Capítulo 7

94 12 5
                                    

*Esa misma noche.*

-¡Por favor! ¡No seas tan cruel!- dijo Adrián, arrodillado en frente de mi.

-¡Ten piedad de nosotros!- dijo Hunter, llorando abrazado a mi peluche de unicornio, con miedo.

-¡Por favor! ¡No nos castigues así!- dijo Ashley.

-Se joden- dije.

-¡Por favor! ¡Te lo suplico!- dijo Ashley-. ¡Convídame nutella!

-¡Dame nutella!- dijo Adrián.

-Si no me das nutella, el unicornio morirá- dijo Hunter, con el unicornio en una mano y un cuchillo en la otra mano, apuntando al cuello del unicornio.

-¡No le hagas daño al señor Denis!- dije, estirando mi mano, para alcanzar el unicornio.

-¿Me darás nutella?- dijo-. Tu me das nutella y el unicornio no muere.

-Era broma- dije, estando de lo más normal-. Que en paz descanse el señor Denis.

-¿Se llama Denis?- dijo Adrián-. Que nombre más creativo.

-Lo acabo de inventar- dije-. Y no me importa que muera... Total, mi habitación está llena de unicornios por la obsesión de mis hermanas con estos animalitos... Si fuera por mi, los eliminaría todos.

-¡Por favor! ¡DAME NUTELLA!- dijo Adrián-. Te doy lo que quieras... Hago lo que quieras... Pero por favor, ¡DAME NUTELLA!

Lo pensé un poco.

-¿Lo que quiera?- dije, sonriendo.

-Si- dije, arrodillado, con las manos cruzadas, rogando a mis pies.

-¡Nosotros también!- dijeron Adrián y Hunter.

Sonreí.

-Está bien- dije, con una sonrisa traviesa.

.-.-.

-Para darles ventaja, me vestiré como ustedes, así no se sienten tan mal- dije.

-No será tan malo, después de todo- dijo Ashley.

-Pudiera ser peor de lo que pensamos- dijo Hunter.

-Todo sea por la nutella- dijo Adrián.

-¡Vamos! ¡¿Qué esperan?!- dije.

Empecé a jugar al ring-raje con mis amigos, pero les compliqué un poco la cosa, ya que tienen que utilizar zapatos de taco, pollera y crop-tops.

Toqué timbre y salimos corriendo.

Se que el dueño de la casa, es un hombre que me cae muy bien pero odia la juventud de hoy en día, ya que cree que los adolescentes somos muy ruidosos y molestos.

Llegué a casa, estando a salvo.

Miré hacia atrás y vi a mis 3 amigos, corriendo, tropezándose, levantándose y salir corriendo otra vez, corriendo como Bambie recién nacido.

-¡¿Cómo haces para correr?!- me preguntó Ashley, una vez que llegaron a mi lado.

-Fácil- dije-. Con los pies.

-Pero es complicado ir andando con tacos- me dijo Hunter.

-Sin mencionar que la pollera se levanta cada dos segundos- dijo Adrián, bajándose la pollera.

-Las crop-tops son incómodas- dijo Ashley, acomodándose la top.

-No se de qué se quejan... Los zapatos que tienen tienen apenas unos tacos de unos 3 centímetros- dije-. Pero tienen su lado bueno...- reí-. ¡Parecen Bambies recién nacidos!

-Listo, ya jugamos... ¡Dame nutella!- dijo Hunter.

-Ok. Ok. Ok...- dije calmando mi risa-. Vamos a mi casa, se cambian y comen su presida nutella.

-¡YEEEIII!- dijeron mis amigos.

Fuimos a mi casa, entramos y los chicos fueron al baño a cambiarse, mientras yo preparo Waffles, para que coman junto a la nutella, ya que se lo ganaron.

-¡ALEX! ¡AYUDA!- gritó Hunter.

-¡ADRIÁN! ¡DEJA DE AHORCARME!- gritó Ashley.

-¡QUÉDATE QUIETO!- gritó Adrián.

-¿Los ayudo?- dije, dejando los Waffles sobre la mesa.

-¡SI!- dijeron mis amigos.

Me acerqué al baño.

-Voy a entrar- dije-. ¿Tienen los pantalones ya puestos?

-¡SI!- dijeron los chicos.

Entré y vi a Ashley enredado en un sostén, mientras que Adrián lo intenta ayudar (es el único que más o menos está libre del sostén (solo está enganchado los brazos sobre su cabeza, pero tiene las manos libres)), haciendo que mi hermano grite. Al lado de ellos, está Hunter, quien se enredó los brazos en su espalda.

Reí, con una carcajada fuerte y clara.

Los chicos se quedaron quietos, mirándome.

-¿Nos ayudarás?- dijo Hunter.

Me tranquilicé, los volví a mirar y me tenté, riéndome, haciendo que termine llorando de la risa en el suelo.

-¿Ya está?- dijo Adrián, cuando ya me estaba tranquilizando.

-Chicos, no es tan complicado sacarse un sostén- dije.

-¡¿Por qué nos tuvimos que poner uno?!- dijo Ashley.

-Porque es parte de la ropa de la mujer- dije-. Agradezcan que no los hice utilizar ropa interior de mujer.

Me acerqué a Ash, que es el más enredado.

Destrabé una pequeña traba y en un segundo liberé a Ash.

-¡Gracias a dios!- dijo Ashley y salió del baño, con su remera en mano.

Liberé a Adrián y por último a Hunter.

Agarré la ropa que dejaron sobre la tapa del inodoro y puse todo a lavar.

-Ser mujer es complicado- dijo Ash.

-Ahora vayan a comer... Les preparé un premio- dije.

Fuimos a la cocina, caminando y ellos se lanzaron hacia su comida.

-Espero que les gusten los Waffles rellenos de nutella, bañados en salsa de chocolate- dije.

Agarré mi lato y comí.

.-.-.

-Bueno, a dormir- dije.

-Pero es temprano- dijo Hunter y bostezó.

-Son las 10AM- dije.

-No tengo sueño- dijo Adrián y bostezó.

-Eso ni tu te lo crees- dije.

Esperé a que Ashley se quejara, pero al ver que no reaccionaba, lo miré.

Lo toqué y se cayó al suelo desde su silla, despertando de golpe.

-Vayan a dormir- dije-. Aún tenemos mucho tiempo para estar juntos- dije-. Ahora... A dormir.

Ayudé a Ash a que vaya a su bolsa de dormir, ya que estaba medio dormido.

Le di un beso en la frente a mis dos amigos y a mi hermano.

Fui a mi habitación, me puse mi pijama, me lavé los dientes y me acosté en mi cama.


Continuará...

La Chica De La Doble CaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora