CAPITULO 7

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CAPITULO 7

Me coloco el chaleco azul típico del FBI y me termino de beber mi vaso de café tirándolo a la papelera antes de llegar a la oficina de Mark donde nos reunimos los que hemos sido asignados para resolver el nuevo caso: asesinato de una pizzería encontrado en el horno de su propia pizzería.

Entro a la oficina y me encuentro allí ya a casi todos los que tenemos que investigar el caso, Dylan, un chico llamado Alec con el pelo muy rubio y yo que nos encargamos de ir  a la pizzería y buscar pruebas con Hannah la chica nueva para enseñarle un poco y como va todo esto, Jasmine y Ryan que se encargan de contactar con familiares de la víctima y buscar todo tipo de pruebas mediante los ordenadores y demás y Javier, otro de los nuestros con Piper que van a ir a la casa de Frederick, el asesinado.

Luego volveremos Dylan y yo aquí, pero a la parte de la comisaría y hablaremos con familiares, amigos, empleados sobretodo con el que encontró a Frederick en el horno.

Cuando ya estamos todos allí reunidos con Mark, recogemos las pistolas que necesitamos y salimos en dos coches de la empresa, el negro para nosotros y el plateado para Javier y Piper.

Salimos de allí y en 15 minutos ya estamos en la pizzería, rodeada por una cinta policial de color amarillo y varios coches de policía controlando que la masa de gente que hay alrededor no entre.

Enseñamos nuestras placas menos Hannah que todavía no tiene la suya pero pasa gracias al permiso que Mark ha hecho.

Entramos en la pizzería y tras ver al forense que ha sido asignado para este caso y hablar con él, comenzamos a revisar toda la pizzería señalando con pequeños carteles amarillos las pistas que debemos analizar como unas manchas de sangre derramadas en el suelo cerca del gran horno donde se encontró a la víctima, polvos blancos justo al lado y la caja registradora con sangre en el suelo.

-¡PAPA! ¡PAPA, POR FAVOR, NO! – escucho gritos seguidos de sollozos alejados que seguramente provengan de fuera del local.

Me quito los guantes que llevaba puestos y los guardo en el bolsillo trasero de mi pantalón saliendo fuera encontrándome con un niño pelirrojo de aproximadamente 14 años o así junto a la cinta intentando pasar pero los policías se lo prohíben.

Camino hacia donde está el niño y paso por debajo de la cinta hasta llegar a él. Le observo entristecida al entender cómo tiene que sentirse perder a tu padre, una de las personas que mas llegas a amar en la vida.

Me mira sin parar de llorar y se me encoje el corazón, cosas que pocas veces me pasa, me acerco mas a él y sin conocerlo de nada le abrazo sabiendo que es lo único que le hace falta, lo mismo que me hacía falta a mí, un abrazo.

Un abrazo que nunca recibí.

Acaricio lentamente su pelo intentando tranquilizarle – Todo saldrá bien, tranquilo, cobraremos justicia – se que el no quiere cobrar justicia y quiere a su padre de vuelta pero eso ya no es posible. Me separo de él y lo meto en el coche negro obligando a un policía a que se quede vigilándolo – quédate aquí hasta que terminemos y podamos llevarte a la agencia y contactar con tu madre- espero hasta que asiente y vuelvo dentro de la pizzería para seguir con las pistas y examinar a la víctima.

Una hora más tarde salimos los 4 de la pizzería con todas las pruebas y nos subimos al coche rumbo a la agencia

Salimos del coche con el niño el cual no ha hablado en todo el viaje y entramos por la parte de comisaria. Le mando una mirada a Dylan y el asiente llevándose al niño de allí para hacerle unas cuantas preguntas y que se sienta lo más cómodo posible

Hablamos con Jasmine y Ryan para que nos informen de lo que han encontrado a la vez que esperamos a que vengan Javier y Piper y nos cuenten que tal en la casa.

Caso 214Donde viven las historias. Descúbrelo ahora