La tarde había llegado, el cielo cambio a un gris un tanto opaco y se acercaba una tormenta. Las olas golpeaban el navío con una gran intensidad, y los tripulantes arreglaban las velas para que estas no se vayan en picada. El viento golpeaba feroz cada mástil, desarmando cada soga que los sujetaba. Afuera todo era un caos, León les gritaba a los tripulantes con total agresividad como seriedad. Estos intentaban hacer todo con gran velocidad, para evitar la furia de su aterrador capitán. Mientras los hombres intentaban hacer todo lo posible, intentando controlar el manejo del barco, el capitán quiso descansar por un momento. Se dirigió a su cabina, o más bien recamara, y se encontró a su atractiva invitada dando vueltas en su cama, con un papel en su mano. El capitán saco una de sus botellas de ron de un mueble, sin dejar de ver como la chica rodaba en la cama, como un infante, o una niña viendo un nuevo juguete. De pronto ella se levanta y comienza a buscar en los cajones del capitán, sacando una pluma y con el mismo papel, comenzó a hacer rayas sin sentido sobre este. Poco a poco termino tomando forma, primero una cara, el pelo y parte de la ropa, ella dibujaba al rey de España. Luego dio vuelta el dibujo y memorizo las facciones de ambos, eran demasiado parecidos, ¿cómo es que nunca se dio cuenta? Se sintió estúpida, enfadada y traicionada, no entendía por qué su amiga nunca le había dicho tal cosa ¿hija de un rey? ¿Hay razón para sentirse avergonzada? ¿Por qué la perseguirían? ¡Y más aún con cañones! No había otra razón ¡Querían matarla! Camile supo entonces que debía volver, además ir donde su familia, necesitaba verlos otra vez. Paso demasiado tiempo en soledad ¿valdría la pena arriesgarse? Se tiro a la cama exhausta y suspiro resignada, para luego ver al capitán observándola desde la puerta.
– ¡Tú! – Se levanta y corre rápidamente hacia él, terminando frente a frente, él la observa desinteresado – ¿Cuánto te demoras en ir hasta España? – el la miro perplejo
– Te acabo de sacar de allí ¿y quieres volver? ¿Qué mosca te ha picado? – Pregunta con seriedad, mientras que ella pone cara de perrito – No soy tan tonto para caer en esa idiotez
– ¡Por favor! Solo es ida y vuelta – dice con voz adorable, al ver que él la observa con los brazos cruzados y una mirada seria, se da vuelta y se apoya a él, haciendo que se sonroje levemente - Haré lo que tú quieras - dice con una mirada molestosa, el chico la quita de encima, cubriéndose levemente la cara, para que ella no note lo ruborizado que se había puesto
– ¿Hasta eres capaz de prostituirte? – Pregunta él indignado – no firmare tu pacto de muerte devolviéndote allí – dice molesto, dándole la espalda y antes de seguir caminando se detiene clavándole la mirada – Lo único que quiero es llevarte a salvo donde tu madre, ellos te extrañan y ni siquiera saben que sigues viva ¿Cómo crees que me sentiría si algo te llega a pasar? ¿Cómo ellos se sentirían? – Ella lo miro sin saber que decir – Lo siento, pero no te ayudare a cumplir tus antojos de niña chica – se da vuelta para ir donde el resto.
Ella se apoyo contra la pared, y se cubrió la boca, impactada por la noticia. ¿Su familia la daba por muerta? ¿Quizás ni siquiera saben que le sucedió a su padre? Tantos años soñando con volverlos a ver, y nunca se puso en mente que es lo que ellos sentían, nunca imagino a su madre llorando cada noche por no encontrar a su pequeña, a su hermano jugando solo por las tardes... ¿Cómo habrán crecido sus hermanas? ¿Qué será de ellos? Sintió ganas de llorar, como si todas sus emociones quisieran escapar, ser libres... pero las lagrimas no salían, a pesar de la seriedad del asunto, debería sentir algo, culpa, pena, tristeza, solo llegaba a sentir un vacio inexplicable, sus emociones parecían encerradas. Su corazón le dolía, sin razón alguna, solo sentía un dolor en el pecho que la oprimía, y la hacía sentir incomoda y en cierta forma mal. Salió de la habitación en busca de aire fresco, y sintió un viento fuerte y mucha lluvia. Los gritos de la tripulación se hacían presentes, y la tormenta cada vez se hacía más fuerte. La chica observo el cielo gris y oscuro, como el que aparecía en muchas de sus pesadillas, se encamino hasta el palo mayor, y observo como arriba de este las nubes parecían más blancas de lo usual. A ver que los hombres estaban más ocupados intentando mantener el navío a flote, ella aprovecho de escalar ese mástil, el viento era fuerte, y su vestido blanco se levantaba y se movía en dirección a este, y si no se hubiera afirmando de uno de los obenques (las sogas que afirman las velas) se hubiera ido volando a quizás donde. Escalo con todas sus fuerzas, subiendo las velas con rapidez, mientras más subía más nublado se hacía, menos veía, pero ella siguió, y cuando por fin llego a la cima se encontró con un hermoso paisaje: las aguas del mar poco a poco se relajaban, y hacían ver sus tonos azules en cuanto el sol se hizo ver entre las nubes, los colores en las olas se hacían cada vez más vivos, más cálidos y alegres. Al sentir como el viento se relajaba, y al ver como el cielo se hacía cada vez más azulado, camile se aseguro de no caer, para luego alzar los brazos y experimento la fría y reconfortante sensación de ese aire puro y suave, que revolvía su cabello y la hacía sonreír con una gran intensidad. Suspiro animada, apreciando cada detalle del infinito océano que la rodeaba.
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Soñando en libertad
AdventureEl camino a la libertad, la emoción y la justicia puede empezar con trágicos inicios, indicios a la perdición y juegos de azar sumamente peligrosos. El mar puede ser tanto tu aliado o tu peor enemigo. La princesa que huyo de su trágico destino. La...