Camila, ahora ya sabía quién era la diosa que tenía frente a mis ojos –Lindo nombre –sonreí y ese peculiar rubor subió a sus mejillas.
-Lo mismo digo, pero mejor dime Camz es más… hmm… menos formal –sonreía pero sin duda alguna podía notar el nerviosismo que la invadía.
-Claro, en ese caso tu dime Lolo… hace mucho tiempo nadie me dice así… y pues es más corto –no podía dejar de sonreírle.
Desde que mi familia había muerto en ese accidente automovilístico no había permitido que nadie más me llamara Lolo de nuevo, cada vez que alguien me decía así todo el dolor que sentía por la pérdida de ellos se hacía presente, dejándome con un dolor insoportable en el pecho y unas enormes ganas de querer morir junto con ellos.
Pero con ella era diferente, ni siquiera pensé cuando le dije que me llamara de esa manera, fue un impulso. Bueno desde que la conocí venía siguiendo mis impulsos.
Una pequeña ráfaga de viento entro desde la cocina, haciendo que Camz abrazara su cuerpo de forma automática para darse un poco de calor, en ese instante recordé que había traído una frazada.
Me acerque al sillón y la señale –La traje para que pudieras cubrirte del frio, la calefacción no sirve –rodee los ojos al terminar de hablar.
-Gracias –se acercó a tomarla –si se siente un poco de frio –ese nerviosismo me resultaba muy agradable.
Agarro la frazada y se la coloco sobre los hombros, la apretó fuerte y sonrió. Su mirada fue directamente hacia el sillón para después subir a mí, como si esperara a algún tipo de permiso o algo así de mi parte. No hice más que sonreír y meter las manos en las bolsas de mi pants, comenzaba a sentir como la temperatura no era la más cálida que digamos.
Necesitaba distraerme para no pensar en el frio que comenzaba a sentir mi cuerpo -¿Quieres ver una película? –pregunte de la nada.
Volvió a sonreír tiernamente y se ruborizo un poco. Desde que llegamos ¿Cuántas veces me ha sonreído? ¿Cuántas veces se ha ruborizado? No lo sabía con exactitud, pero mi corazón latía aun con más fuerza, se sentía salir de mi pecho al verla de ese modo –si tú quieres, por mi perfecto –la suavidad de su voz fue una caricia silenciosa, casi fantasmal.
-Entonces yo digo que sí –era imposible dejar de sonreírle –veamos… ¿Qué podemos ver? –me acerque al librero y comencé a buscar entre los DVD’s.
Maldición, no tenía películas lindas o algo por el estilo. La mayoría eran de terror o masacre de zombies. ¿Qué puedo decir? Antes del accidente me preparaba para cuando viniera el apocalipsis zombie. Sabría como salvarme y salvarlos a ellos… aunque no lo logre.
Seguía buscando, comenzaba a desesperarme… hasta que las encontré. “Noches de Tormenta” y “Diario de una pasión”. Saque ambas cajas para cerciorarme de que tuvieran su disco, lo que para mi suerte si lo tenían. No pude evitar voltear con una sonrisa de triunfo en el rostro, Camz hacia que sonriera por todo. Tal vez ella podría… ¡NO! ¡NI SE TE OCURRA PENSARLO LAUREN! Una voz dura sonó dentro mí. Tenía razón, no podía pensar en algo así.
-Bien… ¿Cuál te gustaría ver? –dije mientras le mostraba ambos DVD’s.
Sonrió aún más –ambas me encantan –su mirada hizo que el aire comenzara a faltarme, mis rodillas flaquearon un poco, sinceramente no sabía de donde saque las fuerzas suficientes para recomponerme y que ella no notara lo que estaba provocando en mí.
-Entonces la pregunta correcta seria… hmm… ¿Cuál te gustaría ver primero? –sonreí pero no la mire a los ojos, si lo hacia volvería a perderme en ellos.
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Fallen Angel [Camren]
Fanfiction¿Cómo comenzar a contar esta historia? No es un cuento de hadas, ni mucho menos un amor de ensueño. Una historia donde dos seres completamente diferentes se encontraron con una sola razón. Una chica, cual ángel caído había perdido sus alas volviéndo...