Viento de Ilusiones

~Junto a tí~

Los días pasaron rápidamente, fluyendo como el viento ...

(《¿No les pasa que intentan olvidar a un idiota y lo recuerdan más?, puedo jurar que sí》).

Tu rostro venía más constate en mi mente, aquellos recuerdos juntos fueron una maravilla, lo he de admitir. Me sentía flotando en una nube, pero complicaste todo y se tuvo que esparcir en lagrimas saladas. 

Jamás perdonaré el hecho de dormir llorando por ti, dejándome entrar, al mundo del insomnio.

¿Pero sabes?, Estoy bien conmigo misma, y No te necesito.

(...)

Estaba entusiasmada, James me había invitado a salir esta noche a la feria de la ciudad. Pensé que sería agradable salir con él, despejarme un poco.

(《Ya saben, sin el "inexistente" en la mente《).

Estaba frente a frente junto a dos vestidos casuales sobre mi cama, uno guindo y otro verde jade. Era realmente difícil, pero me decidí por el de color guindo, quería darle una buena impresión en nuestra primera cita.

Me perfumé con una fragancia de jazmín,(la adoraba).

Me colgué el bolso, y salí despreocupada de la vida. Podría jurar que algo me faltaba, pero seguro era un pequeño detalle.

Caminé por la acera del estacionamiento del instituto, escuché la voz de James proveniente de su auto.

-¿A cuanto la hora?-. Me miró sonriente.

-Ehm, ¿Disculpa?-. ;-----;

-Disculpa aceptada, puede entrar bella dama-.  Bajó del auto y abrió la puerta para que pudiera entrar.

-Ohm, Gracias, Jajaja- Reí un poco. ¡Maldita sea parecía una estúpida!.

-De nada, es un placer-. Se encontraba seleccionando la música, hasta que dejó  en la estación de radio una canción que conocía:  "Demons- Imagine Dragon's".

El recorrido fue satisfactorio, las grandes montañas aparcando el paisaje, y el viento rozando en mi cara.

A lo lejos podía observarse la gran rueda de la fortuna, hasta que poco a poco parecía hacerse más y más gigante.

James estacionó  el coche, bajó y me abrió la puerta.
Era una completa fantasía, las luces eran encantadoras, el lugar estaba repleto de ellas.

Fuimos al puesto de algodones de azúcar, el mio era azul y el de James morado.

-Nunca en mi vida había visto un algodón de azúcar tan grande-
Quedé impresionada.

-Aún te faltan más cosas por ver-. Mordió su algodón y le coloque un trozo del mio en el rostro. Empezamos a jugar a quien comía más pronto el algodón del otro. Obviamente, él ganó.

Seguimos caminando, me tenía abrazada del hombro, sentía una ligera comodidad al estar con él.

Fuimos a una especie de juego parecido al "Tiro al blanco". Había un pequeño koala adorable.

-¿Lo quieres cierto?-. Preguntaba seguro de sí mismo.

-Solo, lo observaba, no es para tanto-. Repliqué. Pero el pagó el juego y pronto le entregaron el arma de fantasía.

Parecía enfocado en conseguirlo, y sí, lo logró. A veces me preguntaba si era una especie de robot o algo por el estilo.

-Toma, es para ti- Me entregó el koala en las manos.

-No era necesario, eres demasiado amable, gracias-. Le sonreí.

-No agradezcas, parecía que lo asfixiabas de deseo, le hice un favor a el-. No evité carcajearme ante su pequeña ironía.

Continuamos recorriendo el lugar, nos habíamos formado para subir a la "Rueda de la fortuna". Estaba esperando este momento desde que veníamos en camino, ya casi era nuestro turno.

El encargado, cansado de su trabajo nos abrió la pequeña puerta de la canasta, pronto nos sentamos. 

El estomago comenzó a dolerme un poco... ¡Eso era!, ¡Joder! ... Eran ¨Mis días¨ Sabia que olvidaba algo desde que salí. ¡¿Qué hago ahora?!. James empezaba a sospechar que algo sucedía. Podía sentir como mi cara iba aumentando de temperatura.   

-¿Qué sucede?, ¿Estás bien?-. Preguntó asustado. ¡¿COMO ESTARÍA BIEN?! ¡ME ESTOY DESANGRANDO! ¡MUERO LENTAMENTE! Y, PREGUNTAS SÍ ¨¿ESTOY BIEN?¨. 

No quería mirarlo a los ojos, estaba enfurecida. Dirigí la mirada hacia el paisaje de la ciudad.

-Me parece que no, anda ¿Qué fue lo que pasó?, sabes que tratare de ayudarte-. Estaba intranquilo.

-¿Podrías irte tú primero, al terminar el juego mecánico?-. Pregunté incomoda.

-No, no quiero dejarte sola, tengo que estar contigo, por más grave que sea la situación-Respondió preocupado. Al parecer no comprende que tengo que ir a comprar ¨Eso¨

-No lo comprenderías- Lo volteé los ojos. 

-No lo haré hasta que me digas que te sucede-Empezó a frustrarme.

-Vaya, ¿Entonces quieres saberlo?- Pregunté antes de colapsar.

-Por supuesto que quiero saber, me importas- Respondió

-¡Esta bien sí! ¡A mi vagina se le ocurrió llorar sangre!, ¡¡¿¿Ya, satisfecho??!!-. Grité sin más, la gente volteo a mirarme. No soporte la pena, sí, comencé a llorar.

James me abrazó fuertemente. - ¿Entonces eso era?-. Lo dijo sin importancia y continuó. - Por un momento creí que te arrepentías de salir conmigo, ¿Sabes? Ni toda la sangre del mundo harán que me separe de ti-. Por un momento parecía la típica escena del vampiro y su amada, pero no, era él hablando de mi menstruación :,n. No respondí nada, solo guardé silencio, espere el momento exacto y le besé la mejilla para abrazarlo más fuerte.

Las vueltas del juego terminaron, amablemente me prestó su suéter para hacerle un nudo en mi cadera y así disimular un poco "la mancha" :,u.

Me tenía abrazada de los hombros cuando nos dirigíamos por un helado, ¿Acaso existe esté tipo de hombre tan dulce♥?

(《Pues no :v, lastimosamente es una novela xD JAJAJAJA #OkIA》).

Subimos al auto, no quería arruinar sus asientos, por parte de mi helado y por la otra parte (《LOL:v》).

La dirección se acercaba a una gasolinera, bajó del auto y fue al super de un lado. ¡No podía ser verdad!, ¿Acaso sabe de estas situaciones?. Espere ansiosa por su llegada.
Entró al auto y me entregó una caja pequeña que decía "panti- protectores" ._. No sabía sí burlarme o matarlo.

-Eres muy amable, necesitó salir a...-. Comprendió lo que tenia que hacer, por suerte llevaba dinero en el bolso y compré un paquete "decente". Los baños daban un asco, agradecía no tener ganas de usarlos en ése momento.

Llegué al vehículo estacionado, golpeé la puerta, James se asustó un poco y entré. Dado a que era tarde, me llevaba camino al departamento, lo miré fijamente mientras que él conducía concentrado. Realmente  no podía creer que pasaría toda esta pena, quiza la más fuerte en toda mi vida... Junto a tí...