01

24 3 0
                                    

—¡Scar! ¡Ya levántate! Es tu primer día de clases y no sería correcto que llegues tarde—grita mi madre desde la cocina mientras yo refunfuñó y me giro sobre mí misma para quedar de cara en la almohada.

Escucho la puerta abrirse, abro un ojo  y veo a Ryan, mi hermano menor, en la puerta. Tiene su pelo rubio alborotado y el uniforme de la escuela todo mal puesto, cara de adormilado, y sus ojos azules están más activos que si no supiera que son las seis de la mañana hubiera pensado que se veía demasiado activo.

—¡Levántate Scarlett!—grita y vuelve a cerrar la puerta tras el. Tal vez no tenía tanta energía como pensaba al principio.

Me deshago de las sabanas primero y luego destierro mi cabeza de la almohada. Los rayos del sol entran por la ventana y me pegan en la cara. Me levanto y me dirijo al baño.

Me pongo una camisa ajustada, una chamarra y unos jeans, me pongo mis tenis más cómodos y me miró al espejo. Mi pelo normalmente ondulado está revuelto y apunta a todas direcciones, es de un color rojizo igual que el de mi padre y tengo unos ojos marrón hermosos, creo que es lo único con lo que estoy a gusto en mi cuerpo, tengo pecas repartidas por todas las mejillas y la nariz y soy de una tez pálida como el papel.

Me hago una cola alta, me lavo los dientes y bajo.

Me encuentro con mi madre haciendo hot cakes y a mi padre leyendo el periódico con una taza de café a un lado y los anteojos puestos.

Mi hermano esta comiéndose una buena parte de los hot cakes con mucho chocolate encima y un par de fresas cortadas en trocitos.

—Buenos días papá.—sonrio y le doy un beso en el cachete muy sonoro, el me lo devuelve con la misma intensidad.

Siempre me he llevado mejor con mi papá, el es más cariñoso y me ayuda con asuntos amorosos y, lo cual es muy raro, con asuntos de chicas. Mi madre nunca se preocupa por eso, se la pasa hablando con sus amigas y saliendo con ellas, y si no está en eso está jugando golf, lo cual una vez intente y no fue para nada divertido.

—Hola, corazoncito. ¿Cómo amaneciste?.—me pregunta mi papá sacándose sus anteojos y dejándolos a un lado, lo mismo hace con el periódico.

—Demasiado feliz a pesar de ser el primer día de la preparatoria. A decir verdad creo que estoy un poco nerviosa.—digo y me tiemblan las manos confirmando mis comentarios anteriores.

—Tranquila todo irá bien, los dos sabemos que...—lo interrumpo.

—Que todo saldrá bien.—decimos yo y mi hermano a la vez, y reímos los 4.

Mi papá siempre dice lo mismo todos los días no importa si es o no inicio de clases.

—Hola hermanito.—digo y le alboroto el pelo, refunfuña. —Buenos días mamá.—le doy un beso en el cachete.

—Buenos días, Scarlett. Apúrate a desayunar porfavor por qué no nos va a dar el tiempo suficiente para llegar a la escuela.—dice mi mama y me apunta con la pala para voltear los hot cakes.

—Está bien mamá.—murmuró y me siento al lado de mi hermano.

Me sirvo 3 hot cakes y un vaso de jugo de naranja. Les pongo un poco de miel a los hot cakes y me cómo el primer bocado. Hoy no quiero comer mucho por qué tengo miedo a que se me revuelva el estómago y vomite enfrente de todos, no sería una muy buena impresión para el primer día de clases.

D Y I N G Where stories live. Discover now