El Chico Del Departamento 7.

Capitulo 2.- ¡Bienvenido a casa! ¿QUE?

Fingí no haberlo visto por lo ocurrido en el aeropuerto, además- ya no me interesaba le prometí a Youngjae que no estaría en problemas...

-Hey chica, ¿Sabes de un restaurante que se localice cercas? Soy nuevo aquí.- Interrumpió el chico.

Sin mirarlo a puntó de abrir mi puerta, respondí. -¿Un restaurante? Ah si hay una zona restaurantera a cuatro cuadras de aquí.- Solo quiero mandarlo lejos para no verlo.

-¿Really? Oh muchas gracias pero me harías un favor de apuntar a que dirección iré.-

Solo apunte con mi dedo índice que debe ir por la derecha, por cierto ¿Porque me oculto para que no vea mi rostro? Al contrario necesito que vea con quien esta hablando, voltee rápidamente viendo directo a sus ojos.

-Chica salvaje.- Abrió sus ojos como plato. -¿Que haces aquí?.- Dijo sorprendido.

-¿No puedo llegar a mi casa tranquilamente?.- Me cruce de brazos.

-¿QUE? Espera no me digas que vives enfrente de mi casa.- Apuntó su casa.

-¿Eres el vecino nuevo? ¿Que hice Dios para ser vecina de este pervertido?.- Toque mi frente.

-Aún sigues creyendo que soy pervertido, no sera al revés ¿Que estarías imaginando?.- Reía fuertemente.

-Oye deja me en paz.- Me gire para entrar a mi hogar.

-Espera.- Tomo de mi muñeca. -No me has dicho como se llama la zona restaurantera.-

-Suéltame.- Lo mire furiosa. 

Me soltó de su agarre. -Lo siento para que veas que no soy un desconocido, lamento no presentarme desde al principio soy el vecino nuevo por lo visto vivo en frente de tu casa, soy Wáng Jiā Ěr puedes decirme Jackson Wang.- Estiro su mano para que lo saludara.-

-¿Que quieres que haga?.- Lo deje con la mano estirando.

-Hija no seas grosera con tu nuevo vecino se cortes salúdalo ya no eres una niña para que te de ordenes, demuestra tu educación.- Hablo mi mamá mientras subía el ultimo escalón.-

El chico pervertido, digo el nuevo vecino ayudo a mi madre subir el escalón. 

-Mucho gusto señora soy Wáng Jiā Ěr, su nuevo vecino de enfrente.- Hizo una reverencia.

-Mucho gusto joven-cito, siento mucho por el comportamiento de mi pequeña hija, pero ella es así un poco ruda.- Sonrió.

-No se preocupe señora.- Le devolvió la sonrisa a mi madre. -Por cierto le estaba preguntando a su hija si por aquí cercas hay un restaurante.- 

-Oh claro que si, hay unos 3 restaurantes a menos de una cuadra, desde comida italiana, mexicana y de hamburguesas.- 

-¿En verdad? Están cerca, gracias es usted muy amable.- Sonrió, para después fulminarme con la mirada. -Bueno, le ofrezco una disculpa por causar molestia me paso a retirar con permiso.-

-Espere joven-cito, como viene del extranjero y me imagino que esta un poco cansado por su viaje, le parece bien si cena con nosotras.- 

-¡MAMÁ! ¿Porque invitas a un desconocido? Tu siempre me has dicho que nunca ande con desconocidos, porque no sabes cuales son sus intenciones.- Susurre.

-Hija ya se que es tu departamento, pero tu fuiste la grosera con el muchacho, esto es como una disculpa, te preguntare ¿A ti te hubiera gustado que así te reciban en otro país? Me refiero de una manera grosera como lo estas haciendo.- Se cruzo de brazos.

-No, eso sería horrible.- Agache mi mirada

-Lo ves, si te cae mal el joven-cito no lo demuestres, todo en esta vida se devuelve, se educada yo te enseñe muchos valores.-