Querida mejor amiga™

Querida mejor amiga...

Saber que estas más del otro lado que de éste me inquieta, saber que la única compañera que te brinda cariño en estos momentos es una camilla y unos tubos me ponen mal y me hace sentir culpable.

¿Qué tanto daño puede sufrir alguien? ¿Tanto dañan las palabras para llegar al punto de acabar una amistad? Lastimosamente yo sé la respuesta, las respuestas a tus desvelos, a tus noches sin dormir, a tus sentimientos rotos, porque eres tan fuerte y a la vez tan frágil. Fingir estar bien, porque explicar una sonrisa es más fácil que explicar porque estas mal.

《Siempre se vio tan feliz》

Y en esa camilla la melancolía se hace presenté. No hay risas, no hay sueños, no hay esperanzas, no hay nada más que un puto tablero que marca a cada segundo tus signos vitales que cada vez parecen empeorar. Tú única compañía, el único bullicio de la sala, el último aliento de la confusión de tus sueños.

Hoy más que nada me pesan las palabras, la amargura del recuerdo de aquel día inunda mis pensares apoderándose de mi ser, y la culpa está ahí, como compañero fiel que jamás se separa de al lado de su amó. Llega la soledad cómo tu única aliada, la cuchilla para resolver los problemas y la sangre para ahogar las lágrimas.

Aún recuerdo tus chistes y tú gran humor negro, tus comentarios de mala gana y tus raros intereses. Siempre se te vio tan feliz, sin problema alguno por que todo el mundo se fijaba en tu sonrisa y nadie se fijó en lo que callaba tus ojos, en la decepción en ti, en tus malos días. Porque siempre fuiste la chica perfecta, sin problemas, sin inseguridades, con una vida de reina; hiciste creer a los demás tanto que eras perfecta que te lo terminaste creyendo cuándo sabías el silencio que te agobiaba en las frías noches de invierno.

¿Y sabes que fue lo peor?

Yo nunca lo noté. Nunca noté tú tristeza ni tus lamentos, nunca noté que cada vez que decías "Estar bien" eran mil cosas que se te derrumbaban por dentro, y aun así tuve el gran descaro de llamarme "Tú mejor amiga"

Lástima que me doy cuenta muy tardé, cuándo estás en una camilla sin razonamiento y a sabiendas de que todo es por mi culpa, yo soy culpable de que en estos momentos tus hermosos azulejos no puedan admirar el sol y la belleza de cada amanecer; yo soy culpable dé tus nuevos lamentos y nuevos dolores.

Discúlpame. Sólo eso, discúlpame porque el sentimiento de culpabilidad acabará conmigo y no creó poder resistirlo por mucho tiempo. Discúlpame por que en verdad necesito escuchar de tus labios esas palabras, por que en verdad lo siento, por que en verdad lo estoy pagando con la soledad y el frío de mis lamentos. Discúlpame, para poder evitar este dolor que siento al ver tu cuerpo, y estas ganas insaciables de querer acabar de una vez con mis sufrimientos.

《Con cariño... yo, una pésima amiga, lo siento mucho》