Epílogo

785 99 77
                                    

Shikamaru tomó su bastón y empezó a caminar cuando escuchó gritos en la calle. Su corazón latía muy fuerte y una mano apretó la suya. Volteó a ver y era su esposa quien le miraba con decisión. La abrazó y beso su coronilla mientras dejaba caer las lágrimas.

—No quiero irme Shika...— susurró Temari mientras respiraba entre cortadamente.

—Shh... entremos a casa— y volvieron a entrar. No se irían otra vez por el miedo, lo enfrentarían y se quedarían en casa.

...

No pudo seguir cargándola mas ya que su espalda y cadera empezaron a doler demasiado.

—¿Te duele?— la voz de la Uzumaki le sacó de si dolor y asintió.

—Fue un accidente que tuve, no me permite cargar cosas pesadas por un rato.

Himawari asintió lentamente y puso una mano en el hombro del peliceleste para apoyarse a caminar.

Cada cierto tiempo le miraba de reojo. La desconfianza era presente en cada mueca de si rostro femenino. No tenia confianza en el, ni aunque su hermano se lo pidiera.

Se sentía vulnerable a lado de ese chico. El había traído el desastre hasta la puerta de su casa junto a su padre. Mato al suyo y no bastando con eso, mato su infancia.

Sentía que quería ahorcarlo y pisarle la cabeza hasta que pidiera perdón. Pero no se detendría, lo tenía claro, lo mataría si pudiera.

Su corazón le decía que ya no podía confiar mas en el. Sentía que ya no podría confiar muy bien con las personas gracias a esa gran traición.

Y Mitsuki sabía lo que pensaba. ¿Quién no? Hasta el mismo se hubiera matado de no ser porque tenía asuntos que resolver y disculpas que repartir.

Y la más importante iba para Boruto.

Quien venía persiguiendo a su esposa, ya llegando a su destino. Sabia que eso no tendría ninguna ventaja o una forma de salir ilesa la situación.Sarada sabia que Mitsuki se encontraba en la aldea, lo sentía. Sentía su chakra y ese olor lo reconocería en cualquier parte.

Pero jamás pensó que estaría tan cerca.

Ahí, a casi seis metros de distancia se encontraba el con la hermana menor de Boruto. Ambos se dirigieron miradas secas. Aunque no por mucho tiempo. Sarada se cruzó de brazos y frunció el ceño. En ese momento Boruto caminó hacia Mitsuki pero el brazo de Sarada le detuvo sin mirarle.

—¿Otra vez tú?

Mitsuki sonrió y se puso su máscara. Ladeó la cabeza y soltó una carcajada sarcástica que saco de sus cabales a Sarada.

—Y todavía te ríes descarado. ¡Ya bastó una vez!— grito furiosa— ¡Dejanos en paz!

Boruto frunció el ceño cuando escuchó lo último. Iba a decir algo cuando escucharon mas gritos.

—¡No hay tiempo!— gritó Boruto cubriéndose con su mano la cara por el viento.

—¡Debemos empezar a atacar!— gritó Sarada detrás de Boruto.

Battle ScarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora