Epílogo

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Lauren instaló su saco de dormir y sus cosas en el viejo cuarto desalojado de Tobías en la casa de playa.
《Dylan, como te entra en la cabeza mandarme a ésta.》
《No pusimos cláusulas ni nada, así que aguantala, las veo en el tiempo que duren》
《¿Te dije que te odio?》
《Gracias, yo también, primita》
Camila apagó su celular para evitar todos los demás mensajes.
Dylan se encargaría de complicarle aún más su independización
O más bien de mandar a alguien para que lo hiciera con él.
Primer día juntos, un desastre.
Lauren se la pasó encerrada en el cuarto de Tobías hasta el atardecer, jugando en su movil.
Hasta que la batería se acabó y lo puso a cargar.
Salió del cuarto.
Camila estaba sobre la mesa del comedor, gastándose el crédito del celular buscando anuncios de empleo cerca.
-¿Que hay de cenar?- se apareció desde la oscuridad del pasillo.
-Aire.- contestó, sin siquiera girar la cabeza para ver.
-Que delicia.- ironizó. -Mejor me voy a un restaurante por aquí cerca.-
Se acercó a la puerta, dispuesto a irse.
Todos los sentidos de Camila se activaron al oir aquella frase, le crujió el estómago.
Pero su orgullo fue más fuerte.
-Y no vuelvas.-
Lauren giró la cabeza para dirigirle una última mirada antes de salir, encogiéndose de hombros apretando los labios.
-¿Donde escondes las llaves?-
-Que no vuelvas, dije.-
Ésta inclinó la cabeza.
-En el borde de la ventanilla del baño.- bufó.
-Gracias.- dijo antes de irse.
《¿Ir a cenar con ella? Por favor, prefiero morir de hambre》se dijo para sus adentros.
Después de un par de horas, su estómago hizo que se viera arrepentida de su decisión.
Pasaron las horas hasta que Lauren volvió, era de madrugada.
Se había quedado paseando cerca de la playa, pero no en ésta, ya que de noche las olas son más grandes y salvajes.
Al regresar, sacó las llaves de donde Camila le había indicado.
Abrió y las devolvió a su lugar con cautela.
Ahí estaba ella, aún sentada, pero dormida.
Estaba apoyando todo el peso de la parte superior de su cuerpo contra la mesa.
Tenía sus brazos extendidos sobre ésta y el celular aún en la mano.
Roncaba, estaba cansada.
Lauren cerró la puerta y se quedó pensativa.
No podía dejarla ahí, se auto-convenció.
Sin pensarlo dos veces, caminó hacia ella y la cargó en sus brazos con dificultad.
Recordó la noche de la fiesta.
No pudo evitar mirarla mientras dormía, era realmente bella.
La dejó sobre la cama delicadamente.
Ésta, a los segundos, se acurrucó.
Estaba semi-consciente.
Lauren se quedó observándola un rato, pero finalmente decidió salir, por si despertaba.
Y entonces eso vino a su mente.
Compartiría casa 2 meses con Camila ¿Podía llegar a sentir algo por ella? ¿O a llegar a algo con ella?
Llegó a su cuarto -O más bien de Tobías- y cerró la puerta.
《No, claro que no》
Se puso su pijama y acostó en su no muy cómodo saco de dormir.
《Luce como la típica chica rica y superficial, de seguro soy muy poca cosa para ella》
Otro día, al parecer el primero no había estado tan mal.

Camila se despertó y se estiró.
No recordaba como había llegado ahí.
Además se encontraba con su ropa y sobre las sábanas.
Estaba tan agobiada que no le dio importancia.
《Dios, ¿De verdad va a ser así todos los días? No puedo, no puedo simplemente emprender vuelo y valerme por mi misma》
Le daba y le daba vueltas por la mente.
Se levantó, despeinada y con ojeras.
Se sorprendió al ver una bolsa semi-transparente obre la barra.
Se acercó a ver, era pan.
Habían unos 6 adentro.
-Buenos días.- una voz proveniente de cerca la asustó.
Era Lauren, al otro lado del largo pero angosto mesón.
Tenía una botella de jugo de naranja de 1 litro en sus brazos, la depositó encima.
-¿Qué es todo esto?- preguntó ella, perpleja pero alegrada a la vez.
-Para desayunar como la gente.- rió.
Ésta lo miró con los ojos entrecerrados.
-Y supongo que es todo para ti, y te lo comerás en mi cara.-
Lauren chasqueó la lengua.
-Uhm, tal vez, pero si me dices donde hay vasos tal vez pueda darte un poco.-
Camila rió.
-Están en la única despensa, de acá se ven.-
Lauren levantó una ceja.
-¿Quieres que te invite el desayuno o no?-
Camila se rió, ambas rieron.
Sirvieron todo, se sentaron y comieron improvisadamente.
-¿Y cómo te metiste en esta apuesta?- preguntó Lauren de repente, bebiendo jugo.
-Ah, no, eso te lo tengo que preguntar yo a ti .- negó en voz grave.
-Pregunté primero.- dijo en un tono agudamente chistoso que empezaba a caracterizarla.
Camila no pudo evitar reírse un poquito.
-Pues mi fiesta de 18 fue un desastre, mi primo y su amigo se burlaron de mi, y quiero cerrarles la boca.-
Lauren asintió con una mueca.
-Pues si estoy aquí es porque mi primera caminata fue un desastre, tu primo y su amigo se burlaron de mi, y quiero cerrarles la boca.- narró imitando su tono de voz.
Volvió a reírse, no era tan irritante como ella parecía.
Hablaron de otras cosas también.
Y en los pocos días que pasaron, ese tal vez llegó a ser el momento más agradable que tuvieron hasta ese entonces, debido a sus numerosos desencuentros.
Camila aún no podía encontrar un empleo estable, y no había vuelto a ver a Dinah, quien le había propuesto mostrarle ofertas de posibles empleos cerca.
《Todo es un desastre, no podré lograrlo.
¿Yo? ¿Mantenerme sola 2 meses?
¿Compartir casa con una desconocida?
No, pareciera que soy un pingüino, que por más que lo intente no sabe volar.
No, no un pingüino, una gallina, o una avestruz, más bien.
Porque al menos los pingüinos saben nadar》

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Holaa, espero que les haya gustado esta historia, y estaba pensando en hacer la segunda temporada,¿Qué dicen? Comenten abajo si les gustaría, si quieren la segunda temporada, solo me falta publicarla, ya la tengo lista. se llamaria "Learning To Love" tengo planeado varias historias más que solo tengo que publicar, estén atentos/as. hace un tiempo escribí una historia llamada" La chica del blog" ¿Les gustaría?
- ally ❤👋

Learning To Fly; Camren Donde viven las historias. Descúbrelo ahora