerta del apartamento, dijo que no respondías sus llamadas y eso la preocupo un poco así que entro para esperarte. En ese momento oímos tu voz en la sala pero alguien mas estaba contigo

- ¿Quién?

- Una chica de tu universidad, estaba sobre ti casi devorándote. Créeme que fue lo más repugnante que te vi hacer – Apretó su puño tan fuerte que casi parecía que me golpearía. - HaNeul se paralizo, honestamente tenía ganas de asesinarte pero solo grite y basto para que esa chica se apartara. Te levantaste del sofá tan rápido intentando excusarte o algo parecido pero ella no quiso oírte, solo se marcho. Subió a su auto, tú la seguiste y... bueno, ya sabes lo que sucede luego

- Mi accidente...

Trague tan pesado que casi dolía, pero no era eso tan doloroso como el sentimiento que surgió de repente. Mis palabras se atoraron y no logre decir algo más. Una cortada en seco dejo mi corazón partido a la mitad, no supe si esto se debía a ella, a mi accidente o tal vez a ambas. De cualquier manera, tuve la sensación de querer correr lo más rápido que mis piernas me permitiesen para ir a buscarla, hablarle y explicarle que todo fue un mal entendido. Que no era esa clase de persona y que jamás me atrevería a hacerle daño... o tal vez, ¿Si tuve aquellas intenciones?

Mi chica de las notasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora