Capitulo 20

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-¡Ash, que tele más ortiva tienes, Dylan! ¡No tiene para grabar! ¡Me estoy perdiendo a las buenasas de American Next's Top Model!-
Tobías caminaba junto a su amigo, en rumbo hacia el negocio de Luis.
-¡Joder, ¿Que no vez que nos quedamos sin papel para limpiarse?! ¡Y ya no tenemos a Camila para mandarla a comprar, no sé si te acuerdas!-
Gritaban en la vía pública.
Ya era un nuevo día, las 11:35 p.m.
-Dylan.-
-¿Qué? ¿Y qué si te daban ganas de cagar?-
-¡Pues me limpio con la toalla!-
-Ash, alto asqueroso eres.-
Entraron al local, aún dialogando -si es que se le podía llamar así.-
-Con qué cara.-
Dylan tomó un pack de rollos y caminó hacia el mostrador.
Sacó su billetera, pero antes de poder decir algo, Luis los interrumpió.
-Disculpen, ¿Son ustedes Tobías y Dylan? ¿Los que estuvieron aquí hace dos días para invitar a mi sobrina a una fiesta?-
Ambos quedaron en shock, no solo por la situación, sino también por el lujo de detalles que daba el vendedor.
-Eh, si.- respondió Dylan, inseguro.
-Ah, ella quiere verlos.- miró hacia la escalera. -Lauren, tus amigos están aquí!-
La chica bajó lentamente, sintiéndose bien consigo mismo después de tanto tiempo.
Llevaba dos maletas, Acompañada de gafas de sol.
Ambos chicos quedaron boquiabiertos.
-¡Hey, Dylan, Tobby!- exclamó Lauren
Llegó al final de la escalera.
-¿A dónde vas?- fue lo único que Tobías pudo decir ante aquello.
¿Qué diablos estaba pasando?
-¿Enserio no saben?- hizo un puchero apropósito, luciéndose. Se posicionó frente a ellos. -A Río Negro, claro.- miró a Dylan. -¿Le avisaste a Camila?-
Levantó ambas cejas con una sonrisa, el impacto de ambos le era muy placentero.
-Eh, yo...- Dylan no sabía que decir.
-Bueno, no importa. Mejor me voy porque mi viaje es a las 12. ¡Nos vemos en dos meses!-
Se dirigió a la salida, sintiendo como la brisa golpeaba su cara y la esperanza de nuevos aires lo envolvía.
-¡Buen viaje, mija!- gritó su tío, agitando bruscamente su brazo.
-¡Adiós, tío!-
Y se fue, su aventura recién comenzaba.
-¿Acaso dijo que se va a Río Negro...?- Tobías quedó perplejo.
-¿...Con Camila?- Dylan completó la pregunta retórica.
-Son $10.0000.- les dijo Luis, sonriendo de orgullo.
Lauren lo había logrado, pero no se imaginaba lo que vendría ni había pensado bien en lo que acababa de meterse.
Dinah acababa de irse.
Camila estaba sola, no había desayunado y se encontraba almorzando la pizza recalentada del día anterior.
Nada sano, pero era lo único en la heladera.
Todo era un completo desastre.
Revisaba y revisaba su celular.
Nada.
Estaba vacía.
Aburrida.
No podía salir, no sola, Austin podía estar por ahí.
Y obviamente no vería a Dinah, ya que ésta le dijo que iría a visitar a su abuela al otro lado de la ciudad.
No podía hacer nada más que estar ahí, sola.
Vaya aventura.
¿Se quedaría así esos 2 meses?
No, se moriría de hambre.
Debía buscar trabajo o algo así.
Hasta entonces su independización estaba siendo un completo desastre, y eso que era apenas su tercer día.
Tiró la caja vacía de pizza y se echó en el sofá.
Y entonces, la aventura tocó a su puerta.
Se levantó a abrir sin decir nada.
Se llevó la sorpresa del siglo al ver a su invitada.
-¿Lauren...?- frunció el entrecejo, ésta agachó un poco la cabeza y se bajó las gafas de sol con su dedo índice. -¡Lauren!-
Entró en desesperación.
-¡Oh, no sabes cómo quería hablar contigo...!- empezó sin darse cuenta de lo que pasaba.
-Hey, tranquila.- musitó ésta.
Camila se inclinó un poco y notó sus maletas sobre el piso.
-¿Pero tu...? ¿Pero qué...? ¿Pero...?- las palabras no le salían.
-El protocolo primero se saluda.- la agarró de la muñeca y la agitó con un poco de brusquedad. -Buenas tardes, un gusto, gracias.-
Tomó sus maletas y entró sin previo aviso.
Las dejó junto al sofá.
-¿Qué haces aquí y por qué las maletas?- al fin le salieron las palabras.
Lauren se mordió levemente el labio inferior.
-Bueno, en resumen.- Se acercó a ella nuevamente, le extendió la mano. Tornó su voz a un tono chistoso, exageradamente alegre, acompañado de una enorme sonrisa -¡Soy tu nueva compañera de piso todo incluido por dos meses!-
Giró la cabeza, esperando que ésta le extendiera la mano.
O no realmente, solo burlarse de su reacción.
La cual fue aún más intensa de lo que se esperaba.
-¡¿Qué?!- fue lo único que puedo decir, en un tono agudo.
Tenía los nervios de punta y una pulsación de unos 180 latidos por minuto.
Aquello no le podía estar pasando.
-Lo que escuchaste.- retiró su mano y chasqueó la lengua. –Ya no vas a estar sola, hablé con tu primo Dylan y ¿Qué crees? Me uno a tu apuesta.
¿No te pone contenta?-
Su exceso de alegría burlesca le ponía los pelos aún más de punta.
Su estado de shock lo decía todo.
Lauren se agachó y abrió la maleta.
-Y no te preocupes.- sacó un considerable paquete en forma de tubo deforme de ahí y se lo enseñó. –Traje mi propio saco de dormir hasta que me consigas una cama.-

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Holaa, en el próximo capítulo les contaré algo importante, espero que les guste el capitulo 👋💓
               - ally💓👋

Learning To Fly; Camren Donde viven las historias. Descúbrelo ahora