~Superarte~

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Era noche, decidí mejor irme a tomar una ducha para tranquilizar un poco mi mente. Al terminar, me tire en la cama y llamé a papá:

*Llamada*

-¿Sí?

- Papá... Hola- No sabía si era correcto llamarlo a estas horas de la noche.

-Ah, hija, estoy un poco ocupado-. La mayoría del tiempo lo estaba, seguramente, tomando de nuevo en el sótano. 

-Creí, que dormías-. Me enfurecía el hecho que se embriagara.

-No, en las noches estoy en el sótano-. Recordé aquel misterioso lugar, trataba de recordarlo, sentí que mi cabeza empezaba a doler. Él en mi adolescencia quería que entrará para verlo en el mundo del alcohol. Por eso mismo, siempre evitaba estar ahí.

-Es cierto, esta bien después te llamo- Me despedí.

*Fin de llamada*

Desperté, aún era muy temprano antes de irme a clases. Me quede dormida con el celular en la mano, tenía el cabello húmedo.

Fui al baño por la secadora, mire el espejo. Noté que habían pasado unos años desde la ultima ves que ponía atención a mi rostro.

No tenía mucha semejanza a mi padre. Tengo la curiosidad de saber como era mi madre para conocer sus facciones, observar la forma en que se dibujaba su sonrisa, me tenía un poco inquieta. 

Prepare el horario, había ido a dormir sin darme previa cuenta, fue un alivio no tener la pesadilla.

Por suerte solo fue un sueño rápido. Salí de la habitación, me preguntaba si llegaba tarde, no me había percatado de la hora antes de irme.

Durante el recorrido, logré observar a Kain sólo. Al pasar cerca de él, fijo su mirada en mi, pero fingí que no lo vi. 

Entre a la clase, sentí que no coloque la atención necesaria en el lugar que me senté. Y claro, debí hacerlo. Pero ya era tarde...

-Hmm, Interesante-. Escuché el murmullo detrás mio. - ¿Jazmín, o me equivoco?-. Estaba claro que se refería al aroma de mi cabellera.

-Sí, Jazmín-. Aprovechando para observarlo.- ¡Ohh James, un gusto!-. Le sonreí.

-No creí que nuestras clases coincidieran, vaya sorpresa ¿No crees?- Su energía, era en exceso amable. 

-Por supuesto, Jaja-. Tenía su cabello peinado a la perfección, sí no lo conociera supondría que espera una cita. Pero no, solo lo hizo para la clase. 

Conversamos hasta que la clase terminó. Tenia montañas de tarea que hacer. Me despedi de él y caminé por el pasillo. A lo lejos se observaba... Kain.

Esa tarde en que la brisa se encontraba helada, tú mirada cruzó con la mía. Nuestras almas se sentían, al rozar hombro con hombro. 

Y, cuando por fin llego el momento, me ofreciste tu cálida mano, fue justo en el instante que temerosamente te dí la mía.

El hecho que se sintiera fría te sorprendió dejándola caer por el aire. ¿Por qué la dejaste así?, ¿Acaso no querías que nos vieran?, ¿En realidad Kain, sientes algo por mi? (Mi mente me atormentaba cada ves más).

Preferí ignorarlo, seguí mi camino al departamento.

En el camino, saludé a Mía. Había salido un poco aturdida por las clases.

No dejaba de pensar en el contacto que vivimos hace un instante, sé que es algo ilógico creer que en realidad me quiere, él ya tiene un amor, y no soy capaz de indagar por uno que no es correspondido.

¨Es mejor no querer saber nada de él, cuando él ni siquiera pregunta por mi¨. (Recordaba constantemente, c omo sí de un fragmento de texto estudiase  para exponer en clase).

-¿Te sientes bien?. He tratado de saludarte, pero por lo visto estas en las nubes.

Reaccioné... Ahí estaba Mía en el pasillo esperando respuesta

-¡Lo siento!, disculpame, me han dejado un everest de trabajos- Era la única excusa que tenia en mente.

-Oh,entiendo. ¡Mucha suerte!- Me dio una palmada en la espalda. Mientras me alejaba, su sonrisa de despedida parecía eterna.

Logré llegar a mi habitación, abrí de inmediato los libros para comenzar a trabajar. Era casi imposible, cualquier diminuta cosa capturaba mi atención.

Me decidí por escuchar música de indie rock, para mayor concentración.

Comencé, los problemas matemáticos confundían mis pensamientos... Me sentía pérdida, no sabia que hacer.

Quería recordar la clase, pero lo único que veía era ami y James conversando. Si,  estaba completamente F-R-I-T-A... Hasta que...

-¡JAMES!-. Grité sorprendida. (Sí alguien me veía de ésa manera, me tomarían por loca) No sólo por gritar en una habitación desierta. Mi apariencia era, un completo desastre.

Intente arreglarme, no quería asustarlo. Salí con libros en mano del apartamento. Fui directamente al de James.

Estaba nerviosa observando su  puerta, no sabia sí debía hacerlo. Decidí regresar a hacerlo por mi misma, pero la puerta se estaba abriendo.

-¿Necesitas ayuda?-. Preguntó amablemente.

-Ehhh... ahhhmm. No, ya me iba- Sentí la garganta reseca al tragar saliva. Observó mis libros.

-Mhh, ya veo, ¡Entra!...- Me lo dijo como orden. Admito que me asusté.  Pero luego empezó a burlarse de como había sonado.

-Está bien, entiendo-. Me tomó de la muñeca y me hizo sentarme en su cama.

-No es necesario que hagas esto, ya me iba-. Fui rápidamente a la puerta, pero él de inmediato cerró con seguro impidiendo mi salida.

Sentí su abdomen marcado acercándose  demasiado contra mi. Su boca iba directo a mi oído. Preferí cerrar los ojos...

-¿Cuál fue el problema que se te dificultó?-...

Se alejó, su risa llenaba todo el lugar.

-Ehhm, pues la mayoría, no presté atención en clase-.Era la verdad

-Toma asiento, te explicaré los necesarios-.Sacó de su escritorio, unos lentes, para colocarselos. Ahí comprendí, que utilizaba de contacto en clases.

Traté de concentrarme, en los problemas. Admito que él era bastante bueno, explicando.

Terminé de resolverlos, él quedó completamente dormido. Le coloqué una de sus sábanas encima y una nota de despedida.

*Nota*
"Gracias por ayudarme, te debo una"
*Fin de la Nota*

(...)

Al salir de ahí me volví a encontrar con Kain...

Fuiste quien menciono la primera palabra de nuestra conversación, y decidiste caminar conmigo.

De nuevo cruzamos miradas, avergonzado tomaste tu cabello, conversamos sobre el futuro de nuestros estudios.

Mientras una estruendosa melodía sonaba dentro de mi  corazón. Me dejaste fuera de mi  apartamento.

Sonreíste, te alejaste y continuaste tu camino...

Me dí cuenta de que realmente te esperaba ella...

Lastimaba el saberlo, pero.

 Ahí fue cuando... Intente superarte...

Viento de IlusionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora