Sunsets lovers

Capítulo 2; Desconocidos con máscaras

Voy a ciegas, literalmente, la noche está muy oscura y no hay prácticamente farolas.

- Bueno, cuentame de tí.- digo cuando llegamos a un banco lejos de la fiesta.

Estamos en un sitio precioso, frente al lago en el que mi padre y yo pasábamos horas dando de comer a los patos y a las palomas. Hay veces que echo de menos esos días, aunque ahora se vean un poco borrosos, son recuerdos que no creo que vuelvan nunca.

- Te contaré todo lo que quieras, pero no sabrás quién soy.- muy bien chico desconocido, tiene sentido.- Quiero decir, te contaré todo lo que quieras saber sobre mí, pero no sabrás mi nombre. Es lo único que lo fastidia todo ¿no?

Tienen razón la mayoría de veces el día siguiente es lo que lo fastidia todo y si no sé quién es, no lo veré más.

- Si... la verdad es que estoy harta de tanto romanticismo tradicional, ¿por qué no un cambio? Algo diferente.- me mira como sin creerlo.- Pasaremos la mejor noche de nuestra vida. Y no nos volveremos a ver.

- La pasaremos. Sin nada. Solo tú y yo. En una noche.

Aquella noche no parecía una más, tenía una luz diferente; era como si todo el mismísimo universo se hubiera conspirando con el destino para que esta noche fuera aún más especial.

- En ese caso... Invítame a bailar, no te diré ni mi nombre ni mi edad, solo te hablaré de mí y de lo que soy.- empiezo a decir.

- Dejaré que me conozcas, a mí, no a quien la gente dice que soy.- sigue el levantándose y tendiendome la mano.

- Y entonces... - me levanto cogiendo su mano.

- Cuando todo sea más real que nunca, hasta cuando yo sea más yo mismo que nunca- sigue dejándome perpleja bailando al son de la música de nuestra mente.

- Me quitaré la máscara, esa que todo el mundo lleva pero ni lo sabe- improviso.

- Por temor al qué puedan pensar.- finaliza, mientras que yo solo quiero saber de dónde ha salido.

Lo increíble es que no hemos seguido ningún guión ni ninguna cita de un escritor, todo ha fluido espontáneamente, es como si pensaramos las mismas cosas, como si realmente fuera alguien diferente.

A veces encontramos nuestra propia esencia donde menos lo esperas.

A veces te sientes libre de las maneras más inverosímiles.

Y a veces tiene que venir un desconocido a seguir tus frases y a pasear junto a tí de la mano.