Sunsets lovers

Capítulo 8; Piras

Hoy me he despertado con ganas. Ganas a secas. Ganas de todo.

Es por eso que envío un mensaje a las savages diciendo que iré antes al colegio. Sin ellas. En un intento de cambiar mi vida.

Hasta que me encuentro yendo por un camino diferente al que siempre voy. A horas diferentes a las que siempre voy. Descubriendo a personas diferentes a las que suelo ver.

Y teniendo una de las peores ideas que se me han ocurrido hasta ahora.

¿Por qué no falto a gimnasia? Cambiarme de ropa para nada me resulta bastante estúpido.

Y ahora os preguntareis ¿por qué de repente este comportamiento?

Pues, si soy sincera, no lo sé ni yo. Pero no es rebeldía. El otro día leí una frase, creo que era de Bob Marley, la cual decía:

"No vivas para que tu presencia se note, sino para que tu ausencia se sienta" y pienso corroborar esa teoría faltando a educación física hoy.

Veo que la gente empieza a llegar, asi que me esconderé en el baño hasta que no oiga nada. Creo que Chloe hizo eso cuando faltó a matemáticas el año pasado.

Tras veintitrés minutos salgo, compruebo que no está nadie y me dirijo a uno de mis rincones favoritos del colegio en el que llevo toda mi vida, nunca nadie ha estado ahí conmigo, ni siquiera he llevado a Chlo, Mer y Sar.

Hay que subir siete escaleras para llegar a mi lugar. Es un pequeño sitio rodeado de árboles en el que hay un pequeño cobertizo de madera azulada. Dentro del cobertizo hay algún cojín, unos libros puestos por mí y alguna flor.

Es curioso que haya este tipo de cosas en un colegio, pero este es enorme y siempre hay algún rincón nuevo que descubrir. Si eres curiosa claro.

Me coloco en una pequeña esquina y cojo el libro tan recomendado de "Orgullo y Prejuicio", he de admitir nunca lo he leído, pero "Emma" es uno de mis libros favoritos, y tratándose de Austen, no creo que me decepcione. Me pongo los cascos y me aislo del mundo. Con Jane Austen y con All time low.

- ¿Pasando de gym?- escucho y bajo la música.

Levanto la mirada y me encuentro a Sean, chico x.

Me coloco bien el vestido para estar segura de que no se vea nada. No he podido escoger un día mejor para traer el vestido granate de flores que me regaló mi padre.

- Ya ves.- digo volviendo a poner mis ojos en el libro.

- ¿Puedo?- pregunta haciendo un movimiento con la mano refiriéndose a si puede sentarse.

No respondo. El silencio es mi mejor arma en situaciones así. Si Sean es inteligente tomará este silencio como un no y se irá. Para que entienda mejor lo que quiero decirle me pongo la música más alta.

El en cambio, parece captar el mensaje como un sí y se sienta a mi lado.

- No hablas mucho ¿no?- pregunta.

Sigo sin responder. El sabe muchas cosas sobre mí, al igual que yo de él.

- Yo tampoco, no creas. No al menos con todo el mundo. No me interesa todo el mundo ¿sabes?

¿Está diciendo que yo si le intereso? Menuda suerte, tenía que ser yo la que le interesaba al prepotente este.

Además me lo dice. Qué personaje.

- Así que... Eva ¿eh?- dice al ver que no respondo a nada.

Y seguiré haciéndolo. Ni lo miro, ni le respondo. Intento olvidar que está a lado y me centro en la música. Come together state of the art, we'll never surrender, the kids in the dark. Y no, hoy ni las palabras de Jane ni la voz de Alex Gaskarth me ayudan a evadirme.

- Es gracioso cómo has pasado de ser la preciosa chica misteriosa a Eva O'Bannon. Prefería a la chica misteriosa, ella al menos me hablaba.

No puede ser verdad.

- ¿Sabes que pasa? Que puede que Eva también se haya llevado un chasco contigo y que creía que había encontrado a alguien diferente y se ha encontrado a un idiota prepotente.

Abre la boca para decir algo pero lo corto antes.

- Yo me voy. Saldrán en unos minutos.

De camino a clase no paro de hacerme la misma pregunta. ¿Cómo ha encontrado este sitio? Nadie en todos los años que llevo aquí lo ha encontrado y este si.

Me habrá seguido o algo.

-¡Eva! ¿Dónde has estado? Me has dejado solo.- dice Jayden corriendo a mi dirección.

Bien Bob, mi ausencia se siente.