Encuentro

134 12 4
                                    

La brisa mañanera se hacía presente en nuestro viaje. El camino no era largo pero soportar la música de Jae Bum era casi una tortura, de cualquier manera sufriría esto y más al saber que la vería pronto. La intriga me invadía con tan solo pensar lo que me esperaría cuando nuestras miradas se cruzasen.

Acaso, ¿Seré capaz de recordarlo todo si llegara a verle?

Una pregunta rondaba por mi mente y esperaba al menos que fuera respondida.

Cuando llegamos a destino nos detuvimos frente a un enorme edificio, no pregunte ya que supuse que aquí es donde vivía. Jae Bum dijo algo de que se encontraba aquí temporalmente hasta acabar sus estudios, lo que no estaba muy lejos de suceder.

El nerviosismo surgió de pronto, suspire quitando casi todo el aire de mis pulmones mientras que la mano de mi amigo palmeaba mi hombro dejándome saber que no estaría solo. Subimos hasta su departamento y esperamos unos segundos luego de llamar a la puerta, mi interior se sentía apretado, retrocedí un poco cuando esta se abrió y detrás aparecía una persona que realmente no conocía.

- ¡Jae Bum! – Grito alegre. Mi amigo le abrazo por un momento, al parecer no se vieron por un buen tiempo. – Creí que estabas bromeando cuando dijiste q-ue...

- HaNeul – La nombre, sus ojos chocaron con los míos al vernos.

- Deberíamos pasar – Canturreo Jae Bum.

Sujeto sus hombros y la hizo a un lado para que ambos pudiésemos entrar. No sabía cómo sentirme al respecto, su conmoción podía apreciarse en todo su rostro y las palabras de nuestro amigo para captar su atención eran en vano; se mantuvo observándome por varios minutos estupefacta.

- HaNeul... - Intento hablar pero fue interrumpido rápidamente.

- ¿Qué hace aquí? – Pregunto. Baje mi mirada avergonzado. - ¿Es por esto que viniste?

- No, bueno si – Suspiro agotado. – Escucha, ya lo sabe y creo que deben hablar, tal vez...

Sus palabras fueron interrumpidas una vez más, HaNeul se adentro a la cocina dejándonos completamente solos en la sala. Podía comprenderle un poco, si todo lo que Jae Bum dijo era verdad entonces podía entender porque lucia enfadada y no podía culparle.

Observe a mi amigo quien masajeaba su cien agotado, palmee su hombro y me levante del sofá para buscarla.

- HaNeul – Giro a verme. Una lagrima rodó por su mejilla, la aparto rápido mientras bajaba su mirada. - ¿Te gustaría caminar?




Mi chica de las notasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora