Abrazo

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Una semana transcurrió casi en un parpadeo y cuando pude darme cuenta, me encontré con HaNeul esperando en la puerta del departamento.

Me desconcertó su equipaje, había creído que volvería a casa de sus padres pero al parecer sus planes eran diferentes. Luego de ayudarle con sus maletas nos sentamos en la sala mientras bebíamos un poco de café, el clima perfecto para esta adictiva bebida y podía decir que también lo era su compañía.

No hablamos mucho, pero si lo suficiente para saber que se quedaría con nosotros hasta encontrar un nuevo lugar donde instalarse, supe también que Jae Bum estaba al corriente de todo y que fue el encargado de dejarla quedarse. No me molestaba en lo más mínimo su presencia, al contrario, era agradable de alguna manera estar a su lado, pero inevitablemente mi amigo debía darme explicaciones al no decírmelo antes.

- ¿Por qué me miras de esa manera? – Pregunto.

- Hoy no recibí tu mensaje – Respondí. – Estuve esperando desde muy temprano

Un leve sonrojo se apodero de sus mejillas haciéndola lucir adorable. Estuvo a punto de hablar cuando fuimos interrumpidos por la presencia de nuestro amigo, quien entro enérgico a la sala y corrió hasta ella para abrazarle.

Ahora los tres nos encontrábamos en una animada platica con risas de por medio. En algunas ocasiones Jae Bum debía explicarme el porqué reían, después de todo no recordaba el pasado que ellos relataban de manera tan divertida.

El ambiente se volvió agradable, los comentarios de Jae Bum le hacían reír y fue en ese mismo instante que una imagen lleno mi mente. Los tres nos encontrábamos en una sala que no reconocía, hablando y al parecer divirtiéndonos, HaNeul toco mi mano mientras que yo me encargue de entrelazarlas.

El dolor apareció en mi cabeza, cerré los ojos y lleve mi mano hacia la zona afectada como si esto me ayudara a calmar el malestar.

- ¿Jin Young? – La voz grave de mi amigo se oyó apartando el momento agradable. - ¿Te sientes bien?

Asentí sin lograr darle otra respuesta. Inhale profundo antes de elevar mi mirada y regalarles una falsa sonrisa, gesto que no logro convencerla del todo. Las últimas horas la pasamos en completa tranquilidad, cuando finalmente el dolor desapareció pude unirme a ellos mientras intentaba preguntar mas sobre el pasado perdido.

Guié a HaNeul a una habitación que sobraba, y allí le observe mientras empezaba a desempacar. Su canto suave y bajo llego a mis oídos, aquello me trajo calma, sonreí inconsciente preguntándome si en alguna ocasión la había escuchado cantar.

De un momento a otro me encontré desconcertado. No sabía la razón, pero mis ojos comenzaron a cristalizarse y mi interior comenzó a contraerse. El dolor ya no estaba en mi cabeza, ahora se hallaba en mi corazón.

- HaNeul – Giro a verme.

Mi repentina acción provoco un sobresalto en ella. Su pequeño cuerpo quedo atrapado entre mis brazos y ni siquiera le oí hablar para protestar, solo se mantuvo inmóvil como si no supiera muy bien como debía reaccionar.

- Por favor, ayúdame a recordar – La atraje mas a mi cuerpo cuando una lagrima escapo y otras más le acompañaron. – Ahora que estas aqui, ayúdame a recordarte

No obtuve una respuesta en palabras, sus brazos lentamente me rodearon y aquel simple gesto me dejo saber que lo haría.


Mi chica de las notasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora